1/9/09

Financiando y distribuyendo películas gracias a la red

"En lugar de esperar subvenciones y recibir el no de las productoras, apuestan por la desintermediación total: financiar, publicitar y distribuir en la Red su primer largometraje.

Tres estudiantes de la Universidad Politécnica de Madrid (UPM) están convencidos de que ése es el futuro del cine. El guión, titulado El cosmonauta, está prácticamente listo. La productora para agitar la idea, Riot Cinema, funcionando. El equipo de rodaje, 60 personas, cerrado. Las localizaciones, fechas y demás detalles, perfilados. Falta lo importante, el presupuesto.

"Necesitamos 158.000 euros para rodar la película e ingresar luego 292.000 más para cubrir costes y pagar al personal", explica Nicolás Alcalá, de 22 años, director del proyecto junto con Carola Rodríguez (22) y Bruno Teixidor (23).

Para lograrlo, han lanzado un proceso de crowdfunding en Internet. Cualquier que lo desee, a partir de dos euros, puede ser productor y financiar la iniciativa. Quien aporta 1.000 euros o más se convierte en inversor, es decir, accionista con derecho a un porcentaje proporcional de los ingresos posteriores.

De momento, funciona. "En dos meses hemos recaudado 6.000 euros de 447 personas y un inversor. Si todo marcha como hasta ahora, estaremos rodando en abril o mayo", dice Carola Rodríguez.

El crowdfunding no es nada nuevo en la Red ni en el cine. En 2006, el director americano Robert Greenwald reunió 367.000 dólares de más de 3.000 internautas para realizar el documental Iraq for sale. La novedad de El cosmonauta es que circulará en alta definición completamente gratis en Internet, bajo licencia Creative Commons.

Aquí reside lo verdaderamente complejo: generar ingresos con la distribución online. "Incluiremos publicidad no invasiva y venta asociada de productos. Es como la música, la gente no paga por canciones, pero sí por conciertos, camisetas o pósters firmados de sus artistas", dice Teixidor. "La clave es combinar estos nuevos canales con los tradicionales".

Aun así, de poco sirve el cóctel de distribución independiente y publicidad viral si el contenido no es de calidad. El público decidirá. El guión cuenta la historia de un astronauta enviado a la Luna cuyo rastro se pierde en plena misión. Meses después se restablece la conexión y la nave consigue regresar. Cuando la abren, está vacía. Él sigue comunicándose por radio y asegura haber aterrizado en la Tierra. Dice haberla encontrado desierta.

"Jugamos con el misterio de saber qué ocurre en realidad. Siempre nos atrajeron las historias de cosmonautas, esos personajes misteriosos anteriores a Yuri Gagarin. Vimos la exposición Sputnik, de Joan Fontcuberta, y decidimos lanzarnos con la historia", comenta Teixidor. (...)

Tal vez sea la única salida para jóvenes talentos. Según el Ministerio de Cultura, de los 173 largometrajes españoles rodados el año pasado, el 25% no han llegado a una sala de cine. Y de los estrenados, menos de la mitad, el 43%, superaron los 100.000 euros de recaudación. "Es un asunto escabroso", dice Rodríguez." (El País, Ciberpaís, 30/07/2009, p. 5)

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