"No, todavía no tenemos coches hechos con impresoras 3D, aunque están
de camino, pero sí tenemos piezas y herramientas de la cadena de montaje
que se realizan por impresión 3D.
Opel, la filial de General Motors, ha publicado recientemente que ha
incorporado la impresión 3D a su cadena de montaje, y si bien algunos
medios se han tomado la libertad de decir que "40 piezas del Opel Adam
Rocks se realizan por impresión 3D", cabe matizar este sensacionalista
titular. Lo que Opel está utilizando son herramientas, concretamente
plantillas y guías, que han realizado por impresión 3D para ayudar en la
cadena de montaje.
Las plantillas y guías de plástico son realizadas por un equipo de
ingenieros del departamente de simulación visual comandado por Sascha
Holl que realizan las piezas en Rüsselsheim para distribuirlas por las
cadenas de montaje europeas de la marca.
El hecho de realizar estas piezas con impresoras 3D hace que se
abaraten en un 90%, al ser tiradas muy cortas que no compensa realizar
por moldeo, además de poder realizar cambios en su diseño de forma
rápida para mejorar la utilidad de ésta. De momento son 40 las
herramientas que están usando, aunque Holl afirma que "en el futuro, más
y más herramientas por impresión 3D serán integradas en la cadena de
montaje".
Estas plantillas y guías se utilizan para ayudar en el montaje y
alineación de diferentes partes del vehículo, como el parabrisas, el
techo solar, faros y un largo etcétera. Las guías fueron diseñadas a la
par que el vehículo, por si cambian algunos aspectos del diseño del
mismo, las guías se vuelven a realizar de forma rápida y sencilla.
Antes de usar la impresión 3D, estas plantillas se realizaban de
forma casi artesanal, mecanizando un molde para las piezas de plásico.
La tecnología de impresión 3D les permite desarrollar piezas que serían
imposibles de otra forma, además de realizar sucesivas iteraciones sobre
el modelo inicial hasta ajustar de forma muy precisa su forma final,
sin ningún coste añadido.
La firma ya utiliza herramientas por impresión 3D en las cadenas de
montaje de los modelos Insignia y Cascada y próximamente lo hará en los
Corsa, Vivaro y Mokka que saldrán de la factoría que la empresa tiene en
Zaragoza.
Otras marcas también están introduciendo la impresión 3D en
diferentes partes del proceso productivo. Daimler, en colaboración con
el Fraunhofer Institute y Concept Laser están trabajando en una
impresora 3D de tamaño XXL que sea capaz de producir piezas metálicas de
los vehículos. En este caso utilizan una tecnología de sinterizado
selectivo por láser (SLS).
Honda, por su parte, está incorporando la impresión 3D de una forma
más informal, al ofrecer archivos para impresoras 3D de sus modelos para
que cualquiera en su casa imprima una versión a escala.
Ford ya anunció el año pasado que utilizaba impresoras 3D para las
labores de prototipado, acelerando los tiempos de desarrollo y
permitiendo a sus ingenieros realizar iteraciones sobre las piezas hasta
conseguir un diseño óptimo.
La firma norteamericana afirma que se ahorra millones de dólares en
el desarrollo de producto al eliminar la necesidad de herramientas muy
específicas y moldes para piezas que suelen sufrir modificaciones en su
proceso de producción, además de permitir a sus ingenieros experimentar
con ideas radicales e innovadoras de forma rápida y económica.
Con los métodos tradicionales, un ingeniero diseñaría el modelo CAD
de un colector de admisión y tendría que esperar cuatro meses para el
prototipo que costaría unos 500.000 dólares. Con la impresión 3D Ford
realiza la pieza en cuatro días, incluyendo varias iteraciones y
modificaciones sobre el diseño original, a un coste de 3000 dólares.
La empresa ya está planeando su estrategia para incorporar la
impresión 3D a la producción y no sólo al desarrollo de producto. Para
ello sigue muy de cerca los avances en las tecnologías de fabricación de
piezas metálicas." (Imprimalia, 26/0/2014)
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