"Desde un punto de vista tecnológico, producir imanes potentes no es
difícil, el problema es hacerlos con determinadas características que
los científicos buscan para sus experimentos. "La fuerza de un campo
magnético no es el único factor importante – explica Dieter Süss, de la Universidad Tecnológica de Viena, uno de los responsables del estudio en un comunicado
– .
A menudo se precisan campos magnéticos especiales, con las líneas
dispuestas de una manera muy específica, por ejemplo un campo magnético
que sea relativamente constante en una dirección, pero que varíe en
intensidad en otra dirección”. Para conseguir estos requisitos, los
imanes deben ser diseñados con formas geométricas muy sofisticadas. Y
luego llega el problema de la producción.
Una opción es el moldeado por
inyección, pero requiere la creación de un molde y es un proceso caro y
que lleva mucho tiempo, lo que hace de este método una posibilidad solo
disponible para pequeñas cantidades.
La innovación del equipo de
Süss, es que ha utilizado, por primera vez, una impresora 3D para
producir imanes.
Esto permite desarrollarlos en formas complejas y con
los campos magnéticos personalizados, como los necesarios para sensores
magnéticos. Las impresoras 3D convencionales utilizan filamentos
plásticos como “tinta”, que generan estructuras plásticas han existido
desde hace algún tiempo, y las funciones de la impresora en el imán de
la misma manera.
La diferencia es que la impresora concebida por los
miembros del equipo de Süss, recurre a filamentos de granulado
micromagnético, que se mantienen unidos con un polímero. La impresora
calienta el material y lo aplica punto por punto en las posiciones
deseadas. El resultado es un objeto tridimensional compuesto por un 90%
material magnético y un 10% de plástico.
El producto final no es
magnético, pero basta exponerlo a un campo magnético externo para que se
convierta en un imán. “Este método nos permite procesar diferentes
materiales magnéticos – concluye Süss –, tales como los excepcionalmente
fuertes imanes de neodimio-hierro-boro y también crearlos en el tamaño
deseado y con una precisión milimétrica”. El avance permitirá también,
según señala el estudio, publicado en Applied Physics Letters,
utilizar diferentes materiales en un solo imán para crear, por ejemplo,
una transición suave entre el magnetismo fuerte y débil en un mismo
objeto." (Quo, 25/10/16)
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