2/6/10

Hacer I+D desde la tradición. Astilleros Triñanes facturó 1,2 millones de euros el pasado año

"El mercado se ha acostumbrado a asociar poliéster con modernidad, y de nosotros depende romper con esa idea". Teniendo en cuenta que Galicia es la única región de Europa occidental en la que aún quedan astilleros de ribera activos, la tarea suena a reto de vida o muerte.

Los estudios han demostrado que ni poliéster ni acero mejoran, en prestaciones, a la madera en barcos de 5 a 25 metros de eslora; que los navíos construidos en pino y eucalipto -"las maderas que utilizamos aquí"- son beneficiosos, incluso en casos de hundimiento -"son materiales biodegradables", defiende.

Hasta se ha comprobado que el aprendizaje del oficio puede ser una útil herramienta de reinserción social. "En el centro de formación A Aixola (de Marín, Pontevedra), el único lugar en el que se puede obtener el título oficial de carpintería de ribera, se dan cursos a personas con problemas de distinto tipo. Y es que, según parece, ver crecer algo que sale de tus manos es tremendamente positivo para la autoestima y la realización personal".

Total, que todo son ventajas en un oficio que, sin embargo, ha perdido terreno en el mercado porque "hacemos buenos productos, pero no sabemos venderlos. Por eso necesitamos un reglamento nuevo que regule nuestra actividad, conseguir sellos de calidad, informar al armador que trabajamos con nuevas técnicas y que, gracias a ellas, hemos superado los problemas de mantenimiento que tenía antaño el barco de madera", asegura Triñanes. (...)

"Había que buscarse la vida. La construcción artesanal de un barco es más cara y lleva más tiempo que si se fabrica en acero, por eso había que complementar ingresos". Así, aprovechando las valiosas enseñanzas de la universidad de la vida, "es la manera en la que aprendes a servirte de lo que te da el entorno. Por ejemplo, que teniendo buenas maderas autóctonas (el 80% de las maderas empleadas en la construcción de un barco, roble, pino y eucalipto, crecen en Galicia) puedes ahorrarte la importación y un buen dinero", asegura el empresario.

Astilleros Triñanes facturó el año pasado 1,2 millones de euros. "Un navío de unos veinte metros de eslora y seis de manga puede tener un coste que ronda en la actualidad los 280.000 o 300.000 euros", explica. La facturación habla de la solidez en la demanda de un producto con amplia tradición en Galicia y que puede tener futuro fuera de ella." (El País, Negocios, 3o/05/2010, p. 35)

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