"Un
equipo del Laboratorio de Bioingeniería Tisular del Iserm-Universidad
de Burdeos (Francia), dirigido por Joelle Amédée y Fabien Guillemont, ha
logrado imprimir en 3D de forma correcta un trozo de piel de diferentes
tipos de células humanas cultivadas 'in vitro'.
La técnica utiliza una impresora 3D en la que la "tinta biológica" se
compone de células vivas en suspensión en un líquido y preparado en un
cartucho; es expulsada mediante una impulsión láser.
Esta sustancia
contiene diferentes tipos de células: fibroblastos, que garanticen la
consistencia y la flexibilidad de la dermis; los queratinocitos y
melanocitos, que constituyen la epidermis. Muy pronto figurarán también
células endoteliales que, soldadas entre sí, formarán los vasos
sanguíneos, indispensables para que los tejidos vivan.
A diferencia de las bioimpresoras 3D ordinarias, en las cuales la
tinta biológica sale a través de una especie de jeringa o por un
procedimiento térmico, la impresora 3D por láser es más rápida y ofrece
una mejor resolución. "Cada impulsión láser engendra una microgota que
contiene las células a una velocidad de 10.000 gotas por segundo", ha
declarado Fabien Guillemont.
El dispositivo de exploración óptica permite la formación de patrones complejos en forma de círculos, estrellas o alineaciones.
Después de un primer prototipo, los ingenieros del Centro de
Investigación Tecnológica Alphanov, de Burdeos, han fabricado una
máquina-piloto más rápida que las ya existentes, de modo que las células
impresas siguen siendo viables; y en el caso de las células-madre
adultas, pueden diferenciarse. El coste de la impresora 3D es de entre
300.000 y 400.000 euros y actualmente está siendo patentada.
Los investigadores de Burdeos ya han sido capaces de imprimir un
trozo de piel y calculan que pronto harán lo mismo con la córnea. En el
año 2010, este Laboratorio logró bioimprimir directamente las células
óseas sobre el cráneo lesionado de un ratón anestesiado.
"En última instancia se puede imaginar la bioimpresión directamente,
por ejemplo, sobre una gran quemadura en un brazo", ha explicado Fabien
Guillemont. "Hacen falta diez minutos para imprimir un centímetro
cuadrado de piel, tal como se sabe hacer hoy en día, es decir sin
inervaciones, ni glándulas sudoríparas y sebáceas, ni pelo", precisó.
Los
tejidos bioimpresos fueron creados a partir de las células del paciente
y se podrán producir injertos antirrechazo personalizados para la
medicina regenerativa.
Inicialmente, sin embargo, estos tejidos se usarán para evitar el
sacrificio de animales y, en segundo lugar, para medir mejor eventuales
efectos tóxicos, que pueden ser diferentes en los animales y en el
hombre.
En último extremo, esta tecnología tiene por objetivo hacer frente a
la escasez de órganos para trasplantes. El equipo de Burdeos comenzó a
trabajar para bioimprimir el glomérulo del riñón, la parte más
complicada de este órgano." (Imprimalia, 08/07/2014)
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