"Las nuevas tecnologías cambiarán la forma en la que
usamos los servicios bancarios, entre ellos, los medios de pago. Por
ejemplo, el número de usuarios que abonarán sus compras a través del
móvil pasará de 212 millones en 2012 en todo el mundo –el 32% más que el
año anterior– a 448 millones en 2016, es decir, más del doble en sólo
cuatro años, según la revista electrónica Edge, del BBVA.
Aunque el
modelo de negocio más viable, por ahora, en este mercado de los llamados
e-payments (o e-pagos) sigue en manos de las entidades financieras tradicionales, estas no pueden quedarse de brazos cruzados.
Así, los proveedores no bancarios pasaron de tener una cuota en este
mercado del 0,5% en 2009 al 8% en 2013. En España, todo apunta a que las
pymes serán las que potencien las nuevas tecnologías en los pagos. Un
estudio realizado por la consultora Penteo, junto a iZettle –plataforma
que permite pagos online en comercios a través del móvil o la tablet y
que evita el Terminal del Punto de Venta (TPV)–, desvela que el 23% de
las pymes españolas implantarán soluciones de pagos móviles en el primer
semestre de 2014, mientras que el 49% lo harán en los próximos dos
años.
Javier Flores, de Asinver, opina que estos
cambios que estamos viviendo responden a dos factores. El primero de
ellos está relacionado “con la participación de la banca en la crisis,
lo que ha provocado que las entidades tradicionales pierdan su imagen de
marca y su credibilidad.
El segundo está vinculado con esta idea. ¿Por
qué? El cliente “ha perdido el respeto a la banca, una actitud que ha
conllevado a que hábitos que eran difíciles de extenderse hayan
prosperado, e incluso estén alcanzando una aceptación masiva con una
imagen limpia y creíble”.
Sin duda, el proceso será
lento. Aunque las cifras revelan que las nuevas generaciones vienen
pisando fuerte –Edge recoge que el 39% de los pagos con móviles en todo
el mundo lo realizan los jóvenes entre 18 y 26 años–, Joaquín Robles,
analista de XTB, recuerda que los españoles son reacios a usar las
nuevas tecnologías. Una realidad que podría cambiar en el futuro debido a
los smartphonadictos, es decir, los adictos a los teléfonos inteligentes.
Algunas entidades ya se están preparando para lo que
está por llegar. BBVA y La Caixa se hallan entre las escasas entidades
españolas que ofrecen a sus clientes la posibilidad de pagar con el
móvil. El banco presidido por Francisco González reconoce que el
lanzamiento de BBVA Wallet responde a la necesidad de la entidad de
“posicionarse y prepararse para competir con los nuevos jugadores
digitales”.
La entidad tiene como objetivo para 2016
duplicar sus clientes online y multiplicar por cuatro los de banca
móvil. Y tampoco estará exento de contratiempos. Flores alerta del
riesgo de que “el cliente banalice la importancia de la regulación para
proteger al consumidor y que por la puerta del 'free banking' se cuelen
todo tipo de propuestas, algunas ciertamente peligrosas para el
cliente”.
Pero ¿qué compañías están llamadas a
quedarse con parte del lucrativo negocio de los medios de pago? Un
estudio del Instituto de Estudios Bursátiles (IEB) señala a PayPal como
principal candidato a ganar cuota de mercado en este negocio. El informe
sostiene que la experiencia de 15 años de PayPal juega a su favor: ha
demostrado fiabilidad en un campo en el que reina la desconfianza en la
seguridad de las transacciones, ya que su sistema permite pagos con la
simple introducción de la cuenta de email en lugar de los datos de la
tarjeta bancaria.
Además, sus servicios son más
baratos que los de un banco. Las transacciones personales nacionales
abonadas con saldo en PayPal o en cuenta bancaria son gratuitas, al
igual que el pago de compras nacionales por internet. El vendedor abona
por el servicio desde un 1,9% del importe más un fijo de 0,35 euros,
según reconoce PayPal.
Por otra parte, se ha aliado
con Facebook, por lo que pondrá este servicio de pagos a disposición de
los anunciantes y los más de 1.000 millones de usuarios de la red
social. Robles es un tanto más escéptico y opina que, si en los quince
años en los que lleva operativo PayPal no ha supuesto una amenaza real
para la banca, nada puede hacernos pensar en que vaya a ser así en el
futuro.
PayPal es un gigante, pero a su sombra nacen
otros competidores que van a más, tanto en Europa como en EEUU. En el
viejo continente no sólo está la sueca iZettle –que, según admite el
director general de la división española, Ignacio García, “se dirige a
negocios que no aceptaban pagos con tarjeta, cubriendo las necesidades
de un mercado, el de los autónomos y micropymes principalmente, que no
encontraban una propuesta adecuada por parte de los bancos”–, también se
está haciendo fuerte SumUp, presente en España desde 2012.
La estadounidense Square fue la pionera en convertir los smartphones y
las tabletas en TPV. Fundada hace tres años por el creador de Twitter,
Jack Dorsey, actualmente sólo está presente en EEUU, Canadá y Japón
debido a que las tarjetas europeas –que funcionan con chips– son
distintas al resto, lo que obliga a la compañía a adaptar su lector de
tarjetas. Con todo, Square avanza en la entrada de nichos de mercado,
pues próximamente va a abrir una sesión en español para sus clientes
estadounidenses.
El IEB señala otro actor que podría dar algún quebradero
de cabeza a la banca: Google Wallet. Lanzado en 2011, permite pagar
compras online en los comercios adaptados y adquirir aplicaciones
Android que acepten este sistema. Incluso en EEUU ya está en marcha el
pago directo en comercios mediante el móvil y sin tarjetas.
A favor de
Google juega la confianza que genera en el consumidor su marca, la
segunda mejor valorada del mundo, detrás de Apple. Además, es el
desarrollador de la tecnología necesaria para aplicar los avances que se
están produciendo en el sector, es decir, es el creador del sistema
operativo Android.
Un tercer actor en discordia es
Amazon. La compañía de Jeff Bezos es una de las plataformas de ventas
más importantes del mundo con una amplia información de sus clientes:
desde sus números de tarjetas de crédito hasta sus gustos, aficiones,
etc., lo que le da una posición privilegiada.
En
Estados Unidos ya tiene en funcionamiento la Amazon Store Card, una
tarjeta de crédito emitida por la propia compañía para realizar compras
en el portal. La amenaza para el sector financiero –bancos y emisores de
tarjetas de crédito– reside en que ahorra las comisiones que paga a
intermediarios financieros por las transacciones. También en la primera
economía del mundo cuenta con las Amazon Coins. Por ahora, sólo sirve
para adquirir contenidos en Amazon (música, libros y apps) por clientes
de Kindle Fire, la tableta de Amazon.
Por último,
está Bitcoin, la moneda virtual de moda. Posibilita el envío de dinero
desde un extremo del mundo hasta el otro en apenas unos minutos y sin
coste, una operativa que, en la actualidad, el sistema financiero
vigente es incapaz de realizar, a juicio del IEB. Desde Bank of America
Merrill Lynch opinan que Bitcoin “podría convertirse en un medio de pago
relevante en el comercio electrónico, e incluso llegar a ser un serio
competidor en el negocio de remesas de extranjeros”.
Asimismo, el banco de inversión americano cree que esta divisa “tiene
potencial de crecimiento” debido a que supone “un ahorro de costes en
tanto que se eliminan las instituciones que actúan como contrapartida”.
Con todo, una divisa sin regulación y puramente electrónica, esto es,
sin respaldo de ningún banco central que pueda responder con activos,
presenta más riesgos que ventajas por el momento.
En
definitiva, las amenazas para la banca en el jugoso negocio de medios de
pago están ahí. Para no perder cuota de mercado, los bancos tendrán que
hacer un fuerte desembolso en inversión tecnológica, que en principio
no va a tener como consecuencia mayores comisiones para los clientes
bancarios, sencillamente, porque la tecnología les permite lanzar
productos más evolucionados”, afirma Joaquín Robles." (Rocío Martínez Rincón
, diario.es, 18/03/2014)
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