Pero Lonxanet no es sólo una empresa que ha puesto en común los intereses de las cofradías pesqueras de los puertos coruñeses de Cangas (San José), Cariño, Cedeira, A Coruña, Muxía, Lira y Porto do Son: "Pretendemos que los pescadores puedan gestionar parte de la cadena de comercialización, además de promover el concepto de comercio justo en un producto como el pescado. En suma, queremos dignificar el oficio de la mar", dice García Allut. (...)
Acodado en el borde de una pequeña barca de pescador, recuerda como, allá por el año 1998, nació Lonxanet con la idea de hacer de la pesca tradicional una actividad económica viable y, sobre todo, digna. "Si se consiguiera transmitir al ciudadano el papel que, como conservador de los recursos naturales, juega el pescador artesanal, se habría ganado mucho". Desde el principio se tuvo claro que, evitando el recurso del intermediario ("que, después de comprar el pescado barato en lonja, incrementa los precios sin que el pescador se beneficie para nada de este margen"), el pescador podría cobrar realmente por lo que su trabajo genera.
Aunque los comienzos no fueron fáciles, pues "además de recibir presiones y amenazas más o menos directas, tuvimos que afrontar el talante conservador de los pescadores"; tras ocho meses de negociaciones, Lonxanet inició su camino a paso firme. "El primer año, los pedidos a través del call center y la web sumaron más de 40 toneladas".
El proyecto estaba comenzando a tomar forma de realidad cuando llegó el Prestige y el chapapote: "Aquello nos puso contra las cuerdas". El golpe fue muy fuerte, pero Antonio no se rindió. No sólo volvió a reflotar Lonxanet, sino que, además, lo dotó de solidez con la puesta en marcha de la Fundación Lonxanet para la Pesca Sostenible.
"La fundación es, a su vez, propietaria del 51% de las acciones de la empresa. El resto del accionariado pertenece a cofradías de pescadores (12%), Obra Social Caixa Catalunya (10%) y Fundación GEN, y el resto es de inversores privados", explica García Allut. Los objetivos de la fundación son intentar implicar a los pescadores artesanales en proyectos humanos, empresariales y ambientales.
Y las cosas le van saliendo. Lonxanet factura por el momento 600.000 euros, una cantidad que irá en aumento, pues el pescado y el marisco gallegos son muy admirados por los buenos comedores." (El País, Negocios, 30/11/2008, p. 60)
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