20/10/11

Cultivando setas con posos de café... y financiándose en la red

"Setas con café. Un biólogo vigués crea un compost con posos para la cría de hongos gourmet.

Generalmente el destino final de los posos del café no es otro que el cubo de la basura. Quien dice tener dotes adivinatorias se aventura a vaticinar el futuro a través de la cafeomancia, un complicado proceso en el que el cliente debe tener la precaución de no beberse hasta la última gota y procurar dejar unos cuantos posos para que el supuesto oráculo pronostique el porvenir del cafetero.

Los más prácticos aprovechan los sedimentos de la cafetera como remedio casero para desatascar tuberías, colorear la ropa o como repelente de gatos.

Ni lo uno ni lo otro se le ocurrió al biólogo vigués Iñaki Mielgo de Luque, quien, preocupado por el medio ambiente, ha encontrado un cometido más naturalista para los posos de café. El científico ha ideado un método para introducir estos restos en la función de reciclaje de la naturaleza, convirtiéndolos en un fertilizante para setas.

Con 28 años y afectado laboralmente por la crisis que asuela el país, Iñaki Mielgo se puso a pensar en un proyecto viable para montar una empresa que diera salida a su pasión por la tierra y contribuyera al desarrollo sostenible en cultivos. Tras bucear por Internet y encontrar un estudio del micólogo suizo Daniel Jobs que hablaba del tratamiento de residuos de la industria cafetera con setas, surgió la idea.

Ni corto ni perezoso, mientras sus amigos salían de copas, él se recorría las cafeterías de Vigo para recoger posos de café. "Mi familia y amigos pensaban que estaba loco y que perdía el tiempo", recuerda el biólogo. Pero Mielgo no se desanimó y convirtió su apartamento de apenas 25 metros cuadrados en un improvisado laboratorio.

Una olla exprés era la encargada de esterilizar los sedimentos para evitar la contaminación de las setas. Posteriormente, los posos, una vez escurridos, se mezclaban con micelio -ramificaciones que constituyen el cuerpo vegetativo de los hongos-. "En el piso había un olor a café tan insoportable que tuve que irme al garaje de mi madre", dice entre risas.

Había que ingeniárselas para que los hongos permaneciesen en total oscuridad. Dejar la mezcla dentro de un armario durante 20 días fue la solución, que se completó con un baño de luz cerca de una ventana durante 10 días más. "Fueron unas pruebas a lo cutre total que dieron buen resultado", afirma Mielgo, cuyo trabajó se materializó en unas setas de gran tamaño y, según el biólogo, con un sabor excepcional.

Así nació La Seta Verde, la marca de este proyecto, que ha ganado un premio de 600 euros en la XII Edición del Concurso de Ideas Empresariales Innovadoras que organiza la Universidad de Santiago de Compostela.

Pero, si la cafeína en grandes cantidades puede ser tóxica, ¿esas setas fertilizadas con posos de café son realmente comestibles? La seta metaboliza la cafeína y la transforma en proteína, de esta forma no aparece ninguna tasa de la sustancia excitante en el hongo.

El café se convierte en un compost desintoxicante con nutrientes muy favorables para el suelo por tratarse de materia vegetal. "Estoy estudiando añadir otras cosas a los posos, pero es como la fórmula de la Coca Cola.... secreto", apostilla Mielgo.

Con el paso del tiempo la idea fue evolucionando. Lo que en principio se planteó como una gran plantación de distintas especies de hongos derivó en la venta de un kit de cultivo para que el cliente críe setas gourmet en su casa.

"La idea es involucrar al consumidor en el reciclaje del café. Nuestro objetivo son los niños para que desde pequeños aprendan a desarrollar actividades sostenibles", explica Iñaki Mielgo.

Ahora todos los esfuerzos de Mielgo se concentran en encontrar apoyo económico para que su proyecto se convierta en realidad. En vista de que los bancos no facilitan la concesión de préstamos, el biólogo ha echado mano del crowdfunding o cooperación colectiva a través de Internet.

Esta fórmula le puede permitir obtener dinero en efectivo, hasta 12.000 euros, sin depender de subvenciones públicas o privadas, gracias a personas que quieran impulsar la idea. Los financiadores recibirán por 22 euros un kit completo de cultivo. La Seta Verde ya ha encontrado un lugar en la Red y ahora Iñaki Mielgo espera que se sitúe en las sartenes de sus casas."              (El País, Galicia, 14/10/2011, p. 16)
 

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