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4/5/20

Un dispositivo para llevar bajo la ropa que genera frío y calor. Un grupo cordobés patenta y comercializa un sistema que permite refrigerar o calentar el cuerpo a voluntad del usuario



"Un dispositivo para llevar puesto bajo la ropa que genera frío y calor. Es el invento de un grupo de jóvenes de Córdoba que han bautizado como Wendu (temperatura en Chino) y que ha llamado la atención de empresas tecnológicas, deportistas, médicos y fabricantes del sector de la automoción y textil. 

Controlado por Bluetooth a través de una aplicación móvil, consigue enfriar una zona hasta los 20 grados o calentarla hasta los 40 grados con una pequeña batería de menos peso que un smartphone y que, para alterar la temperatura, mueve las partículas del interior de cuatro focos que se sitúan bajo las prendas y en contacto con el cuerpo. Puede funcionar entre seis y ocho horas sin recarga.

David Requena, con quien sus compañeros bromean llamándole “dinosaurio” porque sus 33 años le hacen el mayor del grupo, dejó su prometedora carrera como ingeniero electrónico para apostarlo todo con Wendu, empresa de la que es socio el químico y doctor en materiales Francisco Navas.

 En dos oficinas de un semillero local para emprendedores de Córdoba, Requena y sus compañeros Juan Fernando Ramírez, Luis Bretones y Sergio Villalobos, han superado los dos años de creación y ensayo de prototipos para empezar a vender (directamente por ahora) las primeras camisetas con el dispositivo acoplado. El precio actual es de 129 euros, aunque esperan conseguir abaratar el precio si amplían el mercado.

Las últimas investigaciones en el campo de la ropa térmica han ido dirigidas a la búsqueda de materiales que consiguen el efecto de enfriamiento al reflejar la luz solar o que dejan escapar la radiación corporal. Científicos de la Universidad de Maryland (EE UU) han creado una tela que regula sus propiedades térmicas en respuesta a los cambios de humedad y temperatura del cuerpo humano. También hay prendas que aportan calor extra, pero a partir de baterías más pesadas y con un gasto energético mayor al estar basadas en resistencias. O que aportan frío al incorporar geles previamente enfriados. Pero estas últimas no refrigeran de forma continua ni permiten dosificar el efecto deseado.

La propuesta de Wendu permite aportar frío o calor a voluntad de su usuario, sin resistencias (la tecnología patentada consiste en la alteración de la vibración de partículas) e independientemente de la respuesta corporal. De hecho, uno de sus primeros compradores ha sido un paciente extremeño que padece una enfermedad que le impide sudar, por lo que no cuenta con los sistemas de termorregulación propios del cuerpo.

También los deportistas se han sumado a la lista de clientes al permitir, con este dispositivo, calentar o enfriar el cuerpo en función de la fase de ejecución de la actividad que desarrollen. Los responsables de Wendu han propuesto el uso de su dispositivo a Gema Victoria Hassen-Bey González, la medallista paralímpica que ha conquistado la cima del Teide en silla de ruedas y que quiere ser la primera en hacerlo de la misma manera en el Kilimanjaro. El dispositivo facilitará calor a las piernas de esta atleta parapléjica.

El dispositivo tiene aplicaciones en el ámbito de la ropa laboral, en elementos de mobiliario como colchones o en la industria de la automoción para los asientos, entre otros campos. Incluso en el ámbito cotidiano, teniendo en cuenta las altas y bajas temperaturas que se registran en verano e invierno. Pero los 200.000 euros invertidos hasta la fecha han dado para lanzar el producto, a la espera de que fructifiquen los contactos con las compañías que se han interesado por el dispositivo.

Los focos de temperatura se han protegido con con siliconas y esmaltes para poder lavarlos. Se conectan a la batería mediante una conexión tipo jack, lo que permite intercambiar las unidades de energía. Tienen una vida útil de entre tres y cinco años."                (Raúl Limón, El País, 17/02/19)

9/3/18

Los nuevos robots de producción textil son cada vez más capaces de hacerse cargo de tareas que, hasta hace muy poco, eran consideradas intrínsecamente humanas. Así, prendas de ropa con un precio relativamente barato podrían ser fabricadas completamente a medida

"La industria textil es, sin duda, una de las que más ha crecido y evolucionado a lo largo de los años, fundamentalmente debido a la disponibilidad de mano de obra barata para unos procesos fundamentalmente manuales. 

El fenómeno del fast fashion, apoyado en costes de producción unitarios muy bajos, redujo los ciclos de producción y cambió la industria como la conocemos: a lo largo del tiempo, hemos visto cómo las marcas europeas y norteamericanas desplazaban su producción a Asia y desarrollaban la economía de países con abundancia de mano de obra barata, que a su vez iban elevando progresivamente sus costes de producción.  (...)

El momento actual, sin embargo, está viendo la aparición de dos tendencias: por un lado, compañías como Crystal Group, que fabrica para marcas como H&M, Gap, Uniqlo o Victoria’s Secret, que afirma no apostar por la automatización, y seguir optando por la mano de obra barata en lugar de la robotización. Por otro, empresas como Mohammadi Group, un gigante que ha ido diversificando su actividad y adquiriendo maquinaria cada vez más sofisticada, y que progresivamente está incorporando robotización y automatización.

 Los nuevos robots de producción textil son cada vez más capaces de hacerse cargo de tareas que, hasta hace muy poco, eran consideradas intrínsecamente humanas. Compañías como Softwear afirman ser capaces de fabricar una camiseta en 2.5 minutos, eliminando el trabajo humano en un 90% y obteniendo el doble de productividad por turno, con tecnologías cada vez más optimizadas. 


A medida que la tecnología mejora e incrementa sus posibilidades, nos disponemos a ver un desplazamiento en los hábitos de la industria, habitualmente criticada de manera ampliamente demagógica por su recurso a la mano de obra barata, pero que, por otro lado, ha contribuido de manera fundamental y sustantiva al desarrollo económico y la generación de riqueza en los países en los que tenía lugar. 

Los analistas estiman que la economía de Bangladesh precisa de la creación de unos dos millones de puestos de trabajo si quiere mantener su ritmo, y que la industria textil es, desde hace tiempo, el principal motor económico susceptible de generar esos empleos.

 Sin embargo, según datos del Banco Mundial, el ritmo de creación de puestos de trabajo ha caído desde los aproximadamente 300,000 al año que se creaban entre 2003 y 2010, hasta situarse en torno a los 60,000. El desfase, sin duda, es fruto del crecimiento de la automatización: entre 2013 y 2016, las exportaciones se incrementaron en casi un 20%, pero el crecimiento del empleo no fue lineal, sino que creció tan solo en un 4.5% en ese mismo período. 

Al tiempo, esos procesos de automatización sirvieron para que los trabajadores viesen disminuidas sus posibilidades de reclamar mejoras en sus condiciones: cuando la conflictividad se ve incrementada, los fabricantes simplemente optan por automatizar. Según algunos analistas, si la economía del país no es capaz de ofrecer posibilidades laborales a los jóvenes, la presión social podría crecer notablemente y convertirse en insostenible.

Por otro lado, al disminuir la necesidad de mano de obra barata, las marcas textiles podrían evolucionar hacia modelos de repatriación de la producción en países desarrollados, posiblemente e sus propios países de origen, haciendo frente así a demandas sociales que posiblemente verían con buenos ojos una creación de valor más sofisticada y más centrada en la proximidad, al tiempo que podrían plantearse modelos logísticos más optimizados. 

La reciente adquisición de Body Labs por parte de Amazon podría marcar la posibilidad de que, cada vez más, los sistemas de tallaje evolucionasen para reflejar las dimensiones reales del cuerpo de los usuarios, y llegásemos a un momento en que prendas de ropa con un precio relativamente barato pudiesen ser fabricadas completamente a medida y con un nivel de dependencia de procesos manuales cada vez más reducido.


La industria textil podría estar convirtiéndose en un laboratorio de tendencias de cara a un futuro cada vez más dominado por máquinas que se hacen cargo de la producción en procesos que, hasta hace muy poco, nadie parecía querer invertir en automatizar. 

Pronto, empezaremos a ver marcas incorporando este tipo de estrategias en sus planes de producción, en su comunicación o en sus prácticas de responsabilidad social corporativa, con todo lo que ello conlleva: un espacio que no ha estado en absoluto exento de cambios a lo largo de las últimas décadas, que ha visto surgir enormes imperios económicos, y que podría experimentar una enorme evolución en el futuro, con consecuencias que llegarían al ámbito de la geopolítica y la economía global. (...)"                ( Enrique Dans, 04/03/18)

24/3/17

Revolucionar el mundo de la moda... con la venta exclusivamente online, con básicos de diseño y un importe hasta un 60% menos que en tienda... y mejor calidad


"Hace unos meses que conocí la marca The Brubaker. Inicialmente como un proveedor de ropa más que disponía de un catálogo atractivo y a buen precio. 

Me interesaban mucho algunas de sus camisas y sobretodo los jerseys en lana de merino que utilizo en rodajes de televisión o para un look algo informal pero que necesariamente tiene que tener un punto de elegancia.

Sin embargo, una vez descubierta la marca, tuve la oportunidad de conocer a un equipo de profesionales liderados por Manuel de Timoteo apasionados con la idea de revolucionar el mundo de la moda.

Por supuesto The Brubaker es un negocio, un buen negocio, pero detrás de esa obligatoria necesidad de vender sus productos, se esconde una filosofía y un método de trabajo que me interesó mucho como analista de economía digital.

 Su propuesta es la venta exclusivamente online con básicos de diseño para hombre y con un importe final de hasta un 60% menos que lo que pudiera encontrarse en una tienda física. Lo interesante es que ese descuento no se refleja en una rebaja de calidad sino todo lo contrario pues, al contrario de lo que suelen hacer los que buscan recortar costes, su catálogo se fabrica íntegramente en España con tejidos italianos de primera calidad.

 La pregunta que te estarás haciendo es ¿cómo consiguen estos precios? Obviamente aquí entra la tecnología digital y el conocimiento a partir de la experiencia y la ‘prueba/error’ que la define. Eliminan intermediarios y la venta se produce de un modo directo desde su tienda online. No pasan por tiendas, distribuidores o almacenes. 

Además logran algo que poco a poco se está convirtiendo en el modelo de competencia que tienen las marcas más pequeñas contra las grandes industrias. Se trata de lanzar ediciones limitadas a fin de controlar precios.

Un control de precios que se muestra trasparente. Por ejemplo, como muestra el gráfico de acompaña y que la propia marca me ha proporcionado, el coste que tiene hacer una camisa modelo Oxford es el que es y no se añaden importes vinculados a la intermediación.

Pura economía digital en definitiva. De una producción que se inicia con costes inclusive más caros para The Brubaker, se recupera ese exceso basado a la calidad de la materia prima en las fases finales justo antes de llegar al comprador. Los márgenes en la distribución multiplican por siete el valor de fabricación en la industria tradicional.

 Pero, permitidme recalcar un hecho que, sin duda, al final es lo que importa. Lo bien que sientan sus prendas. En mi caso busco siempre camisas ‘slim fit’ porque proporcionan una imagen más estilizada. Para lograrlo, la camisa, por ejemplo tiene que estar muy bien hecha o el resultado puede ser un drama. La tela debe ser fina y ligera. No soy experto en moda pero si tengo experiencia en el uso y os aseguro que esa es la clave.

Claves que también se encuentran en algunas de las características de esta marca: mangas que se estrechan justo donde deben hacerlo, pinza superior que refuerce la posición de la espalda, curvas en el costado porque sino no entallan adecuadamente y, algo fundamental, las puntadas del cosido lo más cortas posible. Esto hace que tu ropa dure mucho más tiempo en buen estado.

 En definitiva, moda de calidad, bien de precio y Made in Spain. Una de mis marcas de cabecera de la que soy fan."                   (Marc Vidal, 16/02/17)

20/12/16

Una plataforma para la moda responsable

 
 Kavita Parmar, cofundadora de I Owe You Project, junto a algunos modelos de la firma.  

"Elena, metro en mano, corta el patrón de lo que será una capa gris marengo. Lo hace en mitad de la tienda de I Owe You Project, en el callejón de Jorge Juan, en el madrileño barrio de Salamanca. Su trabajo de hoy forma parte de una escenificación, pero la imagen se repite todos los días en la cadena de producción del proyecto.

 "Nos hemos olvidado de cómo se hace la ropa que nos ponemos, y estamos aquí para recordarlo", explica Kavita Parmar, madre de un proyecto de moda sostenible que nació en 2011 a raíz de la iniciativa #quiénhacemiropa. "Las tiendas deben ser lugares interactivos, donde la gente vea la ropa pero también entienda de dónde viene".

Y su motivación es también su modelo de negocio. Kavita y su socio, el ingeniero del Instituto de Tecnología de Massachussetts (MIT) Enrique Posner, de Elizondo, llevan la trazabilidad y la transparencia del mundo de la moda a otro nivel. Cada paso que da la prenda, desde que sólo es una fibra que se convertirá en tejido, queda documentado y se puede consultar en la plataforma online creada para el proyecto, "la parte más cara y más costosa, pero que hemos registrado porque no existía nada parecido", cuenta la diseñadora.

 Y esta documentación no es otra que la de poner cara al artesano, o sea, saber "quién ha puesto las manos en la prenda que cubre tu cuerpo, de dónde viene, a qué se dedica, cómo lo ha hecho y cuánto vale su trabajo".

"Creemos que si humanizamos así la prenda, todos ganan", explica: "El que compra, porque sabe de dónde viene lo que viste, pero también las personas que tratan el tejido y lo cosen, que si ven que sirve para algo se motivan y aman más su trabajo". 

Por eso, cada prenda, —que suele ser única porque producir a gran escala sería contrario a sus principios— tiene una etiqueta con un código QR que ayuda a seguir la pista a la ropa para "establecer un diálogo que demuestre que cuando compras ropa compras el tiempo de una persona".

 El "sueño" de Kavita empezó en 2001, cuando creó sus dos marcas: Raasta y Suzie Wong. Hasta entonces había trabajado en la moda "por casualidad". "Me fui de casa con 16, lo cual fue una revolución para mi familia", explica, "les había dicho que quería ser política pero una joven india no parecía poder serlo, así que me fui". 

Y entonces sus pasos la llevaron de Canadá, donde vívía, a Europa y Asia, donde a los 21 ya era dueña de su propia empresa. La venta de aquella marca le dio capital suficiente para abrir en 2008 su tienda, una vez que se instaló en España. I Owe You Project vería la luz algo después, en 2011.

La inversión inicial no contó con fondos externos: ella y un socio aportaron un millón y medio de euros. "Estoy sola en esto, ¿crees que un inversor va a creer en un modelo a largo plazo?", intenta explicar, "mi lógica como empresaria es que quiero cambiar el pensamiento de consumo, y eso no te lo compra ningún inversor". 

Así que después de la adquisición del local en Serrano, que costó dos millones y medio de euros —para los que pidieron una hipoteca—, el proyecto echa a andar en forma de tienda física, online, multimarca y consultoría (que supone el 30% del volumen de negocio). Ya están presentes en 400 puntos de venta. Su facturación en 2015, fue de cuatro millones y medio de euros, con un 12% de beneficio neto. Cada año crecen un 15%: "Era nuestro objetivo".

¿Es posible vivir de la revolución sostenible de la moda? "Sí, porque el crecimiento para nosotros es la idea del cambio, aspiramos a cambiar las cosas", apunta. "Antes la moda era casi un comodity, pero si Inditex y H&M empiezan a preocuparse por la sostenibilidad, como lo están haciendo, es que estamos generando cambios". 

El valor que aporta el proyecto de Kavita, en palabras de la directora de Slow Fashion Next, Gema Gómez, consultora referente de este mercado, "es que ella conoce bien lo que pasa en India y en Estados Unidos y es capaz de entender por qué no tiene sentido seguir produciendo a gran escala".

"Cuando llegó la crisis", explica la diseñadora india, "que nos dio de pleno porque las tiendas nos cerraron sus puertas y hubo problemas con nuestra hipoteca, nos dijeron que el futuro era que todo fuera low cost'". 

"Me negué, porque sé lo que es que un pueblo entero no pueda beber agua porque está contaminada de los tintes de la producción masiva de ropa". I Owe You Project, que trabaja con su propia lana merina española, no está en contra de la globalización "siempre que sirva para que cada centro de producción sea local, tengan salarios justos y podamos enseñarlo".

Kavita trabaja con artesanos de India, y aunque es de allí donde viene gran cantidad de su materia prima, ésta se teje también en la planta de Elizondo (Navarra) donde cuatro personas trabajan para ellos. "Pusimos un cartel en el bar del pueblo y se apuntaron unas señoras maravillosas", explica la empresaria, "con ellas ya somos 11 las personas que estamos en este proyecto, y el resto son 315 artesanos entre India y Europa y empresas externas con las que hacemos proyectos puntuales".

Ejemplo en la ONU

No puntualmente, sino como parte central del proyecto, I Owe You ofrece talleres, charlas y hace consultoría que también computa en su cuenta de resultados. "Hemos colaborado con Levi's, Ikea y Nike y nos han llamado para dar clases las Universidades como FIT, Parsons, el Instituto de Empresa, Swedish School... los libros escritos sobre sostenibilidad nos dedican capítulos enteros", explica.

Su trabajo, además, ha merecido la invitación de las Naciones Unidas, como parte del programa de líderes en Turín (Italia). Este mismo organismo les concedió el UNSSC Leadership Award. Y han recibido varios premios en materia de innovación y dado charlas sobre el valor de la artesanía y de la moda sostenible en los cinco continentes. 

 "Gandhi emprendió la primera revolución textil y hay un lema suyo que nos guía, que es que seas el cambio que tú quieres ver". Kavita resume así su labor: "Gracias a la tecnología, a enseñar a la gente quién hace su ropa y el tiempo que les lleva, cambiamos la conversación sobre el valor y el precio del trabajo. El acto de compra es un voto muy poderoso".

El largo viaje de una empresaria precoz


Kavita Parvar (India, 1972) empezó estudios universitarios en Literatura inglesa y Filosofía, pero su vida dio un giro cuando se mudó a Hong Kong, donde montó su primera empresa con 18 años. Allí conoció de cerca el trabajo con artesanos y con proveedores. Ha pasado por India, Singapur, Estados Unidos y España, donde vive con su marido y socio. 

 Antes de montar la marca online I Owe You, de ropa casual y con una cesta media de 85 euros, lanzó dos marcas que también hacían hincapié en lo artesanal y la transparencia en el trabajo. Suzie Wong, es una línea de moda de fiesta inspirada en los años 20, cuyos productos rondan los 350 euros, y Raasta vende ropa de mujer "contemporánea" con prendas sobre los 120 euros."                    ( , El País, 18/12/16)

20/7/16

El secreto de Dumoulin en el Tour de Francia: un maillot diseñado con la ayuda de la impresión 3D



"El ciclista holandés Tom Dumoulin (Giant-Alpecin) se ha impuesto este viernes en la decimotercera etapa del Tour de Francia 2016, una contrarreloj entre Bourg-Saint-Andéol y La Caverne du Pont-d´Arc sobre 37,5 kilómetros, en la que voló para no dar opción ni a un Chris Froome (Sky) que, segundo, refuerza y mucho su maillot amarillo. (...)

Pocos saben que Dumoulin corre este Tour de Francia con un maillot especialmente diseñado para él con la ayuda de las tecnologías de escaneado 3D e impresión tridimensional.

El maillot es fruto del esfuerzo conjunto entre el equipo Giant-Alpecin y la Universidad de Tecnología de Delft ( TU Delft ) en un afán  por dar al ciclista profesional una ventaja competitiva frente a sus competidores.

 Para aquellos menos familiarizados con el deporte del ciclismo, algunos resultados de carreras suelen estar determinadas por fracciones de segundo, por lo que tener algún tipo de ventaja, como un maillot aerodinámico adicional, podría ser un factor decisivo.

Un equipo de la Universidad Técnica de Delft escaneó en 3D el cuerpo de Dumoulin en una posición habitual que adoptan los ciclistas, imprimió en 3D una réplica a tamaño natural y puso a prueba una serie de diferentes materiales y maillots con el que fue vestido el maniquí impreso en 3D, dentro de un túnel de viento.

 A través de este proceso, el equipo de investigadores universitarios  junto con técnicos del conjunto ciclista  fueron capaces de diseñar un maillot optimizado y personalizado para el atleta holandés.

El primer paso en la operación fue el escaneado en 3D del cuerpo de Dumoulin. Esto era necesario ya que no se podía disponer de la continua presencia del ciclista debido a su continua participación en competiciones en distintos países de Europa. 

Para el proceso de digitalización, los investigadores solicitaron la ayuda de la empresa th3rd , que hizo un análisis detallado y preciso del ciclista utilizando un método de fotogrametría. Todo el proceso, que involucró a 150 cámaras DSLR de captura de fotos de Dumoulin desde todos los ángulos llevó sólo unos 30 minutos.

 El siguiente paso fue la segmentación 3D de todos los datos del escaneado para crear un modelo 3D viable del cuerpo de Dumoulin. El Dr. Jouke Verlinden, que forma parte de la Facultad de Ingeniería de Diseño Industrial de la Universidad Técnica de Delft, explica:  "Es clave para utilizar los datos correctamente, mediante la división de los archivos de una manera inteligente, la denominada segmentación 3D. 

También hay que  determinar dónde la precisión del escaneo y la impresión resultante es algo menos importante. En esas zonas se puede reducir de manera drástica la cantidad de datos que se necesita. Si tu objetivo es hacer un modelo que sea exacto hasta un nivel de micras, puede llevar demasiado tiempo imprimir el maniquí".

Una vez preparado el modelo 3D, el equipo de investigadores comenzó el proceso de impresión 3D. Para crear un modelo de tamaño natural del ciclista tuvieron que imprimir tridimensionalmente en ocho partes separadas. Las partes se imprimieron utilizando varias impresoras FDM, que tardaron un total de 50 horas. Las partes del cuerpo impresas en 3D fueron posteriormente ensambladas.

Para probar diferentes materiales y maillots, se entregó el maniquí impreso en 3D a Wouter Terra, un estudiante de doctorado en la Facultad de Ingeniería Aeroespacial de la Universidad Técnica de Delft, que registra los resultados de una serie de pruebas en el túnel de viento. El proceso de ensayo de materiales no era tan simple como uno podría esperar. Terra explica: "Quizás se puede pensar en una tela suave para inducir la menor resistencia. Pero esto no siempre es el caso, sobre todo cuando se mira el flujo de aire alrededor de una forma redondeada, roma, no racionalizada, como es el cuerpo de un ciclista".

 De acuerdo con Terra, a veces una superficie estriada en realidad puede ser más beneficiosa en un diseño aerodinámico debido a los dos tipos de resistencia: arrastre por fricción y arrastre a través de la presión.

 "A través de la rugosidad, el arrastre por fricción aumentará, pero la resistencia a través de la presión puede caer drásticamente. El arrastre neto disminuirá entonces ", continuó. "Una combinación inventiva de puntos ásperos y suaves en el maillot solamente podría desembocar en una disminución en la resistencia de un 0,5%, pero esto podría suponer esos segundos preciosos que hacen la diferencia entre ganar o estar en el top 10."

 También los materiales suministrados por Etxeondo, un proveedor de ropa ciclista, se pusieron a prueba con el fin obtener una idea de qué tipos de materiales eran las más eficientes para la carrera conforme al cuerpo de Dumoulin. 

Al final, se hicieron una serie de maillots usando una variación de materiales, tanto lisos como con textura para la prueba de arrastre en el túnel de viento. Utilizando un método de velocímetro de partículas (PIV), los flujos de aire fueron mapeados y medidos para ver qué combinación de materiales proporcionaba los mejores resultados."         (Imprimalia, 15/07/16)


20/5/14

El primer bolso 3D



"No podía tardar mucho en llegar. El primer bolso realizado con una impresora 3D ya está aquí de la mano de Kipling. Kipling siempre ha fomentado la innovación en sus diseños -desde funcionales telas de nailon hasta colaboraciones de alto nivel-, agregando siempre algo nuevo y nunca visto.




 Con la tecnología de impresión en 3D, ha llegado el momento de iniciar una etapa totalmente nueva.

Así ha creado dos innovadores bolsos con esta tecnología, presentando el primer bolso flexible de poliamida impreso en 3D. La impresión en 3D, está destinada a adueñarse del mundo de la moda, desde las prendas de alta costura hasta los zapatos de tacón. Y Kipling es la primera marca en ponerla a prueba en sus creaciones, un concepto que corrobora su reputación de marca que apuesta por el estilo con innovación.

Estos bolsos están inspirados en su emblemática colección Monkey Madness. Los diseñadores han creado el material a partir de pequeños monos de plástico, con lo que han conseguido un efecto de malla entretejida en los llamativos colores azúl y rojo tan típicos de Kipling."              (El Mundo, 28/02/2014)

3/7/13

La impresión 3D llega a las pasarelas

 

"El diseñador holandés Iris van Herpen ha desvelado, en la semana de la moda en París, un nuevo modelo de alta costura creado con tecnología de impresión en 3D de la compañía belga Materialise. Este diseño se ha realizado gracias a la aplicación de esta tecnología, que ha provocado una pequeña revolución en el mundo de la moda y el diseño, del mismo modo que ya ha revolucionado la medicina. (...)

Sven Hermans, Director de Cuentas de Materialise, ha comentado sobre la colección: ?Por primera vez hemos trabajado con Iris Van Herpen para realizar una creación híbrida incorporando estructuras únicas, transparentes y similares a los huesos creados con la estéreo-litografía Mammoth.



 Gracias a la impresión en 3D los vestidos no tienen costuras y están hechos a medida. Ha sido muy emocionante trabajar con Iris van Herpen, y poder dar a la vida a sus complejos diseños geométricos. La impresión 3D hace lo que no puede conseguir ninguna otra forma de fabricación textil, especialmente cuando hablamos de la creación rápida de diseños complejos y de una pieza.? 

El diseño se crea en primer lugar en un ordenador antes de ser optimizado para la impresión en 3D utilizando el software de Materialise. En este segundo paso, se corrigen los posibles fallos antes de enviar el diseño definitivo a la impresora. 

A continuación, el diseño cobra vida usando la estéreo-litografía Mammoth, una técnica de fabricación que crea los objetos capa a capa. A continuación, unos láseres ultravioleta escanean el diseño en una resina líquida que se va endureciendo a medida que va entrando en contacto con el láser, para que el objeto en 3D vaya cobrando vida gradualmente. 

Materialise se creó como un proyecto universitario centrado en la creación rápida de prototipos. Según crecía la compañía, comenzaron a ofrecer a los cirujanos modelos extremadamente precisos de la anatomía de sus pacientes, tras realizar resonancias magnéticas o tomografías axiales y transformando esa información en modelos imprimibles. Los modelos han mejorado considerablemente tanto el diagnóstico como la planificación de las operaciones. La compañía ahora es líder tecnológico en impresión en 3D, cuenta con casi 900 trabajadores y está impulsando la industria europea."     (Qué!, 02/07/2013)

13/3/13

Dita Von Teese usa el primer vestido hecho por una impresora 3D



"La explosión que desde hace tiempo ha tenido la tecnología de impresión en 3D, ha logrado impactar cada vez a más sectores; desde medicina y arquitectura, hasta la industria de los juguetes y la moda.Prueba de esto último, fue la prenda usada por Dita von Teese en un evento en Nueva York el pasado lunes.

 Un vestido cuya mayor particularidad, es que es el primero en haber sido fabricado enteramente por una impresora 3D.

La pieza fue creada por los diseñadores Michael Schmidt y Francis Bitonti, quienes, debido a que viven en lados opuestos del país, tuvieron que organizar el proyecto a distancia y de forma digital.

En primer lugar, el vestido fue diseñado de un iPad, se afinaron detalles vía Skype y luego se rendereó el modelo, para finalmente enviarlo a la compañía Shapeways que se encargó de la impresión.

El vestido está inspirado en la secuencia de números Fibonacci y fue diseñado con el software maya y luego con Rhino, programa en el que se detallaron 2,633 enlaces independientes que forman el cuerpo de la prenda.

 Todo fue creado con una impresora EOS P350 que fabricó 17 piezas distintas, las cuales fueron ensambladas a mano y a las que se añadieron 13 mil cristales Swarovski.Un increíble trabajo que más allá de la parte tecnológica e industrial, llama la atención por su estética y claro, también por la espectacular y riquísma figura que presume la señorita von Teese."           (ElGolfo.info, 12/03/2013)


 The World's First Fully Articulated 3-D Printed Gown


"¿Estaremos asistiendo al nacimiento de la ropa 3d?
 
Creado con la ayuda de Shapeways,  el vestido se basa en la secuencia de números de Fibonacci.
Para su impresión, se han utilizado 17 piezas teñidas de negro, que posteriormente fueron lacadas y adornadas con mas de 13.000 cristales de Swarovski.
La malla está compuesta por piezas articuladas, lo que permite que el vestido se adapte al cuerpo a la perfección, permitiendo una total adaptación a la persona que lo lleva. Es el equivalente mecánico a la tela elástica, pero mucho mas sofisticado. Solo por esta particularidad, está claro que la ropa 3d tiene muchas posibilidades de hacerse un hueco en el mundo de la moda.

De todas formas, el proceso de producción ha sido bastante complejo, que nadie crea que por tratarse de un vestido hecho con impresoras 3d puede descargarselo de thingiverse y regalarselo a su novia, por si se lo estaba planteando, pero si que ejemplifica la posibilidad de utilizar la impresión 3D en la industria de la moda, y especialmente cuando se trata de diseñar un vestido para una persona con concreto.
Según vaya madurando la industria, veremos nuevos materiales de impresión que aplicar a la moda.
Creo que ahora mismo, cuando pensamos en un vestido producido con una impresora 3d, todos pensamos en una especie de malla de plástico, muy espectacular pero poco práctico.  No podemos evitar pensar que eso de la ropa 3d es mas para las películas de ciencia ficción y para algún pase de modelos futurista que para el mundo real. 
Sin embargo, del mismo modo que la impresión 3d está empezando a utilizarse para imprimir chocolate, tejido vivo o filamento con aspecto de madera, poco a poco iremos concomiento nuevos materiales mas aptos para su uso en la moda, por lo que no sería de extrañar que la ropa 3d acabe siendo un término familiar."         (impresoras 3D, 11/03/2013)

8/2/13

¿Cuál es mi talla? Mira en Internet



"La tienda onlineTailor4less.com vende ropa a medida. Hasta hace un año su base de datos contaba con más de 50.000 medidas y tallajes.
El año pasado contactó con el Centro de Visión por Computador (CVC), en la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) para crear un estimador de tallas. “Durante las reuniones que manteníamos estudiamos otras maneras de sacarle rendimiento a la tecnología que estábamos desarrollando.

Fue casi una casualidad que decidiéramos aprovechar para otros comercios lo que estábamos programando para una empresa concreta”, explica Andreu Fernández, de Tailor4less.
De ahí surgió Verisize. “La nueva empresa se dedicó desde entonces a mejorar y perfeccionar dicho estimador, con la intención de hacerlo útil para cualquier marca o comercio electrónico. En consecuencia, para cualquier persona que compre ropa a través de Internet”.
A cualquier tienda de moda en la Red le basta con facilitar las medidas y patronajes de sus prendas a Verisize, que adapta el estimador a sus productos y le facilita los enlaces web para que pueda integrar la herramienta desde su propio comercio, sin que ningún cliente tenga que abandonar su proceso de compra para verificar su talla.
“Las devoluciones de pedidos de ropa a través de Internet oscilan entre el 15% y el 40%, según un estudio de la asociación de comercios electrónicos minoristas Interactive Media in Retail Group (Reino Unido)”, explica Fernández. “Nosotros pretendemos reducir considerablemente este porcentaje, así como los gastos asociados que comporta cualquier devolución”.
Para seguir con las investigaciones, la UAB aporta fondos y capital humano al proyecto. “Entre los accionistas de Verisize se cuenta con la Universidad. Los doctores del CVC desarrollan todo el sistema de algoritmos y es también el que se encarga de la mejora del proyecto”, explica Fernández. “Al final, lo que conseguimos es que con los datos que el comprador facilita, Verisize entienda su cuerpo en tres dimensiones, hasta saber sus circunferencias y longitudes”.
Oliwia Kaluzynska y Francesc Albiol son actualmente los encargados de comercializar esta herramienta. La función de Fernández en el proyecto se limita a coordinar el trabajo de la Universidad con Verisize. “Digamos que soy el nexo entre estas dos partes y también con el equipo de Tailor4less, que, al ser el inspirador de Verisize, se beneficia en primer lugar de cualquier mejora de la tecnología”.
Albiol explica las ventajas competitivas de Verisize respecto a otros estimadores de tallas como BodyPal, VirtuSize o Fits.me. “Con nuestro sistema, el cliente de la tienda online no tiene que medirse. Solo con proporcionar su altura, peso, edad y complexión según seis modelos de cuerpo que le proponemos, le indicamos cuál es su talla en pocos segundos, informándole del grado de fiabilidad. Si no está convencido con el resultado, puede refinar la estimación. Ahí sí que se le requiere que tome medidas concretas de su cuerpo. Por otro lado, es una herramienta fácilmente exportable. Las medidas son universales”.
Por ahora, “contamos con siete tiendas en la Red que utilizan Verisize, que se dedican desde la venta de camisetas hasta la venta de ropa técnica para cazar, aunque estamos en negociaciones con otros tantos, grandes y pequeños”, dice Fernández. Todos ellos están en fase de prueba gratuita. “El comercio tiene que saber qué beneficio le comporta realmente nuestra solución.

A todos les estamos dando un tiempo de prueba”. Transcurrido este tiempo, las tiendas virtuales escogen entre varias opciones de pago mensual, que llegan hasta los 500 euros, dependiendo del número de estimaciones que el comercio y sus clientes hagan al mes.
Los próximos pasos son la exportación de la tecnología y el desarrollo de un estimador de tallas de calzado."          (El País, 04/02/2013)

14/1/13

¿Cambiará la impresión 3D las reglas de la moda?

 Bukobot, la impresora 3D 'open source'

"Es probable que en alguna ocasión hayas pensado que sería genial descargar unos zapatos, joyas o un biquini por internet como el que hace lo propio con una película, un disco o un libro. Aunque parezca mentira eso ya es posible con las impresoras 3D. Unos dispositivos al alcance de muy pocos pero que puede transformar el mundo de la moda.
En 3D Printshow, un evento realizado en Londres el pasado mes de octubre sobre esa tecnología, se pudo asistir a un desfile en el que se vieron creaciones impresas tridimensionalmente por varios diseñadores. Otros pioneros en el uso de esos sistemas de impresión son la firma de zapatos United Nude, que emplea en algunos de sus modelos piezas esculpidas por estas máquinas

 Vestido 3D de Continuum Fashion

También la firma de gafas Protos realiza con ellas diseños que sería difícil lograr empleando las técnicas de producción tradicionales. Son tres ejemplos de cómo la impresión 3D está dejando huella en la moda.

Son muchos los inconvenientes que existen para lograr imprimir objetos por nuestra cuenta de la misma forma que imprimimos una carta o una foto. Aunque la cosa va  en tan en serio que en Nueva York se abrió en septiembre la primera copistería que usa esa tecnología: la MarketBot Store. En ella además de vender impresoras 3D y accesorios para ellas esculpen los diseños que realicemos o que descargamos de internet.

 Zapatos de Continuum Fashion

Aunque no hace falta irnos tan lejos para encontrar un servicio de esa clase. Gustavo Ferrari tiene su propia empresa de impresión 3D en Madrid, StereoPrint. Sus principales clientes son profesionales de la arquitectura y el diseño industrial.

 Pero su negocio está abierto a encargos de toda clase. De hecho en la charla telefónica que mantenemos con él explica que algunos estudiantes de moda han contactado con ellos para interesarse por los servicios que ofrece esta innovadora empresa.

Al preguntar a Gustavo lo que puede costar producir unos zapatos impresos en 3D similares a los que vende la empresa Continuum Fashion –una startup especializada en moda e impresión tridimensional- nos dice que con la tecnología actual un único par puede valer en torno a los 600 euros. Entre otras cosas porque para obtener algo así es necesario emplear una costosa máquina que cuesta unos 90.000 euros. Por eso Gustavo señala que esa novísima tecnología está “más cerca del taller que del hogar”.

 Zapatos de impresión 3D de la firma United Nude.

Para los que buscan una impresora 3D relativamente barata una buena opción es Cubify. Por algo más de 1.500 dólares es capaz de esculpir piezas de 14 hasta centímetros de lado. 

Pero el verdadero negocio de la empresa que produce ese dispositivo, 3D System, está en los recambios del material que emplean, una especie de nylon. Son el equivalente a los cartuchos de las impresoras de tinta y cuestan algo más de 50 dólares.

También se rentabilizan los diseños creados para estas máquinas, que se descargan en tiendas online especializadas, como Shapeways. Muchas de las creaciones que encontramos en ellas son precisamente joyas y complementos de moda. Aunque también existen webs como Thingiverse en las que se comparten libremente diseños 3D listos para imprimir.
 
 Este modelo de gafas impresas lo propone la marca Protos

Gustavo Ferrari también forma parte del colectivo de MADfab de hardware libre, que experimenta con alternativas a las impresoras comerciales existentes, como RepRap. Una impresora tridimensional de código abierto más económica que las que actualmente se venden

Es similar a Bukobot, un sistema de impresión 3D con un coste de 600 dólares que fue lanzado en Kickstarter. Para demostrar las posibilidades creativas de aparatos como esos Gustavo nos descubre el proyecto hacking my vagina. Tras ese nombre se esconde un vibrador creado por la diseñadora Elizabeth Scott y esculpido parcialmente con una impresora tridimensional.

Precisamente la libertad creativa es la gran ventaja de una tecnología que aún es una gran desconocida pero que parece estar a punto de dejar de serlo. Quizá nunca llegue el día en el que estos sistemas se perfeccionen y se abaraten tanto como para que cualquier diseñador pueda producir por si mismo sus creaciones, o para que cualquiera pueda descargarlas y fabricarlas en casa. Pero parece claro que la impresión 3D y la moda son una pareja destinada a encontrarse"           (SModa, 03/01/2013)

2/2/12

La plataforma online Unico and cool venderá las colecciones que desfilarán en Cibeles este año

"Quién no se ha preguntado alguna vez al ver un desfile de moda: ¿Eso de verdad se lo pone alguien para salir a la calle? Hasta ahora la respuesta era no. Muchas de las prendas que vemos sobre las pasarelas más prestigiosas del mundo son creadas exclusivamente para ser lucidas por las modelos sobre ellas, luego estos diseños, en la mayoría de los casos, no ven la luz. (...)


En esta nueva edición, el certamen madrileño cuenta con novedades de peso: la creación de la plataforma Unico and Cool, a través de la cual se pondrán a la venta en su tienda online las colecciones completas de algunos diseñadores españoles.

Pero, ¿qué es Unico and Cool? Se trata de un proyecto pionero en España que nace con el objetivo de aglutinar a los diseñadores españoles y dar salida a nuevos artistas con una historia detrás: diferente o novedosa. También pretende acercar los artículos de pasarela al público nacional e internacional.

Con esta iniciativa se salvan varios escollos asociados al elitista mundo de la moda de pasarela. Por un lado, la posibilidad de adquirir las prendas exhibidas en el certamen a través de internet, acercando así las colecciones de los diseñadores de la alta costura a la gente de la calle, y por otro lado, se acaba con la dificultad de acceso a marcas emergentes y no comerciables en España, que son difíciles de conseguir por su baja penetración en el mercado español.

Este centro comercial virtual, como ellos mismos se definen, cuenta con dos tipos de tiendas: permanentes con rotación de artículos, en las que se podrán encontrar desde artículos ligados al mundo de la moda y decoración hasta productos gourmet (bebidas y alimentación) y ediciones limitadas, en venta a partir del seis de febrero.

En estas ultimas es donde se "colgarán" las colecciones completas que hayan sido presentadas por los diseñadores en Cibeles. Entre los modistas que se han sumado a esta iniciativa se encuentran David Delfín, Ion Fiz, Ángel Schelesser, Agatha Ruiz de la Prada y Debota & Lomba. El compromiso se extiende durante dos años, o lo que es lo mismo, cuatro colecciones.

"En estos momentos estamos cerrando a otros diseñadores para futuras colecciones" nos aseguran fuentes consultadas de Unico and Cool, desde donde hacen hincapié en que en esta plataforma no van a vender stocks de otras colecciones ni aplicaran rebajas, sino que se tratará de productos exclusivos, especiales y diferenciadores, además de productos que crean tendencia en otros países y viceversa.


Desde el seis de febrero y hasta la presentación de la próxima colección, dentro de seis meses, los 'looks' al completo mostrados en la Mercedes-Benz Cibeles Week Madrid 2012 estarán visibles en el Front Row, sección exclusiva de cada diseñador.

De esta manera, la compra de los artículos se realizará bajo pedido y será recibido por el cliente en un periodo de entre uno y tres meses, dependiendo del diseñador. Eso sí, se le garantiza al comprador que podrá lucir su prenda antes de que ésta adorne el escaparate de las tiendas.

En cuanto a las tallas, los diseñadores adheridos a este proyecto han abierto el abanico del tallaje, adaptándolo a las personas reales, aunque el ancho del abanico dependerá de cada diseñador. De igual manera, si el cliente no esta contento con el resultado se le da la posibilidad de ajustar la prenda a su figura, y en último caso la devolución del producto, bajo unas condiciones.

Y ahora llega lo más peliagudo, ¿cuánto cuesta vestirse como las modelos de la pasarela Cibeles? Depende del diseñador en cuestión, pero los precios van de los 100 a los 3.000 euros.

Un look sencillo con bolso, zapatos, camisa y pantalón oscila entre los 500 y los 700 euros. Si ya queremos incluir alguna frivolité la factura asciende de los 1.000 a los 2.000 euros.

Entre los diseñadores, Devota & Lomba es una de las firmas que mejor se adapta a estos precios, mientras que la colorida Agatha Ruiz de la Prada y el trasgresor David Delfín son los que más se pasan de este presupuesto."             (Cinco Días, 01/02/2012)

8/11/11

Buylevard promociona y vende en línea moda de autor de marcas independientes, dando al cliente la posibilidad de comprar entre un montón de creadores

"Buylevard es el primer marketplace español especializado en la comercialización de diferentes colecciones de moda de autor y quiere convertirse en ese barrio dedicado a la moda independiente y alternativa en la Red. (...)

... el objetivo de la firma es "promocionar y vender moda de autor de marcas independientes, dando al cliente la posibilidad de comprar entre un montón de creadores, sin tener que ir web por web. Así, creamos vínculos directos entre diseñadores y clientes, sin que exista ningún tipo de intermediario. Las prendas van, directamente, desde el taller del creador a la casa del comprador".

En su opinión, la forma de trabajar de Buylevard ofrece ventajas tanto para el creador, ya que "en la plataforma puede subir sus productos y gestionarlos; introducir las tallas que quiere pedir.

Tiene la oportunidad de estar en un sitio en el que, de forma online, aparece sin tener que pagar nada" como para el cliente, que "encuentra ropa diferente que es difícil de hallar en la calle, a no ser que vayas a pequeñas tiendas multimarca del centro de Madrid o Barcelona.

Uno mete sus pedidos y el diseñador hace, individualmente, las prendas para cada persona y todo ello con las mismas garantías que se pueden encontrar en un comercio en la calle", dice la emprendedora.

Aunque ahora Buylevard cuenta con el aval de las ventas y pedidos realizados a través de la página, "prevemos facturar un millón de euros en 2012" y de la buena acogida de los internautas, Gemma aún recuerda cómo el pasado 15 de junio, "el primer día en el que estuvimos operativos", la Ley de Murphie se cumplió una vez más: "Se nos colgó el servidor, aunque, al final tuvimos muchísimas visitas, lo que, sinceramente, nos sorprendió".

A partir de aquel día, el consumidor que entra en la web de Buylevard sabe que va a encontrar prendas de ropa y complementos de nuevos diseñadores y marcas independientes, entre ellos firmas de prestigio como Tass Joies, Ida Johansson, La Importadora o Irismorata.

"Algunas de ellas, incluso, han presentado sus diseños en pasarelas internacionales como Madrid Fashion Week o New York Fashion Week". Luego, una vez que uno ha decidido qué prenda quiere para su ropero, Buylevard se pone en marcha para tramitar los pedidos de modo sencillo y eficaz. "Los pedidos a cada diseñador van a una cesta de compra.

Al finalizar la operación, el cliente recibe un e-mail confirmando su compra, mientras que cada diseñador recibe otro con el encargo correspondiente. Cuando la prenda o el complemento están listos, desde Buylevard mandamos recogerlo al taller del diseñador y lo llevamos a casa del cliente", explica García." (El País, Negocios, 06/11/2011, p. 35)

7/10/11

"Paul van Zyl y Kristy Caylor, fundadores de Maiyet, han buscado artesanos de todo el mundo para que muestren su saber tradicional en prendas contemporáneas... "Al unir a los artesanos tradicionales con el diseño moderno queremos promover la prosperidad"

 "Incorporar la ética a la industria de productos de lujo es un objetivo en la agenda de muchas casas tradicionales y el motor fundacional de otras. En la semana de la moda de París se presentó el segundo número de Ever Manifesto, que lleva aparejado a un concurso de diseño avalado por Gucci. También, la primera colección de una nueva firma llamada Maiyet (en la imagen).

 
Paul van Zyl y Kristy Caylor, fundadores de Maiyet, han buscado artesanos de todo el mundo para que muestren su saber tradicional en prendas contemporáneas. Con ello, se busca promover su papel como pequeños empresarios. Cada pieza especifica la procedencia de la artesanía que muestra y trata de subrayarla con un diseño sencillo y limpio. "Es un modelo de negocios sin precedentes en la industria del lujo", afirmó van Zyl cuando presentó el proyecto en el Clinton Global Initiative de Nueva York en septiembre.

En los hombros, un mosaico de Colombia sobre vestido sin mangas con un estampado pintado a mano en la India. Sandalias de plataforma de Italia

La responsabilidad creativa recae en un equipo que lidera Caylor, que trabajó en Gap y en Band of Outsiders. "Celebramos lo raro y lo inesperado", explican en una nota de prensa. "Al unir a los artesanos tardicionales con el diseño moderno queremos promover la prosperidad. El resultado es una colección que explora la tensión creativa entre el pasado y el presente y descubre la intersección entre la belleza y la dignidad".

De momento, Maiyet trabaja con artesanos de Colombia, Suráfrica, Italia, India e Indonesia y Kenia. Su primera colección, que ha sido comprada por Barney's, incluye ropa, accesorios y joyas y la compañía se ha comprometido a que parte de sus beneficios se destinen a la formación en los talleres. "Lo más poderoso de este trabajo es el impacto que podemos conseguir en sus comunidades", afirma van Zyl. "Esperamos ver un círculo de prosperidad, inversión y desarrollo y un retorno a las raíces artesanales del lujo".

Vestido bordado a mano en la India y cinturón y zapatos fabricados en Italia.

El modelo que Maiyet propone no es en sí mismo tan original. No es muy diferente al de, por ejemplo, Edun (la marca de Bono y su mujer Ali Henson). Lo más interesante es que su diseño funciona. La ética y la estética deben ir de la mano para que estas marquen calen. La ropa, vista en la campaña que protagoniza Daria Werbowy, resulta apetecible sin necesidad de entrar en otras disquisiciones.

Una premisa parecida definió el concurso que Gucci y Ever Manifesto organizaron como parte del proyecto Ever Bamboo, una publicación de 50 páginas editada por Stefano Tonchi (director de W). El bolso ganador y la revista se presentaron el último día de los desfiles en la tienda de Gucci en Avenue Montaigne.

Los estudiantes del Institut Français de la Mode (IFM) tuvieron cuatro meses para proponer el bolso más sostenible que pudieran a partir del modelo Bamboo de Gucci. El ganador ha sido producido por los talleres de Florencia de Gucci y se venderá en varias tiendas de la marca y también online. El objetivo para los estudiantes era conseguir que Frida Giannini considerara el diseño lo bastante apetecible y contemporáneo como para venderlo en sus tiendas. "El éxito está en lograr productos que sean deseables", explicaba Giannini en la presentación. "Está muy bien hacer productos más éticos, pero si nadie quiere comprarlos, ¿a quién le importa?".

De los 18 candidatos, se eligieron tres para que desarrollaran prototipos con los artesanos de Gucci. Las tres piezas aparecen en la publicación monográfica sobre el bambú, segundo número del "periódico ocasional" Ever. Esta especie de revista -sorprendentemente interesante- será distribuida en escuelas de moda y en tiendas Gucci.




Los finalistas fueron Robby Tjia, Fehr Farès (que estudió en el IED de Madrid y desfiló en el FIB en 2009)y Laura Popoviciu. Popoviciu fue la ganadora con un diseño de shopper de algodón reciclado con costuras de hilo de bambú y asas en ese material (en la foto). "Requiere mínimo corte y construcción así que se reduce el consumo de electricidad en las fábricas", señala la revista. "Como se pliega para quedar totalmente plano hasta que llega a la tienda, requiere menos espacio de transporte. Una vez en la tienda, se monta con forma de barco".      (El País, blog 'Delitos y faldas', 07/10/2011, 'Estudios de ética en París', Por: Eugenia de la Torriente)
 

13/6/11

Gisela.com pretende vender 15.000 euros al mes de ropa interior en la Red

"En su pequeña oficina, que comparte con dos empleadas en un centro de negocios de Madrid, Fernández-Velilla se define como "una tendera tecnológica". A finales de abril inauguraron la comercialización de ropa interior a través de su web. (www.gisela.com)

"No esperábamos una acogida así. Actualmente el negocio tradicional no crece, mientras que el potencial en la Red es inmenso. Sin embargo, no queremos pararnos en la tienda online, sino explorar otros proyectos", dice la emprendedora.

Pero ¿es posible comprar algo tan íntimo como la ropa interior a través de Internet? "Si conoces tu talla y copa de sujetador, es fácil. De hecho, tenemos un porcentaje de devoluciones bajísimo, de menos del 1%", dice. Eso sí, las braguitas no se pueden devolver.

No obstante, la web incluye una "guía de tallas" con consejos desbrozados "en cuatro pasos" para ayudar a los indecisos a saber cómo escoger prendas íntimas de mujer, pijamas y ropa para la playa. (...)

"El proceso de compra es fácil, puedes registrarte, pero si no quieres dar muchos datos personales también puedes comprar figurando como invitado. Nuestra prioridad es que la web no solo sea atractiva sino que sea extremadamente sencilla de usar", añade.

"El pago se realiza con tarjeta de crédito o el sistema PayPal, que transmite mayor confianza al cliente y permite no tener que introducir todos los datos cada vez que se entra para adquirir una prenda.

El pedido llega al cliente en dos o tres días" a cualquier punto de la España peninsular, Baleares, Portugal y Andorra.

El objetivo de Circedigital es alcanzar una facturación de 180.000 euros durante su primer año de vida.

En Gisela, la empresa ofline, hay un equipo de diseño de siete personas encabezado por Yolanda Ferrer -hermana de Iván y también socia-, que trabajó para Women' Secret.

"Estar en contacto con las tendencias, viajar a otros países y seguir los blogs sobre moda y temas artísticos" proporciona las ideas para las colecciones -12 al año-, que se fabrican en Asia.

De Oriente las prendas se transportan hasta Málaga, donde está la sede y almacenes centrales de Gisela. Y de la ciudad andaluza a Coslada (Madrid) para la distribución, externalizada a una empresa que se encarga de enviar la ropa a la casa del comprador.

Fernández-Velilla insiste en la necesidad de ponérselo fácil al cliente, que en todo momento "puede consultar en la web el estado de su pedido". (...)

"En este negocio", agrega, "hay que ir de la mano de las blogueras y dejarse ayudar". Por eso invitaron a cinco de estas voces autorizadas a conocer las instalaciones de la empresa en Málaga. "Les abrimos nuestras puertas y les enseñamos todo.

Esto casa además con el espíritu de Internet, que es el de apertura". Junto a las tres personas que trabajan en Madrid, el funcionamiento de la tienda ocupa a otras 12 personas entre expertos en analítica web (medición de audiencias), posicionamiento de la página en buscadores, redes sociales, contenidos, diseño, desarrollo tecnológico...

El objetivo es, si las cosas marchan, ampliar el equipo "pero con cautela. No queremos cargarnos de costes fijos hasta que sepamos el potencial del negocio", advierte." (El País, Negocios, 12/06/2011, p. 37)

20/5/11

"La ropa se vende en la web... Blogueros seleccionan sus prendas favoritas y las ofrecen a sus amigos. Se llevan un porcentaje"

"Cambiar no es fácil. Ni siquiera en un sistema de renovación constante como la moda. Las reacciones que Kavita Parmar obtuvo cuando planteó IOU Project oscilaron entre el escepticismo y la carcajada. Su idea tiene algo de proceso de adopción.

Un artesano en India teje una pieza de dos metros de tela. Le da su apellido. La manda a un sastre en Italia que realiza con ella las prendas que quiera a partir del catálogo de Parmar. Suma su nombre al del primero.

Entre los dos han creado criaturas únicas. No habrá otras con la misma combinación de apellidos, color o talla. Y quien la compre podrá seguir en la Red el rastro de los implicados.

La producción apela a lo personal; la distribución, también. La ropa se vende en la web de IOU o a través de simpatizantes. Blogueros o aficionados seleccionan sus prendas favoritas y las ofrecen a sus amigos.

Se llevan un porcentaje que mengua con el tiempo: del 20% al 12,5%. Desde el lanzamiento el 10 de mayo, 87 personas se han convertido en distribuidores. (...)

Hace dos años empezó a cavilar acerca de IOU Project y trató de que la vendieran las mismas tiendas que sus otras marcas. La imposibilidad de prever el color exacto o el tallaje que recibirían, así como la necesidad de remunerar a los artesanos de forma adecuada y mantener un precio final asequible bloqueó los canales habituales.

Parmar produjo 600 piezas y probó a venderlas en su tienda de Madrid. En 10 días colocó más de 300. "A la gente no le importaba que el tono que quería no estuviera en su talla. Veían en la prenda un valor mayor". (...)

Eso la animó. Formó equipo con su marido y dos socios. Con dos millones de euros pusieron en marcha la idea. "Llevo 15 años en la moda. Es un sistema con demasiado desperdicio. Necesitamos volver a lo artesanal.

Los indios están abandonando sus telares tradicionales para trabajar en fábricas. Cuando la mano de obra no sea tan barata, los empresarios se llevarán las máquinas a otra parte. En Europa, los talleres de costura casi han desaparecido. Se trata de juntar a todos lo que están sufriendo".

Para el lanzamiento, IOU se ha centrado en cuadros de madras y vaquero japonés. Irá lanzando productos de otros materiales según estén listos. En unas semanas esperan contar con alpargatas elaboradas en España.

No hay colecciones ni temporadas. Una camisa ronda los 70 euros y una americana, los 150. "El sistema cambia cuando estos productos llegan al mercado masivo. Se trata de ofrecer alternativas". (El País, 19/05/2011, p. 44)

7/5/11

"Se lanza una competición donde los jóvenes estilistas participan con un boceto que es sometido a la valoración de la comunidad"

"Son tiempos duros para los profesionales de la creatividad y la cultura. Los recortes de los fondos públicos y la disminución de los patrocinadores privados hacen que sea cada vez más difícil encontrar financiación para proyectos artísticos y creativos.

Entonces, ¿por qué no intentarlo con el crowdfunding?

El sistema, que consiste en recoger fondos mediante microfinanciaciones a través de Internet, confía la realización de una iniciativa a la actitud colaborativa de los internautas, el pueblo de la web social. Hay que aprovechar los huecos de la Red para colar proyectos, usar lo que se denomina wikiestrategias.

La práctica se inspira en los principios del crowdsourcing (palabra acuñada por el escritor Jeff Howe y el editor de la revista Wired, Mark Robinson), que consiste en externalizar diversos tipos de trabajo intelectual, utilizando el potencial de la multitud conectada a Internet.

Identificado por The Wall Street Journal como una posible alternativa a los capitales de riesgo, el crowdfunding se está multiplicando en diversas plataformas, como IndieGoGo para el cine, Sellaband para la música y Kickstarter para todo tipo de proyecto artístico y cultural.

También hay colectivos directamente dirigidos al panorama español, como Verkami, fundada en Cataluña por un biólogo, un historiador del arte y un físico, y Lánzanos, creada por tres veinteañeros.

El crowdfunding es uno de los aspectos del crowdpower, el poder de la multitud, una de las principales tendencias contemporáneas (...)

"Los protagonistas del cambio ya no son los héroes culturales, sino las multitudes conectadas", asegura Silvia Mion, responsable de la filial italiana de Zooppa.com, una plataforma que apuesta por un nuevo modelo de publicidad, basado en campañas realizadas por los usuarios de la comunidad, sean o no profesionales.

Zooppa, que ya cuenta con más de 100.000 suscritores y 150 campañas para marcas como Google, Nestlé o Microsoft, lanza competiciones en las que pueden participar todos los usuarios registrados.

Si el área de acción de Zooppa es la publicidad, la de Nextstyler.com es la moda. La estrategia es parecida: se lanza una competición donde los jóvenes estilistas participan con un boceto que es sometido a la valoración de la comunidad.

El traje ganador es producido sin coste por parte del diseñador, que obtendrá un porcentaje sobre las ventas realizadas directamente a través de la tienda online del sitio.

"En Nextstyler los propios usuarios crean, votan, producen y compran. Es la comunidad ideal para los adictos a la moda, que buscan siempre ropa sorprendente, innovadora y exclusiva", indica Mary Palomba, fundadora del proyecto.

Su propósito es dar vida a una marca de moda, en la que los futuros compradores son involucrados (a través de su voto) en la realización de los productos.

Sin embargo, no todo lo que atañe las nuevas formas de wikiculturas es positivo. Estas prácticas abren el debate sobre la explotación laboral de talentos, el incremento de la precariedad en las profesiones creativas y, a largo plazo, incluso la posible desaparición de los profesionales de la creatividad.

Lo explica el economista italiano Alberto Cottica, experto en políticas culturales, autor del libro Wikicrazia y creador de Kublai, una comunidad para poner en contacto personas e instituciones públicas. Opina que "en muchos casos el problema del desarrollo creativo radica en la falta de interlocutores.

Mucha gente tiene ideas brillantes, pero no sabe a quién contárselas y nosotros promocionamos el encuentro en un espacio virtual seguro y orientado al resultado". (El País, 07/05/2011, p. 50)