Sánchez y Mandayo, cofundadores de Lupeon, en las oficinas de la empresa en Santiago de Compostela
"Cuando Luis Mandayo regresó a casa tras pasar un curso en
Viena lo tenía claro. Sabía que su única salida era fundar su propio
negocio si no deseaba emigrar de nuevo. Aquellos largos meses en la
capital austriaca le habían servido para estudiar, acabar su tesis y
recoger ideas para el futuro.
De vuelta a su Galicia natal, y asociado con su amigo
Adrián Sánchez, ha desarrollado un proyecto con el que prácticamente ha
dado el salto a una nueva dimensión. «Dicen que no hay mayor fracaso que
no intentarlo. Por eso decidimos arriesgar nuestros ahorros y fundar
Lupeon», cuenta Mandayo sobre esta empresa pionera que imprime en 3D bajo demanda.
Es decir, hacen realidad (objetos físicos) cualquier diseño que
necesite el cliente. Así, por ejemplo, si se rompe la placa de plástico
embellecedora de un enchufe no hará falta que demos mil y una vueltas
para encontrar un recambio, ya que esta compañía es capaz de reproducir
un modelo idéntico.
Para ello, estos dos veinteañeros compraron tres impresoras FDM
(modelado por deposición fundida) de 3D. Unas máquinas que sirven para
crear piezas con plástico ABS –«como el de los Lego o gran parte de los
coches»– o el biodegradable PLA. Pero no se limitan a fabricar
recambios.
En la actualidad, sus principales clientes son empresas que
buscan representar prototipos que por ahora solo existen sobre plano.
«Maquetas para mostrar a los clientes o para saber si el proyecto va por
el buen camino», afirma Luis Mandoya.
No por ello es necesario que la pieza en cuestión esté
dibujada con un programa informático de diseño en tres dimensiones. «No
todo el mundo sabe hacerlo. Cualquiera que tenga una idea y no sepa
plantearla puede recurrir a nosotros.
Lo hacemos por ellos. También
hemos llevado a cabo técnicas de fotometría que consisten en sacar
instantáneas de todos los detalles de la pieza para reproducirla»,
explica. Una labor que se simplificará en cuanto reciban el escáner 3D,
previsiblemente antes del final del verano.
Además tienen previsto adquirir nuevos modelos de impresoras.
Y es que a medida que vencen las patentes de esta tecnología, su precio
ha bajado de forma vertiginosa (algunas han alcanzado el 10% de su
precio inicial). «Se ha rebajado tanto que ya no son asequibles
únicamente para las grandes multinacionales», comenta Luis Mandayo.
Incluso se ha creado una sociedad que ha desarrollado máquinas de este
tipo a bajo coste utilizando la posibilidad del ‘hardware’ libre, lo que
se ha denominado ‘RepRap’.
Pese a contar con una céntrica oficina en Santiago de
Compostela, muy pocos llaman a su puerta. La mayor parte de su negocio
llega por Internet. De hecho, cada día reciben una media de cuatro pedidos en su web (que fue diseñada por ellos mismos).
Aun así subrayan que, como a toda ‘start-up’, les queda
mucho camino por recorrer. «Estamos creando un modelo de negocio
inexistente hasta el momento y nuestro objetivo es crecer como compañía a
medida que este nicho de mercado se vaya desarrollando», aseguran los
fundadores de Lupeon y añaden que con el paso del tiempo esperan contratar a tiempo completo a tres personas que actualmente ya colaboran con ellos.
«En Viena yo alucinaba con la calidad de impresión que
posee este tipo de tecnología, que incluso puede replicar la estructura
de los huesos», declara Luis Mandayo. Relata cómo vio una importante
ocasión de hacer negocio, ya que aunque existían negocios de este tipo
en Estados Unidos y la Unión Europea aún no había ninguna en España y Latinoamérica (de donde reciben la mayoría de sus encargos).
Además de en el presente, sus ojos ya están fijados en el
futuro, cercano y lejano. Entienden que, en el día de mañana, el precio
de las impresoras 3D seguirá cayendo y se convertirán en asequibles para
cualquier particular.
«Probablemente en el futuro habrá una en cada
casa, como sucede en la actualidad con las de papel. Pero siempre será
necesaria la existencia de centros especializados para encargos más profesionales», sostiene Mandayo.
Aun así, no quieren limitarse a ser un simple centro de
«reprografía 3D» y han montado una incipiente comunidad para creadores
que quieran darse a conocer. Personas que compartan con el resto de
usuarios algún diseño propio y, de esta forma, puedan embolsarse una
comisión." (Hoy.es, 06/08/2013)
2 comentarios:
Yo compré una lámpara muy original y un lapicero que son la envidia de toda la oficina.
Hola quisiera dar mi opinion sobre el trato rapido y amable que he recibido por parte de la empresa Lupeon, a la hora de responder a un pedido de varios articulos que le solicité. Sin duda cuando lo necesite volveré a contar con ellos.
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