15/5/14

Reciclar plástico en casa para ahorrar dinero y proteger el medio ambiente con una impresora 3D

"Fabricar nuestros propios objetos de plástico con una impresora 3D es mucho más barato que si pagáramos por los bienes manufacturados, incluso teniendo en cuenta el coste de comprar el filamento de plástico. 

Sin embargo, podemos disminuir aún más el coste si fabricamos nuestro propio filamento a partir de botellas de plástico de usar y tirar, como las que se utilizan para vender leche y agua envasadas. Y, además de ahorrar dinero, se ganaría otra cosa: estaríamos ayudando a preservar el medio ambiente.

El equipo de Joshua Pearce de la Universidad Tecnológica de Michigan (Michigan Tech), en Estados Unidos, ha demostrado en un nuevo estudio que producir nuestro propio filamento de plástico para impresora 3D a partir de botellas de usar y tirar emplea menos energía, a menudo mucha menos, que reciclar esas botellas de forma convencional.

El equipo de Pearce efectuó un análisis del ciclo de vida de una botella típica, hecha con polietileno de alta densidad (HDPE). Después de limpiarla y de cortarla en pedazos, la pasaron por una trituradora de papel para oficina y por un dispositivo conocido como RecycleBot, que en esencia convierte el residuo de plástico en un filamento para impresora 3D.

Comparado con un programa de reciclaje urbano ideal, en el que se que recoge y procesa el plástico de forma local, convertir las botellas de usar y tirar en filamento en casa utiliza aproximadamente un 3 por ciento de energía menos. Donde realmente muestra un ahorro sustancial es en las ciudades pequeñas, en las que hay que transportar fuera y lejos el plástico para reciclarlo y luego distribuir en dicha ciudad los productos que se fabriquen con él. 

En escenarios como éste, en los que el factor transporte es importante, el ahorro de energía se dispara hasta un 70-80 por ciento. Y, el reciclaje en casa de las botellas de plástico por el propio usuario utiliza un 90 por ciento menos de energía que fabricar plástico virgen a partir del petróleo.

 Pearce comparó también el coste de comprar filamento con el de que el consumidor se fabrique su propio filamento. La diferencia es abismal en Estados Unidos y probablemente en otros países. 

En el caso específico de Estados Unidos, el filamento se vende a entre 36 y 50 dólares por kilogramo, mientras que podemos producir el nuestro en casa por unos 10 centavos el kilogramo si usamos plástico reciclado. Hay un incentivo claro, incluso si incluimos el coste de comprar el RecycleBot. Un aparato de esta clase, como por ejemplo el Filastruder, cuesta menos de 300 dólares.

El plástico HDPE no es el ideal para la impresión 3D. Se encoge ligeramente cuando se enfría, de manera que hay que tenerlo en cuenta. Pero si estamos fabricando un objeto como un jarrón o un portalápices, para los que no se requiere una precisión muy grande de las dimensiones, no tiene importancia."               (NCYT Amazing, 07/04/2014)

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