Motojima, a punto de cumplir 62 años, está tan convencido de que es una solución obvia de un mundo tecnológico desarrollado que dice que la búsqueda de su firma -neutrinos generados con una emisión pautada de encendido/apagado propia de un reactor de fusión artificial- sería una vía idónea de buscar civilizaciones en el universo, porque "seguro que una inteligencia extraterrestre utiliza esta tecnología", afirma. (...)
"Llevo más de 35 años trabajando en fusión y le aseguro que durante ese tiempo ha avanzado muchísimo", dice Motojima. "Los parámetros más importantes para la fusión son la densidad del plasma en el reactor, su temperatura (150 millones de grados centígrados, superior a la del Sol) y el tiempo que se mantiene caliente.
Pues bien, en medio siglo de investigación hemos mejorado esos parámetros en un millón de veces. Ahora podemos afirmar que la fusión no es un sueño, sino una realidad alcanzable y se avanza muy rápidamente".
El objetivo concreto de ITER, explica, es generar (en un reactor de tipo tokamak con confinamiento magnético) 500 megavatios de energía introduciendo sólo 50 en la máquina, es decir, obtener 10 veces más de lo que se necesita para provocar la reacción de fusión nuclear. El reactor debe empezar a funcionar en 2019. (...)
La energía es uno de los mayores problemas actuales y nadie piensa que habrá una solución mágica, sino una combinación de fuentes energéticas. "La fusión tendrá una parte importante en esa combinación de fuentes de energía", señala el director de ITER. "Tiene varias ventajas y puede producir cantidades enormes de energía: el combustible es el deuterio que se extrae del agua, así que es ilimitado. El otro componente, el tritio, es radiactivo, pero de baja actividad, no como el uranio, así que no plantea problemas medioambientales graves".
Ante el futuro, cuando ITER haya demostrado la viabilidad de esta tecnología, Motojima concibe un sistema descentralizado de plantas pequeñas, del nivel de 500 megavatios, así que un país como España tendría varias.
"Combinar la fusión con otras tecnologías, como redes eléctricas superconductoras para la distribución eléctrica a grandes distancias, será muy eficaz", añade. La producción comercial de energía con reactores basados en la experiencia que se adquiera en ITER se verá dentro de 20 o 30 años, dice." (OSAMU MOTOJIMA: "La fusión ha dejado de ser un sueño". El País, 10/11/2010, p. 40)
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