"Si has estado recientemente en un museo, un concierto o el estreno de una película, es muy probable que hayas estado junto a uno de los productos de Tensabelt. Esta marca diseña, produce y distribuye dispositivos para sistemas de gestión de colas, como barreras, conos y correas enrollables.
Tensabelt ha revolucionado su flujo de trabajo desde que incorporó la impresión 3D para fabricar utillajes personalizados 100% funcionales, lo que les permite incrementar en eficiencia. Esto supone una reducción significativa de tiempo y costes en la producción de sistemas de gestión de colas.
Con una distribución actual de más de 10,000
unidades en todo el sur de Europa, el equipo de producción de la
compañía rápidamente se dio cuenta de que necesitaban una solución
rápida y eficiente para obtener utillajes personalizados que les
permitieran impulsar su proceso de fabricación.
Al principio, explica Clara Bazán, de Tensabelt, tenían “un enfoque más conservador" para producir las herramientas que necesitaban. Trabajaban con utillajes de aluminio, cuya fabricación debía ser externalizada, un proceso lento y costoso, con tiempos de espera de varias semanas para cada nueva pieza diseñada.
Al principio, explica Clara Bazán, de Tensabelt, tenían “un enfoque más conservador" para producir las herramientas que necesitaban. Trabajaban con utillajes de aluminio, cuya fabricación debía ser externalizada, un proceso lento y costoso, con tiempos de espera de varias semanas para cada nueva pieza diseñada.
Conforme los pedidos seguían llegando y el trabajo
iba creciendo, encontrar una propuesta más eficiente se estaba
volviendo crucial, y fue entonces cuando recurrieron a la impresión 3D,
una tecnología que no solo les facilita la rápida fabricación de nuevas
herramientas, sino también lograr diseños más funcionales a través de
iteraciones rápidas, gracias a los menores tiempos de espera y el bajo
coste de los materiales utilizados. “Usamos la fabricación aditiva para
desarrollar plantillas y utillajes, como las que utilizamos para
mecanizar las piezas que provienen de nuestros moldes de inyección de
plástico”, explica Clara Bazán. Fabricadas en PLA gracias a su impresora 3D BCN3D Sigmax, las herramientas impresas están hechas a medida para cada tarea y son «100% funcionales en nuestro trabajo diario».
Con la capacidad de tener los nuevos utillajes a mano en 24 horas y un ahorro de hasta 200€ por pieza,
Bazán corrobora que esta tecnología les ha dado «flexibilidad para
reducir tanto el tiempo como los costes de producción». No solo han
logrado una eficiencia máxima, agrega, sino que la incorporación de la
impresión en 3D ha permitido al equipo de Tensabelt "ser menos
conservadores, facilitando tomar riesgos más calculados y explorar más,
lo que nos permite seguir innovando constantemente". Puedes encontrar más información aquí." (Imprimalia,04/02/20)
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