"(...) La energía solar es aquélla que aprovecha la radiación solar como
fuente de energía. Los tipos de energía solar se dividen en dos: energía
solar térmica y energía solar fotovoltaica. La energía solar térmica
transforma la energía de los rayos del sol en calor, que se transmite a
un fluido para utilizarse directamente en sistemas de calefacción y
calentadores de agua, o generando vapor para mover una turbina que a su
vez produce electricidad.
La energía solar fotovoltaica transforma
directamente la radiación solar en electricidad. Esta conversión se
realiza en dispositivos semiconductores llamados células solares.
Actualmente, existen diferentes tecnologías de células solares, siendo
el silicio la más abundante, seguido por los dispositivos de lámina
delgada (CIGS, CIS, CdTe) y otras tecnologías de nueva generación:
células multiunión, de banda intermedia o de portador caliente, entre
otras.
Las aplicaciones de la energía solar fotovoltaica se dividen en dos
grupos: sistemas autónomos, ubicados en puntos a donde no llega la red
eléctrica, y sistemas conectados a la red eléctrica. Los sistemas
conectados a la red se dividen, a su vez, en dos categorías: grandes
centrales fotovoltaicas, llamadas “huertas solares”, que se encuentran
ubicadas lejos de los lugares de consumo de la energía eléctrica; y
sistemas fotovoltaicos integrados en edificios.
Para estos últimos, al
encontrarse asociados a un punto de consumo (el propio edificio), es
posible el autoconsumo: consumir directamente la energía generada sin
necesidad de pasar por las redes de transporte y distribución.
Actualmente, resulta más barata esta modalidad de operación que adquirir
la energía de la red eléctrica
Para hacernos una idea de la cantidad
de fotovoltaica necesaria: el consumo de una familia promedio podría
abastecerse con tan sólo de 2kW de potencia fotovoltaica, que ocupa 15m2.
Es importante añadir, pese a algunos mitos tristemente extendidos, que
un sistema fotovoltaico genera durante su vida entre 10 y 30 veces la
energía que se invirtió en su fabricación, siendo por tanto una fuente
de energía sostenible.
Hemos visto distintas aplicaciones de la energía solar fotovoltaica, y
alguno puede pensar “todo esto está muy bien, pero nuestras ciudades no
están preparadas para un despliegue a gran escala”. ¿Es esto cierto? O
dicho en otras palabras, ¿cómo están diseñadas nuestras ciudades desde
el punto de vista del aprovechamiento solar? Esa pregunta también nos la
hemos hecho en el IES, y la hemos podido responder, al menos, con el
ejemplo de la ciudad de Vitoria-Gasteiz.
Hemos analizado las cubiertas
existentes y comprobado que si se aprovechasen las que la normativa
española (Código Técnico de la Edificación) considera “aceptables” se
podría generar anualmente más del 75% de la electricidad que consume la
ciudad. Las ciudades tienen además la ventaja de que sus redes
eléctricas son en general más robustas que las de entornos rurales, por
lo que el grado de penetración de tecnologías como la solar fotovoltaica
puede ser mayor.
Así pues, no tenemos excusa para desaprovechar un
recurso renovable, extendido y democrático como es el sol, y suplir con
él parte de nuestras necesidades energéticas cotidianas." (Instituto de Energía Solar de la UPM, La Marea, 21/09/2014)
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