"La empresa Proingesa, de Valladolid (España), es una de las
participantes en el proyecto de nuevos procesos de construcción mediante
impresión 3D, aprobado en el marco del programa estratégico CIEN del
Centro de Desarrollo Tecnológico e Industrial (CDTI) del Ministerio de
Industria y confinaciado con fondos Feder de la Unión Europea.
En el mismo figuran además la compañías Vías y Construcciones,
lafarge, Saint Gobain Placo Ibérica, Geocisa, Cype y Atanga, y como
organismos colaboradores, los siguientes:
Instituto de Ciencias de la Construcción Eduardo Torroja (CSIC)
Universidad de Burgos (UBU)
Universidad Politécnica de Madrid (UPM)
Fundación CIM-UPC
Fundación CARTIF
Universidad de Burgos (UBU)
Universidad Politécnica de Madrid (UPM)
Fundación CIM-UPC
Fundación CARTIF
El objetivo principal de este proyecto es el desarrollo de nuevas
tecnologías de impresión 3D en la construcción a escala real, junto con
el desarrollo de nuevas gamas de materiales y nuevas herramientas de
diseño, que permitan automatizar los múltiples procesos que intervienen
en la construcción y rehabilitación de edificios.
Se trata, por tanto, del desarrollo de nuevos sistemas de impresión
3D para la rehabilitación de envolventes mediante impresión directa
sobre elementos verticales, como fachadas existentes (lo que constituye
un verdadero reto innovador y sin precedentes), y la elaboración de
elementos prefabricados “a la carta” (sin necesidad de moldes o
encofrados).
Estos sistemas de impresión trabajarán con nuevas gamas de
materiales para interiores y exteriores en base a cemento, cal, yeso y
mezclas mixtas, especialmente desarrollados para su aplicación por
extrusión.
Angel de Miguel, director-gerente y coordinador de I+D de la empresa,
ha ampliado al diario El Mundo detalles sobre el robot impresor en 3D
de fachadas que la compañía está desarrollando en el marco de este
proyecto con el objetivo de introducir la impresión 3D en la industria
de la construcción, tanto en el ámbito de obra nueva como de la
rehabilitación y restauración de patrimonio.
«La aplicación de nuevas
tecnologías de impresión 3D en el campo de la construcción -incipiente
aún en nuestro país- permitirá junto con el desarrollo de nuevas gamas
de materiales y una generación de herramientas de diseño, la
automatización de múltiples procesos de edificación y rehabilitación de
edificios», explica el directivo.
El objetivo general se asienta en tres áreas: sistemas robotizados de
impresión en tres dimensiones para automatizar los procesos de
construcción y rehabilitación, nuevos materiales con propiedades a la
carta en función de las necesidades de diseño y procesos de edificación
que partiendo de la captación de información -escaneado, termografía,
modelado o herramientas de simulación- permitan desarrollar sistemas de
diseño que superen los paradigmas actuales.
La principal peculiaridad reside, a su juicio, en la aplicación de la
impresión en tres dimensiones en superficies verticales existentes para
la rehabilitación de fachadas. «Es muy significativo también restaurar
elementos de patrimonio o con geometrías complejas a partir de modelados
3D de alta precisión», señala De Miguel, para añadir que igualmente se
desarrollará un sistema de impresión de prefabricados a la carta, sin
necesidad de moldes o encofrados, en los que la 'customización' de
piezas en función del diseño no suponga un coste adicional.
Para el director y coordinador de I+D de Proingesa, la novedad viene
de la mano de una amplia gama de materiales. «En nuestro proyecto,el
espectro se abre a otras opciones con materiales a base de yeso y cal,
incluso mezclas mixtas con cemento», señala. «Estas nuevas tipologías
abren el abanico de aplicaciones potenciales, de modo que, por ejemplo,
nos permiten actuar en elementos del patrimonio arquitectónicos donde la
cal es un material básico», destaca De Miguel.
Asimismo, en morteros y hormigones, existen «ambiciosos» objetivos
que persiguen no solo que el material sea aplicable por impresión, sino
que dentro de los nuevos procesos constructivos se controlen las
propiedades de los materiales en función de las necesidades de cada
actuación, «algo que supone una importante novedad respecto a los
proyectos conocidos hasta ahora», agrega.
Otro punto diferenciador se centra en la impresión directa sobre
superficies verticales. «Esto nos permitirá realizar trabajos de
rehabilitación en menos tiempo, eliminar molestias a los ocupantes del
edificio, reproducir el estado original de elementos complejos o
ejecutar una rehabilitación energética optimizada a partir de un
análisis termográfico de los edificios».
Las ventajas son la automatización de alta precisión y la
personalización de las piezas, comenta Ángel de Miguel.«Para una
impresora 3D no supone ningún problema imprimir piezas distintas,
singulares o con geometrías complejas». A esto, se une otros beneficios
como la menor producción de residuos, la eliminación de los riesgos
asociados a trabajos en altura o el estricto control de los tiempos de
ejecución, enumera el coordinador de I+D de Proingesa.
El proyecto comenzó a principios de 2014 y su finalización está
prevista para el primer trimestre de 2018, cuando se habrán concluido,
además de todos los desarrollos tecnológicos, los distintos
demostradores y obras piloto que permitirán validar la tecnología.
Esta firma vallisoletana es la única que apuesta por la impresión en
tres dimensiones sobre fachadas. «Nuestra empresa es la encargada del
diseño y desarrollo de un robot para realizar esa labor, lo cual
constituye un verdadero reto innovador y sin precedentes».
La iniciativa surge, según comenta De Miguel , de la necesidad de las
empresas de transformar el proceso constructivo mediante el desarrollo
de dos prototipos de impresión 3D, uno para elementos prefabricados y
otro para imprimir sobre superficies verticales ya existentes,
principalmente fachadas." (Imprimalia, 08/07/2015)
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