14/3/11

El periodista-agencia que 'twittea' la revolución árabe... 16 horas al día

"Mientras debatíamos si los levantamientos en Túnez, Yemen, Bahréin, Egipto o Libia hubieran tenido lugar sin las redes sociales o si éstas serían capaces de derrumbar a un dictador, un periodista estadounidense decidió twittear la revolución.

Andy Carvin es el responsable de la estrategia de Medios Sociales de NPR, la radio pública de Estados Unidos. Dedica unas 16 horas y 400 mensajes al día a cubrir los acontecimientos en el mundo árabe a través de Twitter.

"Me han llamado 'hombre agencia'", reconoce Carvin. "Pero yo lo veo más como retransmitir noticias de forma abierta e interactiva". Roza los 30.000 seguidores y sus 1.600 fuentes son otros profesionales a los que sigue en Túnez o El Cairo, participantes de las revueltas, miembros de organizaciones y usuarios de la red social en general.

Carvin escribe mensajes propios o reenvía los de otros usuarios. Cuenta lo que ve en Al Yazira, actualizaciones de agencias de noticias o el último dato recabado por NPR. Y también pide voluntarios para subtitular un vídeo de Libia en You Tube, responde a preguntas, reenvía mensajes de la competencia y pregunta cuando le faltan datos.

Comparte información desde su puesto de trabajo, desde su casa -"no te imaginas la cantidad de tweets que se pueden enviar mientras calientas la cena en el horno", declaró en una entrevista- y sigue pegado a su iPhone mientras da una conferencia a la misma hora que comparece Mubarak. (...)

El consumo de noticias y su distribución han cambiado. La cantidad de información disponible en internet cada vez es mayor y hace más difícil seleccionar lo más interesante y relevante. Por eso muchos denominan el trabajo de Carvin como "curation" o moderación de contenido.

Igual que el "curator" de un museo elige las mejores piezas para una exposición, el periodista rastrea sus miles de fuentes en Twitter para dibujar en directo un mapa de lo que ocurre a miles de kilómetros.

"Los presentadores de televisión escuchan las actualizaciones de sus productores, reciben notas con información y tienen que decidir a la vez qué van a preguntar a sus invitados. Cuando no están en pantalla, deciden qué preguntar a sus productores. En cierto modo yo hago lo mismo, pero en Twitter", explica.

"Hay cierta idea de que moderar significa simplemente que los periodistas seleccionan el mejor contenido producido por ciudadanos y después lo comparten", afirmaba Carvin en una entrevista realizada en Washington por Ana Alfageme, responsable de Medios Sociales de EL PAÍS.

"Yo creo que también tenemos la posibilidad de hacer análisis al observar la situación general, además de facilitar la conversación entre todos los implicados".

Habilidades periodísticas

Para Carvin la moderación requiere, además, las mismas habilidades periodísticas que en cualquier otro soporte. Durante estas semanas, la pregunta que más veces ha repetido es "¿fuente?" en referencia al origen de una información para confirmarla.

"Tienes que ser escéptico ante todo lo que encuentras y reconocer que cuando la gente te manda información, muchas veces será subjetiva, sobre todo si están implicados en la situación.

Tienes que hacer preguntas difíciles y determinar si tus fuentes son fiables. En ese sentido, es muy similar al periodismo tradicional, solo que ocurre en la red".

El periodista de NPR recoge información, decide qué merece la pena compartir y si tiene confirmados los datos, lo dice. Si no puede verificarlos, manda un mensaje pidiendo ayuda. "Mis mensajes en Twitter no son una serie de titulares, es una operación abierta para recabar información y el público está invitado a ayudar".

Carvin no consiguió docenas de fuentes fiables de un día para otro. Hace unos años, durante un viaje a Túnez, conoció a varios blogueros a los que ha seguido desde entonces. A partir de esos nombres, fue tirando del hilo, escuchando conversaciones y añadiendo usuarios que informaban en directo desde allí.

David Clinch, antiguo editor de la sección internacional de CNN y ahora director de Storyful, defiende que escuchar es la clave. "Moderar contenido exige estar escuchando. Hay muy pocas personas en Túnez y en Egipto, como hubo en Irán, que estén utilizando las redes sociales, pero se escuchan entre ellos y después conectan con nosotros [los periodistas].

Nosotros somos su audiencia", explicó Clinch en un evento sobre coberturas en directo organizado por el diario New York Times.

"Espero que demuestre que valoramos al público no sólo como audiencia, sino también como una comunidad de gente inteligente, con experiencias y áreas de interés diferentes", comenta Carvin. "Al respetar la inteligencia del público, creamos una conexión en la que son más proclives a ayudarnos cuando lo necesitamos". (...)

La emisora ha apostado en esta ocasión por dejar que Carvin hiciera todo este trabajo desde su cuenta personal en Twitter y no desde una cuenta institucional. Nos cuenta que esto juega a su favor porque durante los últimos cuatro años ha desarrollado relaciones con su seguidores.

"Los lectores tienen una relación diferente con las cuentas institucionales que con las cuentas personales. Las instituciones son percibidas como impersonales, mientras que mi cuenta es sólo mía, la gente asumió que esa era la cuenta a seguir" comenta. "Cuando tengo cualquier pregunta, la gente me responde rápidamente porque saben quién soy".

El experimento de Carvin dio un giro sorprendente cuando hace dos semanas empezó a recaudar dinero para la emisora. Los más atrevidos ya reflexionan si ha encontrado el futuro de la financiación online.

Varios seguidores le preguntaron en privado si podían donarle dinero directamente a él o a una organización en Oriente Medio y agradecerle así su cobertura. Como las normas de la organización no lo permiten, Carvin pidió que hicieran la donación a cualquier emisora local de NPR. " (Periodismo con futuro, blog de El País, 13/03/2011)

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