"En países avanzados, como Islandia, Finlandia o Japón, por poner tres ejemplos, el dinero contante y sonante se repliega en favor del plástico. Escenas cotidianas, como pagar por unas golosinas, comprar un periódico o sacar un billete para el metro se resuelven con una tarjeta y un datáfono para leerla. Nada de billetes ni monedas, solo plástico para pagar.
La idea de que el siguiente paso es acabar con la circulación de billetes y monedas todavía se ve lejana pero ya genera un intenso debate: en nombre de la seguridad, ¿cabe quitar al ciudadano la libertad de manejar el dinero en efectivo sin tener que dejar rastro electrónico de todos sus movimientos?
Suecia es uno de los primeros países donde ha estallado el debate. La propuesta de sustituir el dinero en billetes y monedas por el de plástico o bits ha surgido de Finans For Bundet, un sindicato de empleados de banca que, preocupado por la seguridad de sus más de 30.000 afiliados, quiere llevar al Parlamento de Estocolmo una iniciativa para conseguir acabar con el dinero circulante. Para ellos la razón es sencilla: si no hay efectivo no habrá robos, ya que no habrá nada que llevarse.
Este debate está abierto también en Japón, aunque por razones diferentes. La economía nipona vive estancada desde hace casi 20 años, con el riesgo de caer en deflación (caída generalizada de precios). (...)
Para combatir este riesgo, diversos economistas abogan por elevar el consumo y generar inflación a través de la imposición de tipos de interés negativos. A la gente se la penalizaría por depositar sus ahorros en una entidad financiera, por lo que solo les quedarían dos opciones. Consumir desaforadamente o acumular efectivo. Y para evitar esta segunda se optaría por suprimir el metálico y así operar únicamente con dinero electrónico. (...)
Sobre la posibilidad de que esto acabe por extenderse, reconoce que sería muy difícil, sobre todo en España. "Nuestro país cuenta con una escasa cultura financiera. El ciudadano de a pie todavía considera el billete como único activo asociado al dinero. Además de verlo como un instrumento para el fraude en un sistema donde la economía sumergida representa el 20% del total". (...)
Resulta raro encontrar a un experto que se atreva a aseverar que el dinero en metálico no solo se utilizará cada vez menos en los próximos años, sino que desaparecerá del todo. Para José Luis Nueno, profesor de la prestigiosa escuela de negocios IESE y uno de los participantes de la Future Agenda 2009 (informe en el que expertos de todo el mundo presentan soluciones a los retos del futuro), la extinción del papel moneda "es un hecho".
El profesor augura que cuando el dinero en su totalidad pase de estar formado por átomos a estar formado por bits, esto implicará menos libertad de movimientos para el individuo y más para la colectividad. "Hoy una persona no tiene que acreditarse para soltar un fajo de billetes", aclara Nueno, "pero para el pago electrónico hay que introducir una clave". Según el profesor, así se evitaría la circulación de dinero negro, puesto que las transacciones serán mucho más transparentes.
Enrique Dans, profesor de Sistemas de Información en el IE Business School, incide en este apartado y asegura que el dinero en la Red es "mucho más seguro" que el dinero físico. Lo ilustra con el siguiente ejemplo: "Si a mí me roban por la calle la cartera, esos billetes no están asegurados. Si me roban la tarjeta y la utilizan, sí". Dans extiende esta noción de seguridad al comercio electrónico. "Cualquier movimiento queda reflejado en la Red. Si alguien utiliza mi tarjeta en Internet, puedo trazar esos movimientos". (...)
Enrique Dans considera que es absolutamente vital que un tercero garantice nuestra privacidad. En este punto, el profesor Nueno ve un auge de las empresas de tecnología en detrimento de los bancos. Y enumera: "Sistemas de reconocimiento de voz, de retina, anchos de banda con mayor capacidad para transmitir datos, sistemas de firma electrónica, sistemas que garanticen la privacidad, autenticidad y efectividad en los pagos, al fin y al cabo".
"Es un mercado grandísimo para muchas empresas de tecnología y telecomunicaciones, que empequeñecerá para las entidades financieras. Los inmigrantes, por ejemplo, ya no tendrán que pagar elevadas tasas y tipos de interés para enviar remesas de dinero a sus países, les bastará con darle a un botón en su móvil, por ejemplo", añade.
El profesor Nueno opina que "los bancos dejarán de ser una parte indispensable para mover el dinero, y el movimiento de dinero tendrá un coste muy cercano a cero". Nueno sentencia: "La desaparición del papel moneda beneficiará más a los pobres que a los ricos". (...)
Antonio Nieto, miembro de la Policía Judicial (unidad que incluye delitos de estafa en Internet y telecomunicaciones) asegura que el sector está muy verde todavía como para plantearse prescindir totalmente del dinero en efectivo y dejar todos nuestros ahorros a merced de la Red. "Actualmente no existen los medios de control y persecución idóneos", asegura. "Se multiplicarían las estafas". Sabe muy bien de lo que habla.
Especialmente a la vuelta de verano, se multiplican las denuncias por pagos fraudulentos por Internet y por duplicados de tarjeta, el delito más común en pago electrónico. "Las copias de tarjetas y las tarjetas robadas se usan mucho en peajes y restaurantes. El problema es que suelen ser delitos que no sobrepasan los 2.000 euros de cuantía.
Normalmente los pagos se realizan en el extranjero y el juez no admite a trámite la demanda porque no va a movilizar a la Interpol por esa cantidad", asegura antes de lanzar al aire una pregunta inquietante: "Si esta es la situación ahora, ¿qué pasaría si solo pagásemos con tarjetas?". (El País, 02/09/2010)
No hay comentarios:
Publicar un comentario