Placas fotovoltaicas de la finca 
"Hace ya 31 años que colocaron en casa su primera placa 
solar. La idea fue creciendo, y lo que comenzó siendo un experimento les
 ha convertido en  consumidores de electricidad autosuficientes.
Carmen y Mario llevan 15 años desconectados de la red eléctrica. Tienen
 una finca de 15 hectáreas en Berzocana, en la comarca cacereña de 
Villuercas. Toda la energía que necesitan la obtienen de sus placas 
fotovoltaicas, y la ayuda de unas baterías que guardan la energía que 
les regala el sol a diario.
Se trata de un verdadero ejemplo de autonomía energética, porque en la   finca ‘El rincón de los Cerezos’hacen una vida completamente normal, con la salvedad de que no les llega la temida factura de la luz cuando empieza el mes.
De hecho su consumo energético es superior al de una familia 
convencional, porque trabajan a diario una explotación agroecológica. 
Con las fotovoltaicas tienen capacidad para poner en funcionamiento los 
molinos de granos, los extractores de miel o las cámaras frigoríficas. 
También tienen potencia suficiente para que tiren las bombas de agua, 
encender el ordenador o echarse un café.
Su pico de potencia es de 4.400 vatios, aunque el sistema del que disponen les permitiría incrementarla hasta los 9.000 vatios.
Lo hacen por una cuestión ideológica. 
 Quieren demostrar que se puede tener una vida normal sin la necesidad 
de tener una dependencia externa a una gran empresa eléctrica. 
Comenta Mario que la idea principal es que la gente entienda que la 
población “no tiene por qué ser dependiente a la hora de tener sus 
necesidades básica cubiertas”. 
Su idea, que la 
captación de energía no tiene por qué estar concentrada en un único 
punto, como puede ser una central nuclear o una hidroeléctrica. “El sol 
impacta de manera difusa en todos lados, y nosotros tenemos una pequeña 
central en casa que nos suministra energía”.
Las 
placas han avanzado, los equipos de fotovoltaicas se han abaratado y 
tienen más rendimiento. Son más asequibles que hace unos años, cuando 
esa familia comenzó a incorporarse al mundo de las renovables.
De hecho piensan que la locura no es estar desconectado de la red 
eléctrica, sino llevar líneas convencionales eléctricas hasta los 
lugares más inhóspitos del territorio extremeño, pese a que la 
tecnología y los medios –comenta-- posibilitarían a muchas familias ser 
completamente autosuficientes.
Más argumentos: las 
placas están hechas de silíceo, un producto muy abundante en la corteza 
terrestre, de menara que sigue siendo mucho más sostenible que la 
obtención de energía de los combustibles fósiles u otras energías 
contaminantes.
En otros casos hay familias que han optado por instalar 
paneles para abastecer el calentador de la casa. Así lo han hecho por 
ejemplo  Carmen y Juan Carlos, que viven en
 La Codosera (Badajoz). Con dos placas de alto rendimiento y un 
calentador de 300 litros tienen más que suficiente para estar 
abastecidos. Ellos y las visitas.
Esta pareja, 
militantes de Equo, advierte que el autoconsumo es algo que está al 
alcance de todos. De hecho ellos, por ejemplo pagan a plazos la 
inversión que hicieron, de unos 3.600 euros. "Pensamos que hay que 
disfrutar de la energía como un derecho", comenta Carmen. Insiste en 
que, mientras qeue las grandes distribuidoras, agrupadas en oligopolios,
 ontrolan el canal de distribución "el sol está al alcance de todos".              (Jesús Conde
  
  
  
  
   
  
  
    
    
      , eldiario.es, 01/09/2015)

 
 
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