"Si se le pregunta a Bob Wisneiff cuántas
personas trabajan en la división de computación cuántica de IBM responde
con la broma que le hacen muchos compañeros de otras divisiones:
366.000.
La razón es que a todos los trabajadores de IBM les gusta decir
a sus amigos y vecinos que trabajan en el futuro de la informática, en
la tecnología que la compañía lleva explorando desde los años ochenta
sin que aún se hayan visto resultados tangibles a escala comercial. Al
menos, hasta ahora.
IBM ha anunciado en CES (la feria de tecnología de consumo más importante del mundo, que se celebra esta semana en Las Vegas) el primer ordenador cuántico para uso comercial, Q System One,
del que Wisneiff es su principal responsable técnico. IBM describe su
máquina como “el primer sistema de computación cuántica universal
diseñado para el uso científico y comercial”.
La máquina, de 20 cubits
(bits cuánticos), ha sido diseñada para impresionar. Está metida en una
urna de cristal que absorbe el sonido y las vibraciones, y mantiene la
temperatura estable, ya que los chips cuánticos son extremadamente
delicados.
El diseño ha sido realizado por la famosa compañía de diseño
industrial Map Project Office, que le ha dado una imagen entre vintage
(es, claramente, un ordenador) y futurista. Sin embargo, y aunque la
compañía hable del uso comercial del Q System One, a esta tecnología aún
le queda mucho para ser utilizada fuera del circuito de la
investigación científica.
La informática cuántica es distinta de la
informática clásica; no usa bits sino cubits, que es la unidad de
información básica. Los bits tradicionales guardan la información como 0
y 1 mientras que la informática cuántica usa un fenómeno conocido como
superposición para usar básicamente ambos simultáneamente. De esta
forma, el cubit puede ser 1 y 0 al mismo tiempo, por lo que la cantidad
de información que puede acumular crece de forma exponencial. Las
posibilidades de este tipo de computación son infinitas.
IBM ya trabaja en computación cuántica. Tiene 43
socios (entre ellos, universidades, laboratorios y el centro europeo de
investigación nuclear CERN) que realizan diversas investigaciones en la
nube, especialmente, según explica Wisneiff, en química cuántica
(principalmente, para el estudio de moléculas) y en machine learning
o aprendizaje automático.
¿Cuál es, pues, la novedad de Q System One?
La compañía dice que esta es la primera vez que logran que la
computación cuántica, que aún está en un estado muy experimental, tenga
la fiabilidad y el aspecto de un gran ordenador. Además, asegura que
esta máquina reduce los tiempos de investigación al reducir, también,
los tiempos muertos que se producen cuando el sistema está caído. Tiene
también los componentes de un ordenador tradicional, en un sistema
aislado necesario para mantener su estabilidad.
“Todavía estamos en un nivel muy teórico, y
quedan algunos años para que realmente tengamos sistemas totalmente
comerciales”, reconoce Wisneiff. El investigador, que comenzó su carrera
como físico y es asesor del Departamento de Defensa de EE UU, cree sin
embargo, que este es el primer y definitivo paso en ese camino y que
esas máquinas cuánticas comerciales llegarán “en unos tres o cinco
años”.
El próximo paso es trabajar con los socios que ya usan los
sistemas de IBM, más los que quieran unirse, en “aprender todo lo que
aún necesitamos aprender sobre esta tecnología”, dice." (Patricia Fernández, El País, 10/01/19)
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