20/9/11

El agregador que faltaba... Layers

"Proponemos personalizar la navegación en Internet, visitar cientos de sitios pero desde un ismo lugar, centralizar la experiencia en vez de saltar de web en web". 

Su idea se llama Layers (capas, en inglés). Es una aplicación para Chrome, el navegador de Google, desde la que es posible suscribirse a cualquier página, pública o privada, e interactuar con ella.

Una barra inferior muestra en pequeñas ventanas el flujo de contenido en tiempo real: tuits, mensajes en Facebook, la última hora en la actualidad política... Desde ahí podemos comentar en un diario digital, responder a un tuit o subir una foto. Todo el universo en línea reunido en una página.

"La forma en la que navegamos hoy en día es muy ineficiente, lo hacemos en árbol, una web nos lleva a otra y esta a otra, y así sucesivamente. Eso distrae. La navegación lineal, leer un contenido y luego otro como si fuera un libro, es más sencilla.

Así lo hace Facebook, es parte de su éxito", explica Cuevas, ingeniero informático de 37 años y con 12 de experiencia como emprendedor. Con esta filosofía, Layers ha logrado 40.000 descargas en un par de meses. La mitad de quienes lo utilizan lo hace al menos durante 45 minutos al día.

La sede de la empresa está en Barcelona, pero la idea ha gustado en EE UU, donde ya tienen oficina (en San Francisco) y de donde provienen la mayoría de las descargas. Son 17 empleados y, si Cuevas acierta con las previsiones, podría dar la sorpresa. "En un año esperamos alcanzar dos millones de registros y facturar 9,5 millones de euros", dice despacio, como para creérselo.

La clave para conseguirlo, asegura, será el lanzamiento en octubre de Layers en iPad y tabletas Android, gratis y de pago, y las negociaciones que mantiene con The Boston Globe y otros editores norteamericanos para integrar el programa en sus webs.

"Con él cualquier red de blogs o diario digital puede resaltar contenido adicional desde una página única, intercalar publicidad y permitir interactuar al lector".                          (El País, Ciberpaís, 18/09/2011, p. 64)

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