"La start-up valenciana Be More 3D está imprimiendo con su propia
impresora 3D para hormigón una vivienda de 24 m2 de superficie en un
solar cercano a la Facultad de Bellas Artes de la Universidad
Politécnica de Valencia, en una ddemostración de las posibilidades de
esta tecnología en el mundo de la construcción, según han informado los
responsables de la compañía al diario Las Provincias.
Tres ingenieros de la edificación, junto con un ingeniero en
electrónica y automatismo, todos de la Universitat Politècnica de
Valencia, son los responsables de esta empresa, dedicada a la impresión
en tres dimensiones con plásticos, y que está detrás del diseño, patente
y construcción de la primera impresora in-situ en tres dimensiones de
hormigón de España, y de las pocas que existen en el mundo.
"Acabamos los estudios en plena crisis y decidimos crear una Startup
enfocada al diseño, prototipado e impresión 3D con plástico", asegura
Vicente Ramírez, director ejecutivo de Be More 3D. Pero, "en poco tiempo
nos dimos cuenta que lo que verdaderamente nos gustaba e ilusionaba era
la construcción, de ahí nuestros estudios".
Y cargados con ilusión -y
gracias al autofinanciamiento a través de la producción y venta de
productos plásticos impresos en tres dimensiones-, en menos de un año,
realizaron esta impresora dedicada a la construcción.
Todo empezó con un pequeño proyecto. En mayo de 2016 presentaron su
primera máquina oficialmente en el congreso Eubim celebrado en la UPV.
Más tarde, en septiembre del año pasado fueron elegidos para entrar en
la primera aceleradora de Startups de Acciona, "con el premio, en tres
meses construimos una nueva impresora 3D de hormigón ", asegura su
director ejecutivo.
Y es este nuevo dispositivo, más grande, de seis
metros de ancho y tres metros de alto, el que puede imprimir
una vivienda unifamiliar de 60 metros cuadrados y una altura en 12
horas. Una casa similar a la construida en Valencia, de 24 metros
cuadrados y que podría albergar un salón-comedor, cuarto de baño y un
dormitorio. Un proyecto único en el territorio nacional.
"La primera
vivienda totalmente impresa en 3D in-situ de España y de las 3 primeras
del mundo", asegura Ramírez. Este pequeño edificio se encuentra en un
solar junto a la facultad de Bellas Artes de la UPV y, con solo la
estructura de muros terminados, promete ser una construcción muy
singular.
Y ahora, unos días después de la finalización de la vivienda, aún les
queda mucho camino. El siguiente paso, dentro de ese proyecto piloto de
Acciona, es realizar una pequeña edificación, una garita de portería,
adherida a una gran zona de viviendas en Madrid, "lo que permitirá
testar el proyecto en una promoción de inmobiliarias real", confirma su
director.
También están gestionando la inyección de capital para seguir
realizando nuevos materiales y dispositivos de impresión 3D, "para poder
llegar a realizar una segunda planta, y mejorar el sistema constructivo
de la impresora", puntualiza el joven.
En una entrevista concedida a Las Provincias han explicado las claves de su máquina para imprimir en 3D en la construcción.
- ¿Cómo funciona?
- "Esta impresora 3D se puede llevar a todas partes, por lo que
simplemente hay que desmontarla y volver a montarla sobre el terreno en
el que se va a edificar. Cuando llegamos al terreno, se prepara una
solera de cimentación y luego montamos la máquina en unas tres horas
entre tres o cuatro operarios. Lo primero es abastecer de material la
máquina y empezar a imprimir como en una impresora de 3D normal.
Después
de la construcción de la estructura de la casa, cerramiento exterior y
particiones interiores estructurales, y luego sobre esos muros se podría
poner el forjado o subir otra planta impresa en 3D y después el tejado.
Finalmente lo que quedaría sería revestir, instalaciones, equipamento y
acabado".
- ¿Qué implica la construcción en 3D?
-"Entre las mejoras que supone la construcción con impresión 3D están
la reducción de costes del 35%, reducción de tiempos de entrega -la
construcción de la estructura de una vivienda normal tardaría unas tres
semanas, mientras que con la impresora se realiza en un día-, menos
riesgos laborales y contaminación, ya que funciona con electricidad y el
material de residuo en casi 0".
- ¿Esto va a perjudicar a los puestos de trabajo?
-No. Al contrario, lo que hace es promover sitios de trabajo, porque
permite que un particular se pueda construir una vivienda de 60/70
metros cuadrados por precios que oscilan entre 50.000 y 60.000 euros,
mientras que un constructor normal pediría unos 150.000 euros.
Por lo
que, los albañiles que estaban sin trabajar, consiguen introducirse en
el mercado laboral. La máquina no hace magia, hace la estructura, pero
luego tiene que entrar el albañil, el fontanero, electricista... En
verdad, con esta nueva tecnología estamos promoviendo puestos de trabajo
obsoletos...
-Aplicaciones en el mercado...
-"Las aplicaciones en el mercado es de viviendas unifamiliares de una
o dos plantas aisladas. También podemos hacer una promoción de
viviendas adosadas. Hoy por hoy levantamos una planta, y para el próximo
año estamos gestionando la construcción de una impresora que llegue
hasta dos plantas".
- ¿Se podría aplicar a una vertiente más social?
-"Sí, claro. Una de las iniciativas más chulas por las que iniciamos
este proyecto era pensando en una zona devastada por una catástrofe
natural o militar...puedes meter en un contenedor marítimo dos o tres
máquinas de las nuestras y empezar a construir casas refugio.
En zonas
devastadas por huracanes se puede incluso utilizar los escombros como
material de aporte para construir las nuevas viviendas. En unas cinco
horas podrías hacer un refugio cuadrado de 5x5 y dos metros de altura y
tener un refugio para que las personas no tengan que dormir al raso". (Imprimalia, 07/03/18)
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