Los acuerdos con los que Gazprom y la ucrania Naftogaz zanjaron la primera guerra del gas en enero de 2006 fueron "imperfectos", señala Gonchar por teléfono desde Kiev, y la causa, explica, es que no vincularon las subidas de precios del gas y el alza de las tarifas de tránsito.
"Los rusos crearon a propósito un sistema que les daba libertad de incrementar los precios del gas mientras limitaba la subida de las tarifas de tránsito. Gazprom ha ido empujando a Naftogaz al endeudamiento y la quiebra para hacerse con sus gasoductos. Ésa es su estrategia", afirma. Desde 2006, el precio del gas ruso a Ucrania pasó de 95 dólares por 1.000 metros cúbicos a 130 dólares, y después a 179,5, pero la tarifa de tránsito se incrementó de 1,6 dólares (por 1.000 metros cúbicos y 100 kilómetros de distancia) a 1,7. (...)"La UE debe inmiscuirse en un conflicto que supera el marco bilateral. Rusia ensaya la tecnología de una guerra energética en Europa y dirá a los europeos que no se puede confiar en Ucrania y que hay que potenciar los gasoductos alternativos de aprovisionamiento directo al consumidor. Este enfoque, aceptado por los alemanes y los italianos, tiene trampa. Para construir la Corriente del Norte y la Corriente del Sur, Gazprom quiere meter la mano en el bolsillo de los contribuyentes europeos". (MICHAEL GONCHAR: "Gazprom ensaya una guerra energética europea en Ucrania. (El País, ed. Galicia, Internacional, 08/01/2009, p. 4)
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