"Cuando en 1983 Charles “Chuck” Hull consiguió imprimir la primera pieza de resina en una impresora 3D, no era completamente consciente de que aquel era el primer paso de lo que algunos han denominado ya la tercera revolución industrial. Mientras que el cine de ciencia ficción de aquellos años imaginaba viajes en el tiempo y sociedades distópicas en que robots y humanos competían por la supremacía en nuestro plantea, Hull fundaba 3D Systems en California, la empresa líder en mundial en impresión 3D. Gracias a su idea, estamos a las puertas de una nueva era en el diseño, fabricación y distribución de todo tipo de objetos: desde turbinas de aviones hasta un riñón perfectamente funcional. Y lo haremos desde nuestras propias casas.
Esa ha sido precisamente la idea que ha motivado a Avi Reichental desde que en septiembre de 2003 fuera nombrado presidente de 3D System. Bajo su dirección la empresa ha evolucionado y ha expandido su modelo de negocio, pasando de ser fabricante de impresoras en 3D a proveedor de soluciones finales para la vida diaria.
Reichental asegura que dentro de muy poco todos tendremos esta tecnología en nuestras casas, democratizando de esta forma la producción de objetos; podremos diseñar a nuestro gusto la ropa que vestiremos, lo que comeremos o el mobiliario de nuestro salón. Imprimiremos cualquier cosa que alguien nos mande o podamos descargar de Internet.
En la actualidad las impresoras 3D son capaces de imprimir en materiales tan distintos como plásticos, acero inoxidable, titanio o… chocolate, por lo que sus aplicaciones son infinitas. Tanto es así que según datos publicados por la revista Forbes, el mercado de las impresoras en 3D crecerá de forma exponencial en los próximos años y podría alcanzar un valor de más de 21.000 millones de dólares.
Cifras que confirman que, como afirma Avi Reichental, nuestro futuro será imprimible y en tres dimensiones." (Zuberoa Marcos , El País, 22-07-2015)
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