"La deportista norteamericana de snow board Amy Purdy ha sido una de
las grandes estrellas de los recién clausurados Juegos Olímpicos de Río
de Janeiro (Brasil) por su memorable actuación durante la ceremonia
inaugural en el estadio de Maracaná, tal como se hizo eco la prensa
deportiva mundial.
Así, el diario Marca destacó cómo la estadounidense, que sufre
amputación en las dos piernas, bailó con sus prótesis como si se tratase
de una profesional de la danza, mejor que el 90% de los que asistían
desde las gradas al espectáculo. Su historia, igual que el baile que
hizo, es todo un ejemplo de superación.
Los médicos le diagnosticaron menos del 2% de posibilidades de vida.
Tenía sólo 19 años y toda la vida por delante, pero una meningitis
bacteriana se cruzó en su camino. Parecía letal y poco a poco le fue
robando la salud.
Primero fue la circulación de sus piernas, que tuvieron que acabar
amputándolas. Después, al año, le provocó un fallo multiorgánico y
empezaron a fallar los riñones. Su padre acabó donándole uno para que
pudiese sobrevivir cuando ella tenía 21 años.
Pero Amy no quería sobrevivir, sino VIVIR en mayúsculas y no sólo
salió adelante sino que su espíritu de superación y lucha se convirtió
en fuente de inspiración para otros. "Perdí mis piernas y encontré mi
alma. Fue el final de una Amy y el principio de otra, y me encanta la
nueva Amy", dice.
De hecho, no volvería atrás si pudiera, no cambiaría
su vida por la de alguien con dos piernas porque a ella las prótesis no
le han robado nada, ha sabido seguir exprimiendo la vida. Lo único que
cambiaría sería el sufrimiento de su familia durante su enfermedad.
"Soy una mujerbot, mitad mujer, mitad robot, combinándolo con un
montón de espíritu y pasión por la vida". Así se define ella y esa
pasión la pone en todo lo que hace, ya sea bailar -ganó el programa de
televisión estadounidense 'Dancing with the stars'-, escribir un libro
('En mis dos pies' se convirtió en un bestseller), diseñar una colección
de ropa, lucir como modelo llevando faldas o vestidos cortos sin
complejo por sus prótesis o en el deporte, donde tiene un bronce en
snowboard en los Juegos Paralímpicos de Sochi (2014).
Tal como, por su parte, recogió El Mundo, Amy Purdy bailó samba junto
a un brazo robótico gigantesco de la empresa alemana Kuka porque el
baile inaugural exploraba la relación entre los seres humanos y la
tecnología. Lo que pocos saben es que en ese espectáculo tuvo un papel
esencial la impresión 3D y una empresa española, Recreus, ya que el
vestido que lucía la atleta paralímpica fue posible gracias al "taller
de costura digital" de esta compañía alicantina y a su filamento
FilaFlex, considerado como el primero de naturaleza flexible para las
impresoras tridimensionales.
La organización de los Juegos buscó a un diseñador de moda con perfil
tecnológico. No hay tantos. Dieron con la israelí Danit Peleg, que ya
había experimentado con la impresión 3D.
El problema es que los materiales del mercado, sobre todo el PLA, no
encajaban con su propósito. Resultaban demasiado duros y rompibles. «No
pude llegar muy lejos porque el material era inflexible, que es la
verdadera clave de un tejido real», comenta la artista en su blog. Hasta
que conoció FilaFlex.
Ignacio García es la mente que se esconde detrás de esta composición y
de Recreus. Este joven dejó su empleo estable para crear un producto
flexible que pudiese ser impreso en 3D. Tuvo hasta que desarrollar
maquinaria propia para hacerlo posible. Pronto empezó a recibir pedidos
de todo el mundo. Desde el MIT y la Universidad de Columbia hasta Google
han recurrido a su materia prima.
Pero para promover el uso de su compuesto, este ingeniero industrial
empezó a colgar en internet sus propios diseños de forma gratuita. Y así
creó «las primeras zapatillas impresas en 3D del mundo», que cualquier
podía imprimir en casa. Vio entonces el potencial de la tecnología en el
ámbito de la moda y en Danit Peleg, a una compañera de camino ideal.
Alicante no está precisamente cerca de Israel, pero en el nuevo
concepto que promueve García de «taller de costura digital», la
distancia no es problema. Para la confección del vestido de Amy, se
dividieron el trabajo. La diseñadora imprimió «cerca del 50%» del traje
en su casa, pero por cuestión de tiempo, Recreus le ayudó con la otra
mitad.
«Tenemos más impresoras 3D que ella», indica García. Después,le
envió las piezas a Israel y ella se encargó de montar el puzzle. «Es
como cortar los patrones y coserlos», comenta. Aunque aquí, el diseñador
puede escoger entre el hilo y la aguja o nuevos pegamentos especiales
flexibles, que la empresa española también suministra.
Este nuevo modelo de costura cambia las reglas del proceso actual.
Los talleres pueden estar cerca, lejos o incluso en casa del consumidor.
¿Qué pasará con la mano de obra costurera? Las máquinas ya son capaces
de crear piezas perfectas... Recreus apuesta por la «automatización» de
todos los procesos. Aunque, «de momento», no imprime piezas de terceros,
sí es capaz de fabricar un material en 24 horas y enviarlo al cliente
al día siguiente. Y todo gracias a su flexibilidad.
Es habitual que la materia prima se acabe atascando en el extrusor de
la máquina. Recreus lanza este mes de septiembre un nuevo extrusor que
permite imprimir filamentos «aún más flexibles y con durezas más bajas».
«Nadie ha llegado a esta elasticidad», señala García. Si un material
normal tiene un shore (grado de dureza) de un 90A, con el nuevo
extrusor, el español llega a 55A.
«A más baja dureza, más elástico es el
material», explica. Sin perder de vista, el aumento de velocidad.
«Tardamos 80 horas en imprimir el vestido de Amy y sin nuestro extrusor
habrían sido 400», añade. «Estamos a la cabeza a nivel mundial en
velocidades de impresión en material flexible», destaca. El resultado es
un material «lo más parecido posible a la silicona».
El problema de ésta es que cuando alcanza una temperatura superior de 300º se quema, con lo cual es inviable su impresión en 3D.
Pero con el nuevo extrusor, los filamentos impresos en 3D consiguen un nivel de flexibilidad «muy similar» al de la silicona.
Para Peleg, la enfermedad de Amy Purdy fue «como un renacimiento».
Por eso se inspiró en 'El nacimiento de Venus' de Botticelli . «Las
formas de diamante de la composición y el color 'nude' me sirvieron de
guía para el diseño del vestido», dice en su blog.
Plantillas FilaFlex es perfecto para plantillas ortopédicas, por eso
Recreus participa en Gensole, donde cualquiera puede crearse sus propias
plantillas gratuitamente." (Imprimalia, 20/09/16)
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