Más de 13 millones de páginas vistas en Estados Unidos (EE UU), según la consultora Quantcast, convierten Suite 101 en una de las 100 páginas más exitosas. A diferencia de comunidades de blogs, redes sociales o medios de comunicación, Suite 101 tiene una innovadora forma de organización. Los autores se dan de alta y reciben asesoramiento editorial para hacer contenidos más atractivos, pero no se aceptan artículos de opinión.
Los colaboradores, freelance en general, obtienen sus ingresos a través de la publicidad, insertada en los artículos de forma indefinida. La lucha no está en conseguir muchas visitas el día de la publicación, sino en posicionar bien los textos para que aparezcan en los buscadores. Si son buenos, los medios y blogs los enlazarán. Y lo demás para ocupar las primeras posiciones de búsqueda forma parte de la magia de Google.
El objetivo de Suite 101 es publicar contenidos de calidad, interesantes y bien escritos, sin obsesionarse con la actualidad. Se trata de análisis o ensayos para explicar la historia, la política, la religión, las reglas de un deporte o cualquier tema que tenga interés. No suelen ser noticias, pero en ocasiones lo más exitoso va de la mano de los intereses de la actualidad.
Peter Berger, de origen alemán, es el consejero delegado de esta compañía con sede en Vancouver (Canadá) desde 2006. En estos últimos años se han multiplicado las versiones locales en diferentes idiomas. Más allá de los blogs, se confirma que hay un hueco para los contenidos extensos, explicativos y que generan ganancias para los autores gracias a la publicidad. "Nuestro negocio es la calidad. Si algo no pasa el filtro, no importa, pero no podemos bajar el listón", afirma Berger.
Dos mil colaboradores
En Francia, Alemania e Italia también se han establecido. Tardaron en aparecer en España, con Suite101.net -en lugar del .com de la versión en inglés-, pero el medio crece de la mano de Eva Fontiveros. La editora gestiona una comunidad de más de 2.000 colaboradores entre España y América Latina.
La clave del éxito no solo reside en la calidad del contenido creado por los colaboradores, sino también en su difusión en la red.
Los autores reciben atención y consejos en forma de sugerencias de temas y propuestas que se ajustan a sus temas habituales, de modo que ambas partes se benefician. Los artículos que pasan el filtro suelen ser contrastados, corregidos y extensos. A diferencia de lo que sucede en una página web normal, la publicidad está extremadamente segmentada y es, en consecuencia, más cara. Además el precio de la publicidad es sensiblemente superior.
Tanto Peter Berger como Eva Fontiveros tienen claro que "vivimos en unas sociedades cada vez mejor formada, la gente es experta en temas concretos que puede hacer accesibles a los demás".
La directora editorial en nuestro idioma va más allá: "No podemos esperar que todo el mundo sea capaz de escribir un libro sobre un tema. Además cada vez es más difícil que las editoriales hagan una apuesta por alguien".
Desde 1996 hasta 2010 ha cambiado mucho la web, son muchos los autores que han terminado apareciendo en programas de televisión como expertos en temas o colaboran con medios especializados, pero son muy pocos los que alcanzan los 4.000 euros mensuales de sueldo de Lena Gott." (El País, Ciberpaís, 15/07/2010, p. 3)
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