"La sala de “Historia de Costa Rica”, ubicada en el Museo Nacional, ha
incorporado figuras escultóricas del tamaño de una persona y elaboradas
con una impresora 3D.
Esta fue una de las novedades de la exposición “Historia de Costa
Rica, siglos XVI-XXI”, en la cual destacan dos bailarines de la yegüita,
un soldado de la guerra del 48 y otro del 56, un zapatero, un niño, una
enfermera y la réplica exacta del Monumento Nacional.
Se tardó 650 horas en imprimir en 3D cada una de las figuras: un
total de 33 piezas por escultura, que después fueron ensambladas de
forma manual para darles forma y acabado.
Además, la elección de las personas para elaborar las figuras no fue
hecha al azar: “cada uno de estos personajes fue escaneado a partir de
una persona real, pero no modelos cualquiera, sino personas vinculadas
al evento que están representando.
Por ejemplo, las esculturas de los bailarines de la yegüita son
exactamente los mismos que se ven en la fotografía que está en la
exhibición”, explicó la curadora Gabriela Villalobos.
Una de las esculturas es de la enfermera Sandra Hernández, quien está
a poco de pensionarse como colaboradora de la Clínica Marcial Fallas,
en Desamparados.
Junto a la de un niño, la estatua muestra el auge de la salud que
experimentó el país entre las décadas de los 70 y los 80, por medio de
las populares unidades sanitarias.
La impresión en 3D se realiza desde años atrás, pero éstas fueron las
primeras iguras escultóricas 3D en tamaño real. “Nuestro taller nació
hace tres años, como un emprendimiento paralelo al diseño de producto.
Ya habíamos hecho personajes pequeños para artistas y eventos, pero no
de tamaño natural. Cuando el Museo me contactó me di a la tarea de
investigar y me di cuenta que en Costa Rica nadie lo había hecho aún..”
explicó Tamara Hilje, ingeniera a cargo de la impresión de las
esculturas.
Hilje también agregó que para esta nueva exhibición se pensó en utilizar
tecnología novedosa, y solventar un tema museográfico de forma
sencilla, creativa y amigable con el ambiente, pues las esculturas están
impresas en un material llamado PLA (ácido poliláctico), derivado del
maíz y biodegradable.
El nuevo aposento se encuentra en el ala oeste del Museo, ubicado entre
las avenidas central y segunda de San José y conocido como el antiguo
cuartel Bellavista, pues albergó a las fuerzas armadas antes de la
abolición del ejército, el 1° de diciembre de 1948. (...)" (Imprimalia, 26/02/17)
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