Gómez Fernández se propuso sustituir los químicos artificiales, agrupados como HFC (nombre genérico para los refrigerantes de origen industrial), por otros de origen natural. Para enfriar, optó por un hidrocarburo tan corriente y abundante como el dióxido de carbono (CO2). "Es una alternativa natural y responsable con el medio ambiente", asegura Gómez.
Sobre el papel, su planta de refrigerado cuenta con dos circuitos aislados e independientes que trabajan en cascada, divididos en dos niveles que se conectan mediante un intercambiador de calor. En el primer nivel, se coloca un químico artificial (R4004A), mientras que el segundo, trabaja con dióxido de carbono.
La ingeniera aclara que su diseño no sustituye "al 100% los refrigerantes artificiales", pero los rebaja notablemente, adelantándose a la normativa europea que camina en esa dirección y que propone a los Estados miembros el reto de prescindir completamente de los componentes artificiales en la refrigeración. (...)La idea se le ocurrió observando los paneles refrigerantes de los supermercados. Buscó un lugar de tamaño medio, donde poner en marcha un sistema mixto que combinase congelación y refrigerado y lo encontró en una tienda de la cadena Eroski, en As Pontes.
"Elegí este supermercado porque tienen una instalación muy específica y diferente a otras tiendas", explica esta ingeniera. La misma empresa que realizó la instalación frigorífica del supermercado pontés le facilitó los planos de la tienda, y tras visitarlo, se puso a trabajar, tomando sus dimensiones y sistemas como referencia real.
Los ingenieros gallegos consideran que el proyecto de Gómez Fernández "es técnicamente viable" y que los costes económicos son "razonables", las dos claves para su éxito futuro. El único inconveniente que se ha encontrado en el desarrollo del proyecto es "la alta presión que se genera en el sistema", concluye el informe técnico.
Su propuesta de reemplazar los refrigerantes químicos por hidrocarburos naturales también abre las puertas al reciclaje de los gases generados en la producción industrial. Gómez Fernández opina que incluso se podría emplear como elemento motriz el dióxido de carbono que emana de la chimenea de la central térmica de As Pontes. "Creo que es posible, pero habría que adecuarlo", puntualiza." (El País, Galicia, 18/01/2011, p. 8)
1 comentario:
hola,voy a probar en el frigorifico de mi casa ,si da resultado,ya os contare,saludos
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