"Los 40 miembros de AVE María se citan todos los jueves a las ocho en un
bar del Casco Vello de Vigo. Todo el mundo lo sabe, también la policía,
pero no se mete.
La Asociación Viguesa para o Estudo da María, que
cuenta entre sus integrantes con algunas personas de más de 60 años,
esconde sus cultivos colectivos en fincas repartidas por la provincia,
que van cambiando cada año para despistar a los agentes. Son para
autoconsumo, y también para enfermos que acuden a ellos.
Ayudan, por ejemplo, a personas que han comprobado (algunas animadas
por sus médicos) cómo desde que fuman cannabis la quimioterapia no les
provoca náuseas. También a pacientes como Javier, enfermo de esclerosis
múltiple, al que en vista del éxito le han asignado en exclusiva, para
abastecerlo, una parcela y un cultivador.
"Los espasmos de la pierna",
explica Luis Otero, portavoz de AVE María y prejubilado de Telefónica,
"le han reducido muchísimo, de 150 a 50 por día". Para estos enfermos,
la alternativa al cultivo (o a la adquisición en el mercado negro a un
precio que alcanza los 10 euros el gramo) es el Sativex, un aerosol que
se aplica bajo la lengua y que, según AVE María, "se puede comprar en
Povisa por 250 euros". El Sergas "no extiende receta".
Cuando la
Guardia Civil irrumpe, tijera en mano, en una plantación de las del
grupo (una asociación legalmente registrada y con estatutos) y detiene a
un compañero, los demás socios se presentan a una en el juzgado con una
hoja autoinculpatoria que ya tienen preparada.
Por lo general, los
jueces archivan las denuncias que les presentan los agentes y todo queda
en nada, pero a esas alturas, los detenidos (por supuesto, a veces,
enfermos en tratamiento) seguramente han tenido que pasar la noche en
los calabozos y se han quedado sin cosecha.
En algunas ocasiones,
la imputación por "delito contra la salud pública" prospera, y entonces
toca pagar. Por lo general, que llegue a haber juicio depende del tamaño
del cultivo, cuando no hay manera de demostrar que se planta maría por razones terapéuticas o simplemente para el autoconsumo. (...)
No obstante, entre las últimas detenciones también había gente que
claramente plantaba para vender. "Con la crisis", reconoce el vendedor
(con licencia de actividad) de semillas, lámparas de calor y circuitos
de riego por goteo, algunas personas están cayendo en la tentación de
ampliar el pequeño huerto que los abastecía, porque hasta en una mala
cosecha, con la venta ilícita "puede sacarle a cada planta 200 euros". (...)
También se suelen celebrar ferias y eventos con permiso municipal en los
que se venden productos relacionados, ceñudas convenciones de catadores
y grandes fumadas colectivas como el San Canuto vigués, según AVE María
"con permiso de la Subdelegación del Gobierno". Allí, la multitud fuma
porros y los agentes "merodean, pero no actúan". (...)
Pese a que la zona donde más prospera la marihuana son las Rías Baixas,
las hay sembradas al aire libre en toda la comunidad. Un vecino de
Quiroga explica que allí funciona, más que la venta, el trueque. El otro
día, un anciano de su parroquia le ofreció un depósito para gasoil de
1.000 litros a cambio de una parte de su cosecha, camuflada entre la
vegetación courelá.
AVE María calcula que las plantaciones al exterior,
actualmente, pueden llegar a 1.500 en toda Galicia. Cuando se descubren
suele ser "por chivatazos de vecinos" enfrentados, aunque las llamadas guerrilheiras, plantadas en pinares o carballeiras, suelen aparecer durante los trabajos de prevención (o extinción) de incendios. (...)
"En Galicia hay más control que en el resto de España por los fuegos
forestales. El Seprona anda mucho por el monte", comenta uno de los dos
socios de North of Seeds, una empresa distribuidora (la primera que hay
en Galicia) de distintas variedades de semilla de cannabis feminizadas
(la droga se obtiene de las plantas hembra).
North of Seeds fue fundada
hace un año en Caldas a consecuencia de la crisis del ladrillo:
"Trabajaba en la construcción y me quedé en el paro", cuenta el
responsable, que prefiere obviar su nombre, "entonces, decidimos montar
la empresa". El objetivo es llegar a ser un banco (producir semilla
propia) pero, de momento, la compran fuera, la envasan y la distribuyen a
tiendas, siempre especificando en la etiqueta que está prohibido
plantarla y solo es un objeto de "colección". Otras marcas dicen "de uso
decorativo".
Tres semillas cuestan unos 25 euros. En 12 meses, y
siendo aún unos desconocidos, los de Caldas han despachado 8.000
semillas de éxito casi garantizado ("el 98%" van para arriba). Pero esta
cantidad, los distribuidores veteranos "pueden venderla en una semana",
aseguran en North of Seeds. "Solo por las semillas, un grow saca al año 80.000 euros". (El País, Galicia, 02/10/2011, p. 5)
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