"- ¿Cómo ha cambiado el mundo desde su blog de Tinta Malva hasta aquí?
- Bueno, fundamentalmente la comunicación, que es el entorno en el cual pensamos y sentimos, se ha transformado. Los medios de comunicación se han hecho, a la vez, globales y locales, mediante la trasmisión digital se pueden recombinar distintos medios y entonces, lo que antes era una comunicación muy local y en la que había pocos canales y pocas formas de difusión de los mensajes, en estos momentos hay una enorme constelación que está en todo el mundo, en términos de los medios de comunicación tradicionales de televisión, de radio, de prensa escrita, etc.
Pero
sobre todo, el gran cambio, se ha producido en los últimos 10 o 12 años
con la difusión de la comunicación horizontal, es decir, aquella que no
va de uno a muchos, sino que va de muchos a muchos y cada uno emitiendo y
seleccionando sus propios mensajes, a través de Internet, a través de
redes inalámbricas.
Y esto ha abierto las fronteras de la comunicación a
cualquier persona que puede organizarse su propio canal de comunicación
y organizarse sus propias redes de comunicación.
Por tanto, hoy día
estamos en un sistema de comunicación doble: el de los medios de
comunicación de masas y el de lo que yo llamo la “autocomunicación de
masas”, la comunicación que nos seleccionamos nosotros mismos, pero que
tiene el potencial de llegar a masas en términos generales o a aquellos
grupos de personas o personas que seleccionamos en nuestras redes.
- Dicen los agradecimientos de “Comunicación y Poder” - y lo voy a leer textualmente - : “Este es otro libro más, pero especial para mí, ya que reúne mis investigaciones y mi deseo de que pueda ser mejor, gracias a la comunicación libre entre la gente. Lamentablemente, como verá cuando pase esta página, las cosas no son tan sencillas”. Y ahí quiero preguntarle yo, no son tan sencillas, ¿es verdad profesor?
- Dicen los agradecimientos de “Comunicación y Poder” - y lo voy a leer textualmente - : “Este es otro libro más, pero especial para mí, ya que reúne mis investigaciones y mi deseo de que pueda ser mejor, gracias a la comunicación libre entre la gente. Lamentablemente, como verá cuando pase esta página, las cosas no son tan sencillas”. Y ahí quiero preguntarle yo, no son tan sencillas, ¿es verdad profesor?
- No, no son nada sencillas y, al mismo tiempo, no son tan sencillas de entender pero, al mismo tiempo, muy simples en el término de la ecuación del porqué las cosas no van. Y es porque quien tiene el poder organiza las reglas del juego: el poder económico, el poder mediático, el poder político. Y, por tanto, todo consiste en que esas reglas del juego no cambien, porque es en lo que se basa su poder y, por tanto, hay quien tiene sus intereses y sus valores mejor servidos en la organización de la sociedad que otras personas. Entonces esto depende de que se mantenga el control máximo posible de la información y que, además, los canales de comunicación sean verticales. Es decir, de unos pocos que controlan la comunicación a los muchos que no tenemos comunicación alternativa. Bueno, esto es lo que está cambiando, fundamentalmente. Pero cuando digo que no es tan fácil, es que aunque Internet y las redes móviles permiten una multiplicidad y una horizontalidad de la comunicación, al mismo tiempo las grandes empresas, también poseen los canales de comunicación de internet y los gobiernos también poseen una cierta capacidad, no decisiva afortunadamente, pero una cierta capacidad de controlar e intimidar la libre circulación de ideas en Internet y en los medios de comunicación móvil. Por consiguiente, en principio, la tecnología permite una apertura del mundo a la comunicación, pero los poderes económicos, políticos y mediáticos siguen intentando controlar. Y el resultado de todo esto varía según momentos y países y todo esto depende, siempre, de la capacidad que tenga la gente de movilizarse para defender su derecho a la libertad.
- Corríjame si estoy equivocado profesor, pero ¿podría pensar yo que, a pesar de que tenemos la sensación de que tenemos mucha más capacidad de influencia, de que tenemos mucha más libertad a la hora de informarnos y por tanto de movernos en estas redes, puede ser solamente una percepción, una ilusión óptica y que realmente no sea así?
- No, no. Yo creo que es una muy buena pregunta, pero no, materialmente no. Yo creo que tenemos cantidad de información y de estudios que muestran que la gente tiene muchísima mayor capacidad de intervenir en el espacio de la comunicación masiva, a partir de Internet, que en cualquier otro momento en la historia. Y esto es así, porque hablando concretamente, porque las grandes empresas - pongamos Murdock que, además de muchos medios de comunicación en el mundo, tiene también “myspace.com” - entonces lo que ocurre es que hoy día, las barreras de entrada en el mundo de los medios de comunicación de Internet, son muy bajas. La tecnología está al alcance de cualquier estudiante listo y el capital necesario para crear un canal tipo “youtube” en Internet es, una vez que ya se ha descubierto cómo se puede hacer, francamente es relativamente fácil. Por lo tanto hay cientos y cientos y cientos de alternativas, sólo que unos son más sofisticados que los otros. Pero si “youtube” practica la censura o si “myspace.com” practica la censura, o si “facebook” censura lo que se dice y lo que no se dice, simplemente la gente se cambia a otro espacio social, se cambia a otro medio social y abandona lo que había. Como usted sabe bien, esto es lo que le pasó al primer gran espacio social de comunicación, a “aol.com”, que era el gran invento, el gran desarrollo. Cuando aol.com intentó coartar el espacio de comunicación, simplemente la gente lo abandonó y, prácticamente, se hundió como espacio social (tiene otras aplicaciones comerciales pero muy poco en el espacio social). Entonces en cierto modo, digamos que para vender lo que puedan vender en términos de publicidad, en términos de obtener datos sobre la gente, las empresas de Internet tienen que aceptar la libertad de expresión en Internet. Porque eso es lo que busca la gente: organizarse, expresarse y relacionarse libremente. Lo mismo con los gobiernos.
Los gobiernos odian Internet fundamentalmente, porque es un desafío básico a lo que siempre fue su fundamento de poder, que es el control a la comunicación y a la información, siempre, en toda la historia. Entonces los gobiernos dicen “sí, internet sí, pero para lo que a mi me sirva”. Y siempre ponen los mismos casos: la pornografía infantil, el terrorismo. Como si esto fuera, fundamentalmente, un problema de Internet. Esto es un problema de la sociedad y los terroristas no utilizan Internet más que para propaganda, no para organizarse. Lo mismo que lo utiliza todo el mundo, todos la utilizamos para todo, para lo bueno y para lo malo. Por eso los gobiernos odian que algo escape a su control. Pero al mismo tiempo tampoco pueden tener un poquito de Internet, Internet está o no está. Y si no se desconecta, por ahí circulan toda clase de informaciones. Se puede intentar controlar, como hacen, por ejemplo, en China con medios muy potentes. Pero aún así, no simplemente lo consiguen contra lo que la gente cree, por la sencilla razón de ¿cómo se hace materialmente el control de Internet por parte de los gobiernos? Pues, por análisis de contenido, por robots, es decir, por sistemas automáticos que buscan palabras claves que pueda interpretar un robot, como que no hay que decir: Tiananmen, democracia, Tibet, Taiwán, pornografía. De hecho hay una lista que se conoce de unas 60 palabras que son las palabras que utilizan los robots de análisis de contenido de las empresas de censura china. Si no se hace ninguna imprudencia en este sentido, los robots no son capaces de controlar. Hay otros sistemas más manuales, más capaces de intimidar a la persona que maneja el web master o a la persona que maneja cada web. Pero esto es mucho más artesanal y mucho menos eficaz. Entonces finalmente, lo que hacen los gobiernos para controlar Internet es lo que siempre ha hecho la policía, es decir, tener una lista de sospechosos habituales y buscar controlar los correos electrónicos y las webs de estos sospechosos. Pero ocurre que hoy día, además, ha habido un cambio fundamental en los últimos meses en realidad, en que ya el correo electrónico no es lo más importante en Internet. Desde julio de 2009 el número de usuarios de los espacios sociales de comunicación, tipo facebook y otros, es mucho mayor que el de correo electrónico.
- Facebook y twitter.
- Si. Aunque twitter no es el mayor. Facebook tiene 450 millones de usuarios en este momento y Twiter tiene 105 millones. Y además twitter se ha estancado, en cierto modo, porque no permite una interacción suficientemente rica, como otros espacios sociales. Y sobre todo porque twitter, lo bueno (era y sigue siendo) el hecho de que se podía interactuar fácilmente por el móvil. Pero en la medida en que entramos ya en la época del I-phone y otros dispositivos móviles que pueden entrar directamente en Internet, entonces puedes estar en facebook con tu I-Phone sin problemas y esto está dando una gran ventaja a los espacios sociales, con mucha mayor amplitud de banda.
- Y yo me pregunto, profesor Castells, ¿no está cambiando, entonces, ese poder de los gobiernos a algo que se llama “Google”? Es decir, ¿no estamos dándole un excesivo poder a estos motores de búsqueda que controlan lo que aparece en esa red? Al final, el motor de búsqueda de Google, que selecciona unas cosas, que prima unas sobre otras, al final le estamos dando a esa empresa privada todo ese poder que quizás le estamos quitando a los gobiernos salidos de las urnas.
- Bueno, lo de los gobiernos salidos de las urnas con muchos condicionamientos y en una pequeña parte del mundo. Pero en cualquier caso, Google tiene un enorme poder, sobre todo tecnológico y de ser vehículo de control, pero Google en la batalla por la libertad en estos momentos, es más un aliado que un enemigo.
Porque los que realmente están intentando controlar, los que
mejor pueden controlar, son las empresas que son propietarias de los
canales de comunicación.
Hablando claro: las empresas de
telecomunicación y cable. Porque aquí si que el tipo de censura es mucho
más directo: te cortan el acceso, a menos que haya alguna intervención
judicial que cambie en otro sentido.
Pueden cortar el acceso, pueden
restringir el acceso, pueden diferenciar enormemente el acceso según los
criterios que quieran. Y esto es lo que se llama la “batalla sobre la
neutralidad de la red”.
Por ejemplo, en Estados Unidos ha sido muy
importante porque - por ejemplo - en la administración Bush estaban
entregando, más o menos, lo que llaman las “redes” a las grandes
empresas de telecomunicación y a sus criterios y, aquí, Obama hizo una
campaña muy fuerte para preservar la neutralidad de la red y, cuando
ganó, nombró al nuevo presidente de la Comisión Federal de
Comunicaciones, que está intentando mantener esta neutralidad.
Ahora bien, Google naturalmente que tiene poder, en la medida en que es una máquina de búsqueda que utiliza sus propios criterios. Ellos dicen que los algoritmos son aleatorios pero, en realidad, no es así. Ellos utilizan sus propios criterios, ellos condicionan lo que se busca y lo que no se busca.
Ahora bien, Google naturalmente que tiene poder, en la medida en que es una máquina de búsqueda que utiliza sus propios criterios. Ellos dicen que los algoritmos son aleatorios pero, en realidad, no es así. Ellos utilizan sus propios criterios, ellos condicionan lo que se busca y lo que no se busca.
Pero lo que no pueden hacer es controlar el acceso,
controlar la comunicación, porque cuanto más tráfico en Internet y
cuanto más indiferenciado y más masivo y más activo, mejor.
O sea, ellos
viven de incrementar la comunicación libre en Internet, no de limitarla
a aquello que les interesa. Es un negocio. Google no es una ideología,
es un negocio. Y cuanto más Internet, más comunicación, más negocio para
Google. De todas maneras, lo que sí es cierto de lo que usted dice, es
que es absolutamente necesaria una regulación seria en beneficio del
interés público.
Una regulación de toda la comunicación y, en
particular, de Internet. Por ejemplo, en Cataluña, tenemos el Consejo
Audiovisual de Cataluña que tiene una actividad bastante seria y en
función del interés público. Aún así, estos consejos y estos reguladores
son, a veces, excesivamente politizados. Pero lo que es fundamental es
que regulan el interés público, no el interés del gobierno.
Porque -
insisto - los gobiernos son enemigos de Internet. Las empresas de
Internet tienen que hacer negocio por Internet y, por tanto, están de
acuerdo con su desarrollo cada vez mayor. Y todo esto tiene que ser
regulado públicamente, como hay de hecho regulación en la mayor parte de
los países.
El problema es que muchos de estos organismos reguladores
están penetrados por intereses privados y por intereses políticos." (Manuel Castells, Laondadigital)
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