"Mi sueño ha sido siempre crear e invertir. En Ogesa hacemos emprendimiento con otros emprendedores", mantiene Carbonell. Esto significa que emprendedores con ideas innovadoras y rompedoras se acercan a la compañía, "estudiamos todas las propuestas que nos llegan. Y, cuando vemos viabilidad y futuro, invertimos en esos proyectos ajenos que hacemos propios". (...)
"Después, en muchos casos, acompañamos a nuestros clientes en su vida empresarial, aportando conocimiento e innovación para que su empresa sea diferente y competitiva".
Con una plantilla en la que coinciden nada menos que veinticinco titulaciones diferentes, Ogesa ha sabido hacer riqueza de la diversidad. "En nuestro equipo tenemos dos trabajadores con doble nacionalidad hispano-portuguesa, un técnico de nacionalidad rumana y una auxiliar de dirección griega. Este carácter multicultural nos hace diferentes", afirma el empresario.
Esta parte de la vida de Ogesa acaba cuando, con 500 empresas fidelizadas en Extremadura "y en el resto de España", se decide a salir al mercado exterior con proyectos propios. Primer puerto: Angola.
"Vamos con nuestra ingeniería y con un socio tecnológico que, tratamos, sea una firma cliente de Ogesa. Allí, con socios locales, estudiamos la viabilidad de proyectos en los que nos quedamos como promotores".
Claro que a Ogesa no le vale asociarse con cualquiera. "Es importante compartir filosofía de negocio.
En nuestro caso, venir de Extremadura, donde desde el atraso de no hace mucho tiempo se han conseguido unos altos niveles de desarrollo agrícola, nos ayuda a hacer negocios en países como Angola, actuando con responsabilidad social, respetando la dignidad y derechos de los trabajadores".
Por eso se coopera con la Administración local en proyectos sociales. "Cuando llegamos y preguntamos por las necesidades de la gente, nos dijeron: primero agua, luego formación. ¿Cómo no vas a tener eso en cuenta?".
No hay más que pasear por las oficinas de la empresa para percibir el buen ambiente que se respira, la sensación de que Ogesa es un buen lugar para trabajar. Un CRM (base de datos que centraliza toda la información y comunicaciones de la empresa) que posibilita acceder al sistema desde cualquier lugar.
"Sirve, por ejemplo, para que las empleadas embarazadas pueden trabajar desde su casa".
Horarios específicos según las necesidades de algunos trabajadores; constantes cursos de formación, comedor subvencionado por la empresa; paridad de hombres y mujeres en la plantilla ("ellas son las que ocupan tres de cada cinco puestos de coordinación de equipos"), etcétera.
La filosofía de empresa está clara: "Aquí tan importante es quien va a lavar un coche de la compañía como el ingeniero que desarrolla un proyecto industrial.
Si la gente trabaja a gusto, el trabajo saldrá mejor... lo que revertirá en la compañía y nos aportará riqueza a todos los que trabajamos en ella". Y es que hoy en día lo importante es ser diferente, palabra de Carbonell." (El País, Negocios, 27/02/2011, p. 36)
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