"Vivalatina es una empresa joyera radicada en México que se dedica a
ofrecer en línea, a través de Internet, creaciones de joyería a la
medida, compuestas por plata u oro y con piedras preciosas.
Tiene la particularidad de que ha sido fundada por un empresario
francés, Nicolas Tranchant, el cual la ubicó en el país centroamericano
para servir desde allí esencialmente al mercado europeo. Por tanto, más
de 9.000 kilómetros de océano la separan de sus principales clientes.
Lejos del mercado de joyas 100% metal, Vivalatina se dedica a
fabricar piezas de alta joyería mezclando impresión 3D y trabajo
artesanal de confección de joyas utilizando piedras preciosas
y materiales orgánicos (madera, conchas, perlas).
La compañía inició su actividad en el año 2012 con la venta de joyas,
pero rápidamente evolucionó para dedicarse a la creación de piezas
hechas a mano, en plata y oro.
En 2013, empezó a utilizar la impresión 3D de modelos de cera para la
fabricación de joyas hechas a la medida y usó los servicios de empresas
como Shapeways para tener acceso a una
tecnología que todavía le quedaba fuera de su alcance en aquel entonces.
tecnología que todavía le quedaba fuera de su alcance en aquel entonces.
En 2015, compró su primera impresora 3D (una 1200 projet de
3DSystems) para poder imprimir en su propio taller los modelos de sus
creaciones.
En 2016, cambió su impresora para utilizar una Draken de
3dfacture.com, y ahora usa otra impresora 3D: un kit que ha montado su
propio personal y con el que ha logrado bajar los costes de compra de la máquina y también de las resinas que puede usar con ella.
"Orientarme hacia la impresión 3D fue una decisión dificíl al
principio, por la inversión que suponía. Ahora, más de la mitad de los
proyectos que hacemos en el taller dependen directamente de nuestra
impresora 3D -afirma el empresario dueño de Vivalatina-. Esa herramienta
-añade- cambió profundamente mi negocio y la manera en que trabajamos
para nuestros clientes, ya que ofrece más posibilidades para ellos y
bajos costos de operación".
Continúa Nicolas Tranchant: "Cuando empecé mi actividad, trabajaba
solo; ahora somos cuatro en el negocio. Ese crecimiento no hubiera sido
posible sin la utilización de esta nueva tecnología".
Aun utilizando la impresión 3D, las etapas de trabajo no han
cambiado. La empresa recibe fotos, bocetos y descripción de los
proyectos de sus clientes para poder crear unas modelizaciónes 3D de su
proyecto, etapa indispensable antes de utilizar la impresión
tridimensional.
Esa etapa le permite ponerse de acuerdo con el cliente y no dejar
ningún detalle sin validación por su parte. Luego, con la impresión 3D
obtiene la maqueta física de la joya, exactamente tal como la validó el
cliente.
Sigue luego el proceso convencional de fundición a la cera perdida, para acabar manualmente la confección de la joya.
Según Nicolas Tranchant, casí todos los proyectos de su
empresa podrían hacerse sin la impresión 3D, pero esta tecnología le
ofrece las ventajas siguientes:
-Producen exactamente lo que el cliente validó, sin ninguna mala
sorpresa o malentendido (lo que es notable porque están la mayoría del
tiempo a más de 9.000 kilómetros de distancia de ellos).
-Las modificaciones se hacen de manera rápida y económica, sin reiniciar desde cero el trabajo de diseño.
-Es fácil volver a producir un modelo o producir pequeñas series de
joyas. Típicamente reciben pedidos de 5/7 piezas con pequeñas
variaciones que serían muy pesados de hacer manualmente pero que
resulta fácil con la impresión 3D.
-Pueden desarrollar colecciones de joyas produciendo a la demanda las
piezas por unidad pero bajando los costos porque el diseño ya está
hecho en 3D y la fabricación del master en cera es una formalidad." (Imprimalia, 14/04/18)
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