"Sus amigos en Ribadeo le dicen que ha perdido la cabeza, pero él
aprieta su “corazonada”. “Si no lo hacemos nosotros, lo hará otra
persona, pero tarde o temprano aparecerá”, suelta Anxo Armada al
teléfono desde Barcelona, donde este gallego de 25 años apura las
últimas curvas de una Ingeniería de Telecomunicaciones.
Se refiere a
Bandeed, la plataforma de conciertos bajo demanda que está a punto de
lanzar en la Red. No será la única en su especie, pero sí pionera en el
contexto español. La idea es muy sencilla: una plataforma de crowdfundinga tres bandas en la que interactúan salas, bandas y espectadores. Conciertos “viables” al margen de la “burbuja” especulativa.
Cada usuario tendrá su perfil, su avatar y sus particularidades. Una
sala debería señalar los días que tiene libres para programar, qué es lo
que busca y con qué condiciones esta dispuesta a trabajar. Los artistas
podrán colgar vídeos, compartir canciones, ponerle cara a quien los
apoya en la taquilla y ofrecerse a tirios y troyanos. La tercera pata es
el espectador.
Podrá aportar ideas, asociarse con otros para promover a
tal grupo en tal bar en no sé qué fecha y sobre todo comprar entradas a
precio reducido. Resumiendo: se deja caer una propuesta, se sondea a la
comunidad, se concreta, se vende con un descuento del 50% el aforo
mínimo y listo. Si falla alguna pieza, el engranaje para y nadie se
gasta un duro.
Ese es el propósito básico de Bandeed, según su promotor, y su forma
de financiación. “Valoramos la posibilidad de cobrar una cuota fija,
pero no nos parece justo”, explica. “Finalmente hemos optado por
reservarnos un 5% de la venta de entradas en los conciertos que lleguen a
celebrarse, que es un porcentaje inferior al habitual en las empresas
de ticketing. Si un directo promovido en la web no cuaja, por la razón que sea, no cobramos nada. Tampoco soy partidario de la publicidad”.
Dice Armada que lo que sabe de la industria musical lo aprendió a
golpes. De los seis años que estuvo ligado a Telecogresca, una fiesta
universitaria de proporciones nada universitarias que se celebra desde
1978 en Barcelona, cuatro los dedicó a contratar grupos. “Llamaba a todo
el mundo, sin límite.
Hasta le escribí a Sonic Youth para ver si podían
venir a tocar, pero contestaron amablemente que no estaban de gira”,
recuerda. “Me llevé muchos palos. Me di cuenta de que era un sector
inflado por el dinero público. Treinta años de conciertos gratis han
hecho mucho daño”.
El prototipo de directos sostenibles está a punto de ponerse a prueba
con un equipo de media docena de personas. Este mes en www.bandeed.com
se simula en gallego, catalán, castellano e inglés un dispositivo de
micromecenazgo para financiar el concierto de presentación. Será el 5 de
octubre en la sala Salamandra de L'Hospitalet, jura Armada. Al día
siguiente se abrirá la plataforma. “Si no funciona aquí”, aclara, “lo
hará en otro sitio”. (El País, 03/09/2012)
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