"¿Qué
pasa si reutilizamos los desechos de madera para hacer casas pequeñas y
otras construcciones? Esta es la idea detrás de Ashen Cabin, una
pequeña casa diseñada por el estudio de diseño HANNAH. De madera de
fresno infestada de cenizas, una especie de insecto escarabajo, la
compañía estadounidense utilizó tecnologías 3D
y robótica para erigir una cabaña en el bosque. A esto le sumamos otros
elementos impresos en 3D, como, por ejemplo, la chimenea.
A medida que la impresión 3D se desarrolla en el mercado de la construcción,
ofreciendo soluciones alternativas para erigir las paredes de nuestras
futuras casas, parece que va de la mano con un respeto más profundo por
el medio ambiente. Cada vez hay más iniciativas para utilizar los
recursos y materiales locales, para reducir nuestra huella de carbono o
incluso fomentar una economía circular. Nos acordamos, por ejemplo, de
Gaïa, una casa impresa en 3D
cuyas paredes han sido fabricadas a partir de residuos a base de arroz.
Ashen Cabin se une a este movimiento combinando escaneo 3D, impresión
3D y descomposición de fresnos infestados. En los Estados Unidos, estos
últimos son muy numerosos: las larvas del barrenador de la ceniza
esmeralda se asientan debajo de la corteza del árbol para consumir su
floema. Luego crean diferentes galerías que evitan que el agua y los
nutrientes del árbol circulen adecuadamente, lo que hace que las cenizas
se debiliten o incluso mueran.
Por lo tanto, el estudio HANNAH decidió reutilizar
esta madera infestada que a menudo se quema para acelerar su
descomposición. Sasa Zivkovic, cofundador del estudio, explica: “Los
fresnos infestados a menudo se descomponen o se queman para producir
energía. Desafortunadamente, ambos escenarios liberan CO2 a la
atmósfera, y la ventaja de usar fresnos comprometidos para la
construcción es que unen carbono a la tierra y compensan la explotación
de las especies de madera más comúnmente utilizadas”. Concretamente, desde un escáner 3D,
el estudio pudo recuperar datos de varios trozos de fresnos,
permitiendo que un robot de 6 ejes cortara los troncos de acuerdo con un
diagrama muy preciso. Toda la madera forma la fachada de la pequeña
casa.
Además de este método de construcción original,
HANNAH ha apostado por la impresión 3D de hormigón para erigir varios
elementos de su cabaña, como la base completa, el piso, los accesorios
interiores formados por nueve segmentos de hormigón que encajan entre sí
e incluso la chimenea. Leslie Lok, el segundo cofundador del estudio,
agrega:
“Sabemos que el hormigón es responsable del 8% de las
emisiones totales de CO2. Mediante el uso de la impresión 3D, eliminamos
la necesidad de encofrados innecesarios y podemos depositar hormigón de
manera inteligente y solo cuando sea estructuralmente necesario, lo que
reduce considerablemente su uso al tiempo que preserva la integridad
del edificio”. La cabaña fue construida en uno de los bosques de
Ítaca: ¿por qué no disfrutar de un momento de calma? Encuentra más
información del proyecto AQUÍ." (Imprimalia, 27/05/20)
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