Obra del artista Jesús Madriñán para el proyecto de Baleiro Ponlle nome
"Pero las carencias que hoy estimulan la eclosión de proyectos como el
Furancho de Arte Contemporánea (FAC), impulsado en la parroquia
compostelana de la Peregrina por Ania González junto con los artistas
Olmo Blanco y Diego Vites, no se alejan tanto de las de aquellas
primeras décadas de la democracia.
Continúa la precariedad laboral, acentuada por la crisis y las
políticas neoliberales. Y siguen faltando, para dar a conocer las obras,
espacios intermedios entre la galería privada y los principales museos.
Y no solo eso. En la opinión de Ania, las Administraciones demuestran
una “grave desatención a la producción cultural del contexto”, es decir,
a la creación de artistas gallegos y no gallegos que trabajan en
Galicia.
El Furancho nació para dar salida a ese “excedente”. Función
semejante cumple El Halcón Milenario, espacio expositivo situado en el
centro de Vigo. “Muchos artistas no tenían dónde exponer. Nosotros
teníamos un piso y pensamos, ¿por qué no?”, señaló en el CGAC una de sus
responsables.
La inquietud por la integración en el contexto social es una de las
características que comparten este tipo de iniciativas. Es el caso,
también en Vigo, de Alg-a, colectivo que encontró en la tradición
asociativa de Valadares, donde se sitúa su espacio de trabajo, un sólido
punto de apoyo.
“Tenemos en la actualidad varias líneas de
investigación. Una tiene que ver con la relación comunitaria con el
entorno y con la parroquia. Otra es la de permacultura y
bioconstrucción. Otra es la de experimentación sonora y visual”, relata
uno de los miembros de Alg-a, Man Hauser.
El cooperativismo y otros modos de economía comunitaria constituyen
uno de los ejes en los que se basa la subsistencia de estos proyectos.
El otro es el voluntarismo. Y no hay acuerdo entre los distintos
colectivos sobre las implicaciones de este hecho. “¿Por qué todo tiene
que dar dinero?”, se preguntan desde El Halcón.
FAC no renuncia, sin
embargo, a la búsqueda de viabilidad: “Somos profesionales y queremos
vivir de nuestro trabajo”, señala Ania. Las dificultades económicas
fueron, precisamente, uno de los factores que condujeron al cierre, en
Vigo, del local de la asociación Amalgama, tras convertirse en referente
en la actividad cultural de la ciudad.
La “creación de comunidad” es, según Miguel Anxo Rodríguez,
investigador del proyecto de la Universidad de Santiago Canles
alternativas de creación experimental. O eixo atlántico (1975-2012), uno
de los principales logros de este tipo de colectivos. No conviene, sin
embargo, ni despreciar sus aportaciones ni “heroizarlos”. “Yo no haría
distinción entre los contenidos de estos espacios y los
institucionales”, explica el profesor.
“Porque, cada vez más, puedes ver
a los mismos artistas en unos y en otros. Lo que sí son es más
flexibles en cuanto a protocolos”, asegura. Otra cuestión es en qué
medida el modelo horizontal que propugnan puede servir para abrir
caminos en el panorama actual del arte.
En este sentido, Daniel L. Abel, de Baleiro, se muestra cauto. “No
nos consideramos modelo de nada ni posible salida. Lo que hacemos no es
reflejo de una situación ideal, sino del problema de la precariedad”,
afirma. El intercambio es, así, condición fundamental para la
permanencia de estos colectivos.
Son habituales las colaboraciones entre
ellos, y con proyectos no concebidos para el arte, como los centros
sociales autogestionados o iniciativas como Olholivre o Universidade
Invisíbel, que agrupan a profesionales de otros sectores.
Internet facilita los contactos. “Son colectivos con una gran
capacidad para adaptarse a la falta de recursos... y al propio contexto,
integrándose más con el ciudadano. Están creando una red cada vez más
fuerte”, señala la investigadora Lucía Romaní, autora de la tesis
Mecanismos de transformación da idea de arte pública, de la Universidad
de Vigo. Parte de ellos abrieron canales de colaboración con las
instituciones. Y esto formula debates sobre los posibles beneficios que
estas pueden obtener de su precariedad." (El País, Galicia, 24/07/2012)
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