13/12/13

Un sistema español que potencia las renovables y genera hidrógeno a presión


"Después de treinta y cinco años y quince millones de euros en inversión dicen que lo tienen. Una tecnología 100% ecológica para generar, almacenar y procesar energía a través del hidrógeno sin la necesidad de estar conectado a una red eléctrica. Vamos por partes.

Tina Systems es una empresa española, creada este mismo año, orientada al sector energético. Sus fundadores llevan más de tres décadas investigando, junto a un equipo de científicos y electroquímicos del Instituto Kurchatov de Física Nuclear de Moscú, una receta que sitúe el hidrógeno en medio de la ecuación energética para estructuras que se encuentran lejos de la red eléctrica. Estructuras como una escuela o un centro médico en lugares de acceso remoto, un respiro en las zonas más deprimidas del planeta.
La clave está en la eficiencia del sistema. La energía la obtienen de cualquiera de las renovables conocidas; después, el excedente se conserva en forma de hidrógeno comprimido en unos módulos de 15 metros cuadrados diseñados por la compañía. Así, cuando no hay sol o falta viento, las reservas se transforman en electricidad.

 De las ventajas habla Ricardo Blach, ingeniero de telecomunicaciones y portavoz de la startup: "El gran problema de las energías renovables es que no tenemos control sobre el acelerador. Si es de noche o hace mal tiempo, no se recibe energía. La solución es almacenarla, pero las baterías normales no devuelven toda, sino un 80% de media. La ventaja de almacenarla en hidrógeno es que se recupera el 100%".
De modo que la gestión energética de estos módulos no solo es más eficiente, sino que también es más económica. Se vende por 95.000 euros, una cantidad que representa entre la cuarta y la sexta parte del precio de otras instalaciones similares. Un solo módulo es capaz de generar hasta 18 Kwh/día y tiene una vida útil estimada en 25 años.


No obstante, el centro de la innovación de Tina Systems se encuentra en el generador de hidrógeno. Protegido con diversas patentes, lo definen como "un electrolizador único en el mundo" que, a través de renovables y agua, es capaz de producir H2 a alta presión.

El hidrógeno es el elemento químico más ligero y es preciso comprimirlo para explotar sus ventajas como combustible para automóviles, por ejemplo, ya que de otro modo ocuparía demasiado espacio físico. El proceso de compresión habitual tiene el handicap de ser poco ecológico y caro, tanto en términos energéticos como económicos.
Por eso Blach y su equipo prescinden del compresor mecánico. "Nuestro sistema genera el hidrógeno a 300 bares gracias a un electrolizador tipo PEM. Con esta presión un vehículo tiene una autonomía de 80 ó 98 kilómetros. Los grandes fabricantes están exigiendo en torno a los 700 bares como mínimo para competir con las prestaciones de un motor de gasolina, y en éste aspecto estamos trabajando".

 Según explican desde la empresa, su proceso de producción de H2 y O2 por electrólisis del agua no genera ningún tipo de desecho contaminante. Es también plug and play; basta con conectar una manguera al automóvil para repostarlo.
Éste es, sin duda, el meollo de la innovación de Tina: el hidrógeno almacenado puede transformarse de nuevo en electricidad o bien emplearse directamente para alimentar cualquier mecanismo que se nutra del gas a presión. Una suerte de autoabastecimiento futurista que, como habrán notado, hace caso omiso a los combustibles fósiles.




Tina Systems dispone de un proyecto piloto funcional en la localidad de Muñoveros, en Segovia, que incluye un Toyota Prius modificado para funcionar con hidrógeno a presión. Han contratado los servicios de los bancos de negocios GBS Finanzas y SGI Cambium para elaborar un plan de negocios que iniciará la producción y comercialización de los módulos energéticos en el segundo semestre de 2014.
El objetivo es autoabastecer a escuelas, centros médicos y pequeños talleres industriales de áreas desfavorecidas, principalmente en África y América Latina, regiones que engloban a la mayor parte de los 1.800 millones de personas en todo el mundo que no tienen acceso a la energía eléctrica.

 Consideran que, cuando el precio del barril de petróleo rompa la barrera de los 200 dólares, se producirá tal escasez que la oferta será incapaz de abastecer la demanda, momento en el que se setarán las bases de la conocida como economía del hidrógeno.
Con estos mimbres, no es de extrañar que las previsiones de facturación de Tina Systems para los próximos siete años superen los 800 millones de euros "en un escenario conservador".                         (Teknautas, 12/12/2013)

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