"Este robot, como podéis deducir por el título del post, cuenta con
atributos bastante curiosos: se puede fabricar en una impresora 3D y una
vez se ha construido, él mismo se monta gracias a la utilización de materiales con efecto térmico de memoria.
O lo que es lo mismo: cuando se calienta, algunas partes de su
cuerpo cambian de forma. Lo que le permite, calentándose de una forma en
concreta, ir doblándose y uniéndose para acabar montando su forma
final. Hay que matizar, eso sí, que la batería y el motor lo tenemos que instalar nosotros previamente de forma manual.
(youtube)
Otra característica, que podéis ver en el vídeo, es el hecho de que estos robots se mueven como orugas geomensoras. Esas orugas que, seguro hemos visto alguna vez en un documental o en dibujos animados, se mueven levantando todo su cuerpo.
El proyecto es bastante curioso, especialmente si tenemos en cuenta
que el único proceso donde interviene el ser humano se puede automatizar
con otro robot. De momento su utilización práctica parece un poco
limitada pero sólo es cuestión de empezar a plantearse posibles usos." (Xataca, 09/05/2013)
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