"Las bacterias son los organismos más abundantes del planeta. Podemos
encontrarlas en todos los hábitats terrestres y acuáticos: aguas
calientes, desechos radioactivos, las profundidades del mar, el interior
de la corteza terrestre...
Y, gracias al trabajo que están desarrollando diez alumnos de la
Universitat Politècnica de València (UPV), en un futuro no muy lejano,
podremos también modificarlas de forma casera con una máquina sencilla
del tamaño de una caja de zapatos.
El artilugio en cuestión ha sido bautizado como Printeria y es el
proyecto con el que la UPV, en colaboración con el Instituto de Biología
Molecular y Celular de Plantas (IBMCP) -centro mixto de la UPV y el
Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC)- competirá del 25
al 28 de octubre en iGEM 2018, el concurso de biología sintética que
organiza anualmente el Massachussets Institute of Technology (MIT) en
Boston (Estados Unidos).
Hoy por hoy, Printeria está pensado como una poderosa herramienta
didáctica y artística, además de como un sistema de automatización de
procesos de laboratorio, pero a medio plazo podría servir incluso para
imprimir insulina en casa.
Printeria consta de un software, un hardware y un kit compacto de
laboratorio; y pese a su apariencia, es tan sencillo de manejar como una
impresora doméstica. De hecho, cuenta con un sistema de carga de
líquidos similar a la de los cartuchos de impresora, y como ellos, son
sustituidos por recambios cuando se agotan. "Es intuitivo, es simple, es
doméstico y puede cambiar el mundo", afirma Roger Monfort, estudiante
del Grado en Ingeniería Biomédica y líder de iGEM UPV.
Como otras revolucionarias impresoras 3D, Printeria tampoco usa tinta
como material de impresión, sino una amplia colección de piezas de ADN
que, gracias a la tecnología Golden Gate, se ensamblan para obtener
diferentes unidades de transcripción que modifican genéticamente un
chasis bacteriano específico.
"La idea", explica Monfort, "es que los profesores de instituto
puedan tener uno en clase para que los alumnos pasen de la teoría a la
práctica y aprendan in situ a modificar organismos genéticamente,
empezando por lo básico: añadir fluorescencia a una bacteria o un aroma a
menta. Y que, con ello, pierdan el miedo a la biología sintética".
En cualquier caso, como indica el líder de iGEM 2018, "tiene más
aplicaciones.
Hemos previsto una versión profesional para
investigadores, equipada con un software más completo. Será como tener
un laboratorio convencional en un tamaño mini que, gracias a sus
opciones más avanzadas, puede automatizar procesos de modificación
genética más complejos. Con eso, liberamos al científico de las
prácticas más mecanizadas y garantizamos la calidad del resultado,
puesto que secuencia operaciones que ahora se hacen prácticamente a
mano".
"Así mismo", añade Monfort, "permite al bioartista producir sus
propias materias primas a partir de organismos vivos. En el bioarte se
utilizan bacterias, tejidos, cultivos, etcétera, como expresión de
multitud de posibilidades creativas.
Printeria facilita y democratiza
este tipo de arte experimental, puesto que pone al alcance de cualquiera
materiales vivos y únicos", concluye el líder de iGEM UPV.
iGEM UPV forma parte de Generación Espontánea, el programa de la UPV
destinado al fomento de actividades extracurriculares realizadas por
grupos, equipos y/o asociaciones de la Universidad, contribuyendo de
esta manera al desarrollo formativo y adquisitivo de competencias
transversales.
Formado por diez estudiantes de diversas disciplinas -Biotecnología,
Ingeniería Biomédica, Ingeniería Informática, Ingeniería en Tecnologías
Industriales, Ingeniería Eléctrica y Bellas Artes- al equipo le espera
un intenso verano en el laboratorio.
La UPV participa en iGEM desde el año 2006 con excelentes resultados.
Todos los proyectos presentados obtuvieron la máxima valoración del
jurado (medalla de oro) y dos de ellos, Sexy Plant, en 2014 y Hype It,
en 2016, consiguieron además premios especiales.
iGEM (International Genetically Engineered Machine) nació en 2003
como una competición de verano dirigida a los alumnos del MIT. Tan solo
un año después, la prueba adquirió carácter internacional y su
crecimiento ha sido de impresión. No en vano, esta edición hay inscritos
340 equipos de todo el mundo. Entre ellos, el próximo mes de octubre,
intentará sobresalir la UPV con Printeria. " (Imprimalia, 28/07/18)
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