"¿Qué significa ser socialista en el siglo XXI? es otra pregunta que exige respuesta. (...)
¿Qué significa ser obrero en el siglo XXI? (...)
¿Qué son para el socialismo actual los creadores de Tuenti, Twitter, Facebook, Google..? (...)
Pero ha ocurrido que, en agosto, Movistar ha comprado Tuenti por 70 millones de euros. (...)
Ser socialistas en el siglo XXI es tratar de articular una nueva forma
de relacionarse con aquellos sectores que tienen a su disposición un
gran patrimonio tecnológico y ponerlo al servicio de España, de esos
sectores y de la juventud española que crea, arriesga, fracasa y
triunfa, mediante un sistema de colaboración simbiótica que permita un
beneficio para el país, para las empresas y para los jóvenes creadores
del siglo XXI.
Invertir 70 millones en comprar el resultado del trabajo
de una cuadrilla de jóvenes es tan absurdo como tirar el dinero por el
balcón. Las empresas tecnológicas españolas, y todas aquellas que han
decidido apostar por la innovación, resultarán más útiles y rentables a
España si el impuesto de patrimonio del siglo pasado se sustituye por un
acuerdo de inversión equivalente entre el Gobierno y esas empresas,
aplicable a dotar de contratos a los jóvenes españoles que se encuentren
capacitados para elaborar proyectos innovadores que, sin duda,
generarán conocimiento, en primera instancia, y competitividad a
continuación.
Ser socialista en el siglo actual es apostar por una nueva forma de
recaudar e invertir el patrimonio acumulado en la nueva sociedad. Se
trata de articular un gran pacto con la sociedad del que formen parte
del Estado, la empresa y los jóvenes creadores.
En eso debería
consistir ser socialista ahora; en ser capaces de descubrir y abrirse a
la sociedad invisible, tan presente en tantas partes y tan ignorada por
los responsables políticos e institucionales. Sociedad invisible formada
por seres anónimos, creadores, innovadores, arriesgados, que no pierden
la ilusión ni el optimismo, porque saben que cada fracaso no es el fin,
sino el principio de una acumulación de conocimientos que, tarde o
temprano, se plasmarán en un gran proyecto que, con el paso del tiempo,
será comprado por una gran multinacional que no creyó en ellos hasta que
no triunfaron.
El socialismo del siglo XXI deberá ser capaz de asumir y
compartir el riesgo de los creadores de este momento.
Para
responder a los retos del siglo en el que vivimos, el socialismo
necesita la complicidad de todos aquellos que deseen interactuar con ese
pensamiento y la complicidad de los nuevos exploradores que saben que
el futuro está a nuestro alcance.
El socialismo del siglo XXI, si
gobierna tras las próximas elecciones, debería comprometerse a hacerse
cargo de los gastos sociales y del seguro de desempleo de todos aquellos
exploradores que sean contratados por empresas o inversores que decidan
adentrarse en esos terrenos de innovación y de invención de nuevas
iniciativas.
Se trataría de pensar de una forma distinta lo que hasta
ahora ha sido la Responsabilidad Social Corporativa de las empresas." (JUAN CARLOS RODRÍGUEZ IBARRA: Socialdemocracia y nueva sociedad. El País, 01/10/2011)
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