4/3/16

Los robots han sido tradicionalmente vistos como una amenaza para el trabajo humano. No lo son, liberarán a la humanidad de la monotonía del trabajo

"(...) Se puede mejorar la calidad de vida, ampliar nuestras libertades y liberarnos del trabajo, afirman.

¿Otra utopía? En estas páginas coinciden citas del escritor de ciencia ficción Arthur C. Clarke con otras de políticos como Pablo Iglesias, pero sobre todo se apuntan medidas concretas: reducir la jornada laboral, alcanzar una plena automatización que nos permita erradicar los trabajos penosos y la creación de una renta universal básica, entre otras.

Hay en ello una proyección utópica evidente porque, como dejan claro Williams y Srnicek en estas páginas, el pensamiento utópico es una influencia fundamental a la hora de imaginar un nuevo escenario, de la misma forma que fue un impulso presente “en el liberalismo original, en el socialismo, en el feminismo o en el sentimiento anti-colonialista”.  (...) 

La tecnología no es una amenaza

Pregunta: La automatización y los robots han sido tradicionalmente vistos como una amenaza para el trabajo humano. No es vuestro caso: “Nuestra primera demanda es una economía totalmente automatizada. 

Utilizando los últimos avances tecnológicos, tal economía tendría como objetivo liberar a la humanidad de la monotonía del trabajo y la producción simultánea de cantidades crecientes de riqueza”. ¿Cómo podemos beneficiarnos de esta dualidad?

Respuesta: De nuevo, estamos ante un dilema clásico. Parece que hay que escoger entre reducir el trabajo y reducir la cantidad de bienes que produce una economía, o bien aumentar el trabajo y aumentar la cantidad de bienes producidos. Sin muchos rodeos: lo primero elige la libertad por encima de la riqueza, lo segundo elige la riqueza por encima de la libertad. 

Lo que la automatización promete, por el contrario, es eliminar esta división: tener ambas, libertad y riqueza. Por esta razón el desarrollo de fuerzas productivas es tan importante, porque abre nuevas posibilidades a cómo podría ser una sociedad post-capitalista.

Junto a esto, por supuesto, deben venir otras medidas, desde la creación de una renta básica universal a la reducción de la ética del trabajo, así como nuevos tipos de impuestos y, en última instancia, nuevas formas (públicas y democráticamente controladas) de estructuras de propiedad en los negocios. 

Todo ello combinado comenzaría a transformar el papel que el desarrollo tecnológico juega en la economía, que pasaría de ser una herramienta de los capitalistas a un medio para liberarnos.

Con menos trabajo, también tu vida sería mejor

Pregunta: “Estrés, ansiedad, depresión y trastorno de déficit de atención son respuestas psicológicas cada vez más comunes al mundo que nos rodea”. Las largas jornadas actuales no dejan tiempo para una vida personal ni pública. 

Pero ni políticos ni empresarios tratan abiertamente estos temas. ¿Cómo superar el cinismo generalizado y poner sobre la mesa el valor del tiempo fuera del horario de trabajo?

Respuesta: Es interesante porque, efectivamente, la mayoría de los políticos no piensan en estos temas, y a la vez es uno de los aspectos más inmediatos de la vida diaria de la gente. La cantidad de estrés que vemos en amigos y familiares es inmensa y hay innumerables estudios que apuntan a cómo la vida contemporánea es terrible para nuestra salud mental.

 Ha sido alentador, por tanto, ver a Jeremy Corbyn crear un puesto de ministra de salud mental en su gabinete en la sombra. Es un reconocimiento real a lo importantes que son estos asuntos para la sociedad. Reducir estos tipos de estrés es un avance para nuestra vida personal, pero también muy importante para nuestras vidas políticas en colectividad.

Hay demasiada gente harta de cómo están las cosas, pero que no tienen el tiempo, o la energía, o el dinero para intentar cambiarlas. Creemos que es importante que los movimientos políticos reconozcan el hecho de que el activismo a gran escala solo es posible para un número limitado de personas en la actualidad debido a los compromisos de tiempo y energía necesarios. Involucrar a más gente en el cambio político implica darles el tiempo, la energía y un espacio de reflexión.

 Caminar juntos hacia un mundo post-trabajo implica hacer una pausa, reflexionar y levantar las estructuras necesarias para construir algo diferente.

Una sociedad post-trabajo no es ciencia ficción

Pregunta: Crear un nuevo “sentido común” es otra medida necesaria, señaláis, haciendo vuestra una cita de Pablo Iglesias. Conseguir que este sea tenido como un debate serio y realista, presente en la agenda política y en los medios. 

Pero entre las razones que nos impiden pensar en la abolición del trabajo hay algunas culturales, como la “ética del trabajo” o la imagen proyectada desde esos mismos medios: el rechazo al parado, la mofa a costa del pobre, la sospecha de vago. ¿Cuánto tiempo tardaríamos en alcanzar esta sociedad post-trabajo? ¿Hay síntomas que nos permitan ser optimistas?

Respuesta: El proyecto que proponemos requiere tiempo: más de una década para llegar a buen puerto. Pero se pueden ver indicios en todas partes. Los robots van estar cada vez más presentes en el futuro y la amenaza de una nueva crisis económica mundial es muy real. 

Pero por el momento no hay una fuerza social para llevar a cabo el cambio. Este es el difícil primer paso: reforzar el poder de las personas para que así podamos construir un mundo nuevo.

Como discutimos en nuestro libro, esto pasa por crear una nueva fuerza hegemónica, lo que requiere cambiar el “sentido común” de las sociedades contemporáneas, un sentido común construido hasta ahora alrededor del valor y el significado del trabajo, entre otras cosas.

Por supuesto, la situación podría cambiar de un momento a otro, nunca se debe subestimar a las personas. Quizá un mundo post-trabajo llegará antes de lo que esperamos. E incluso ante la posibilidad de que el orden económico mundial se viniera abajo, deberíamos tener ideas y proyectos para colocar en su lugar.

 Hoy en día, por lo menos, los temas de automatización, la renta básica universal y la duración de la semana laboral están en la agenda. Nuestra tarea consiste en determinar qué respuesta daremos a todos estos temas. (...)"               (Alex Williams , Nick Srnicek  , Sin Permiso, 28/02/2016)

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