"El mes pasado en Toronto fue presentada la primera impresora 3D capaz de imprimir objetos blandos.
Más concretamente un oso de peluche aunque, según sus creadores,
quieren ser una herramienta que sea capaz de imprimir dispositivos
electrónicos también. Algo muy útil para quienes están investigando en
incorporarlos a la ropa.
Esta impresora, trabaja con plástico derretido y el cabezal está
modificado para que funcione con una aguja hilada y pueda trabajar
haciendo diferentes capas como si fuera un trabajo de costura. Una
aproximación diferente a los modelos de mallas que utilizan las
impresoras 3D para introducir patrones geométricos y conseguir esa
rigidez de la que hablábamos al principio.
Esto es sólo un primer paso porque quieren que su impresora 3D también
sirva para imprimir sobre otros objetos e introducir componentes
electrónicos sin comprometer la estructura del objeto original. Esta
sería una gran utilidad para la impresión de circuitos sobre la ropa por
ejemplo.
Habrá que seguir de cerca este proyecto y ver si finalmente da el paso
para llegar a los modelos comerciales. A día de hoy, soy bastante
escéptico con la aplicación de las impresoras 3D al día a día de una persona cualquiera.
Se pueden imprimir objetos de todo tipo, sí, pero su rigidez hace que
muchas veces no sean útiles por si mismos salvo que queramos crear algo a
partir de un montón de piezas." (Xataka, 18/05/2014)
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