"La impresora de 3D de Guillermo Martínez,
ubicada en su habitación, tiene un horario de trabajo de ocho horas de
lunes a viernes. Controlada con su móvil gracias a una cámara, tiene la
responsabilidad de imprimir las piezas de las prótesis
que este ingeniero madrileño ha diseñado especialmente para personas sin
brazo pero que tampoco tengan codo.
Un sistema sencillo que permite a
la persona en cuestión coger objetos con un pequeño balanceo del hombro.
¿Cómo
acaba uno comprándose una impresora 3D y termina en Kenia entregando
sus primeras prótesis diseñadas? “Me compré una impresora porque quería
tener algo que crease cosas”, cuenta Guillermo.
Y
empezó a conocer proyectos de asociaciones que tenían diseños para
imprimir prótesis. “Tenía un viaje preparado a un orfanato de Kenia
con la ONG Bamba Project y me replantee preguntar si gente de la zona
necesitaba prótesis. Me dijeron que sí y me empezaron a mandar fotos y
medidas”.
El problema es que los diseños subidos a internet estaban destinados a prótesis para persona con codo o muñeca,
pero no para quienes solo disponían de hombro, como en el orfanato del
Valle del Rift al que iba a viajar Guillermo. Basándose en prótesis
antiguas, desarrolló la suya propia, ajustable con un arnés y creadas
‘ad hoc’ para cinco personas de la región.
Sin saber si aquello
iba a ser útil, metió las piezas en la maleta, cogió un avión y aterrizó
en Kenia. “Me acuerdo de mis pensamientos antes de llegar. No conocía
la situación, no sé cómo iba a reaccionar yo, si les
iba a gustar… Una sensación de nerviosismo porque era la primera vez que
lo iba a probar en una persona”.
Todas las dudas desaparecieron cuando
el primero de sus ‘pacientes’ cogió su gorra gracias a su invento y su
sonrisa fue infinita. Guillermo tampoco pudo disimular la suya. “Después
de nueve meses me han mandado un vídeo de esa primera persona arando,
cogiendo bolsas, cosiendo a máquina… Le ha cambiado la vida, es una pasada”. Y todo por unos 30-35 euros y unas 16 horas de trabajo de la impresora.
Tras ese viaje nació Ayúdame 3D, un proyecto independiente y personal.
“Cuando volví de Kenia abrí un bote virtual para gente que quisiese
colaborar. Y ahora es más ‘no me ayudes a mí, ayúdale a ellos’. El
diseño de las prótesis están en internet, busca tus personas y ayúdales.
Puedes colaborar con el proyecto o con otros que tengo en marcha, como cursos y máster
que necesito para mi conocimiento”. Guillermo continúa entregando
prótesis a todas aquellas personas que no tengan recursos. Acaba de
hacerlo en Sevilla, Ciudad Real o el Chad. “Tengo dos peticiones por semana de particulares, o para ellos o para un apadrinado. También de ONG que quieren colaborar”.
Él
volverá al mismo orfanato de Kenia este verano con la intención de
enseñarles a los niños cómo se montan esas prótesis y darles algunas
clases para que entiendan el mecanismo. Será entonces
cuando vuelva a ver en persona al profesor que grabó un vídeo para la
madre de Guillermo contándole lo agradecido que estaba con su prótesis.
Por primera vez desde que nació podrá sostener el libro y la tiza a la
vez.
“Ayudar es demasiado fácil para no hacerlo”, dice Guillermo. Y anima al resto de persona a que utilicen sus impresoras para proyectos solidarios.
Parte de sus múltiples charlas que da por toda España tienen ese
objetivo, contarle a la gente cómo hacerlo.
Y, mientras, sigue ayudando a
quien lo necesite. Este año surgió otro proyecto a través de Twitter:
imprimir cajas con temática de superhéroe para ocultar la quimio de los niños. Un padre preguntó dónde podía conseguirla y le nombró a él (@Willperman)
y a algunas personas más. Y en 11 horas estaba lista la primera de
estas cajas. “Para ayudar solo hay que saber en qué destacas y qué conocimientos tienes”.
Acaba de terminar el primer prototipo
para personas sin movilidad en la mano. Quiere desarrollar otras
prótesis para animales y usar su página web para subir tutoriales,
preguntas en línea… “Todo se puede hacer más grande. Solo hace falta
tiempo y ganas. Y las ganas están”. (Entrevistas a Guillermo Martínez, Ángela Sepúlveda, El Confidencial)
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