30/10/09

Telemedicina contra las listas de espera. La 'e-salud' se perfila como una herramienta clave para resolver los problemas de la sanidad

"Decenas de miles de pacientes británicos no tienen a sus radiólogos en su propio hospital, ni en su ciudad, ni siquiera en su país. Ante la falta de especialistas, el National Health Service lleva años llegando a acuerdos con clínicas extranjeras. Algunas están en Bélgica, otras son suecas -una de las cuales, Telemedicine Clinic, tiene sede en Barcelona-, a las que envían las imágenes por Internet (resonancias magnéticas, por ejemplo). Allí las analizan y remiten de vuelta a sus colegas del otro lado del canal de la Mancha, informes con el diagnóstico del enfermo en una particular variedad de subcontrata sanitaria. (...)

Los países con sistemas administrativos descentralizados permiten que gobiernos locales apuesten por este tipo de tecnología y logren desarrollos más avanzados y adaptados a las particularidades de la zona. Es el caso de Andalucía, como destaca el responsable de TIC de la UE, donde "empezaron hace 10 años con la prescripción electrónica o la integración del historial clínico en un archivo informático único". También destaca el trabajo desarrollado en Cataluña, en este caso, para el tratamiento de enfermos crónicos por teleconsulta, acompañado por una nueva organización de los servicios hospitalarios. (...)

El hecho de poder pasar consulta desde el centro de salud de una pequeña población rural con el servicio de cardiología de un hospital a 150 kilómetros a través de una pantalla, como sucede en Extremadura, es un ejemplo de evidente comodidad que evita desplazamientos. Pero, además, los sistemas de monitorización de enfermos -crónicos o recién operados- desde casa a través del envío de datos al hospital, donde son supervisados por el médico, evitan un buen número de ingresos, especialmente en urgencias. Una revisión de estudios del British Medical Journal en 2007 mostró que este tipo de control a crónicos redujo las tasas de ingresos por fallo cardiaco un 21% y todas las causas de mortalidad un 20%. (...)

El desarrollo de dispositivos de control del ritmo cardiaco, por ejemplo, podría ahorrar por paciente y año 292 euros en Francia (un 30%) y 712 en Alemania (61%), según un artículo de Proceedings of the Computers in Cardiology Congress de 2006. (...)

Comyn comenta que para elaborar un informe radiológico es necesario que el especialista cuente también con el historial clínico del paciente, que contiene datos básicos para elaborar un diagnóstico preciso. En Europa hay directivas que regulan la confidencialidad de esta información. Sin embargo, no sucede lo mismo en otros países. Y cada vez son más numerosas las empresas de radiodiagnóstico que ofrecen todo tipo de servicios, desde y hacia cualquier punto del mundo, como, por ejemplo, segundas opiniones.

Este cambio de paradigma en la medicina que ya se vislumbra y que no supondrá un modo alternativo o paralelo de atención, sino distintas formas de prestar los mismos servicios, llevará un tiempo. Pero, además requerirá ir acompañado de "una penetración afable" de esta tecnología "centrada en las personas, tanto en pacientes como en médicos y demás implicados", según José Luis Monteagudo.

De hecho, la implicación del personal sanitario es clave para el éxito de estos desarrollos. Y hay muchas experiencias fallidas debido a estrategias equivocadas al no haberse contado suficientemente con los médicos.Comyn sostiene que no es deseable crear nuevas figuras (e-médicos, e-enfermeras...) sino reciclar en las nuevas tecnologías al personal. Se trata, ni más ni menos, del mismo reto al que se enfrentan miles de trabajadores en otros sectores que necesitan reciclarse para seguir el paso de los nuevos hábitos (de consumo, de producción, de relación) que está imponiendo el impacto de las nuevas tecnologías en buena parte de los sectores económicos. (...)

Dos gigantes que ya han tomado posiciones son Microsoft y Google. El primero con la plataforma Microsoft HealthVault. El segundo, con Google Health. Básicamente, en ambos casos se trata de servicios gratuitos que permiten a sus usuarios albergar el historial clínico en la Red y compartirlo con quien desee. "De momento funciona como una experiencia piloto y sólo en Estados Unidos", comenta José María García, director de la división de multisector de Google España, sobre su plataforma. A través de diversos acuerdos que la compañía tiene con empresas y médicos, los pacientes pueden subirse sus datos sanitarios (análisis, pruebas, historial, médicos...) y usarlos si los necesitaran ante cualquier emergencia médica en cualquier lugar del mundo a través de la Red. "La idea es contar con una herramienta abierta que pueda contener información sanitaria de cualquier tipo de proveedor".

En los sistemas públicos, la mayor parte de esta información la albergan en sus archivos -cada vez más informatizados, aunque aún queda mucho por hacer- las diferentes administraciones sanitarias. ¿Cómo funcionaría Google Health en España? "Es un sistema sanitario muy distinto, de momento no hay planes de expansión desde Estados Unidos, ya se verá", comenta José María García.

En Europa, la movilidad de sus ciudadanos choca con la imposibilidad de intercambio de información sanitaria de sus pacientes entre los distintos sistemas de salud. Es fácil pensar que el uso generalizado de estos archivos (albergados por Microsoft, Google u otros que pudieran surgir) pudiera crear de facto estándares de almacenamiento privados paralelos a los registros públicos. "Es una forma de comenzar a desarrollar un futuro negocio", advierte Gérard Comyn.

Para hacer frente a esta eventualidad existe un proyecto piloto de la UE, denominado Epsos, que estará listo en dos años, dirigido a hacer posible, por ejemplo, que los médicos austriacos tengan acceso al historial de un paciente español que tenga un accidente en Viena mediante el desarrollo de una interoperatibilidad entre las bases de datos sanitarias nacionales." (El País, ed. Galicia, 19/10/2009, p. 26/7)

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