"Ni jubila sus inquietudes ni dimite de su afán por contribuir a forjar
una Sevilla más próspera. José Manuel de Ben, tras una larga trayectoria
profesional en empresas como Sainco, Telefónica, Standard Electric y
Campsa, amén de su faceta como consultor, y tras muchos años de
residencia en Madrid y Tenerife, regresa a Sevilla (España) en 2013 y se
afinca con su pareja, María Melgar, en un piso de su propiedad en Las
Letanías (uno de los barrios más deprimidos de la ciudad).
Es el
impulsor de 3D Impact, la empresa que va a iniciar su actividad en naves
industriales sitas en la Avenida José Galnares, mediante acuerdo con el
CADE de Andalucía Emprende. (...)
Quiero impulsar actividad industrial en el Polígono Sur. La impresión
en 3D es una tecnologia disruptiva que se desarrolla a gran velocidad, y
muchos jóvenes de Formación Profesional pueden encontrar su
oportunidad.
-¿Qué datos les comenta sobre la impresión en 3D?
Está creciendo un 40% anual. Ya se venden impresoras 3D en Alcampo,
Media Markt, El Corte Inglés,... Será parte de la vida cotidiana. Nos
hemos dado a conocer, en marzo, en el Printshow 3D en Madrid, y viendo
cómo avanzan las formas de fabricación. Por ejemplo, cómo se puede
fabricar una pieza en cualquier lugar sin necesidad de realizarla ni
transportarla desde la sede central, con un ahorro enorme de dinero,
tiempo y logística. Pensemos en la pieza de repuesto para un coche
fabricado en Japón que circula por Sevilla.
-¿En qué consiste 3D Impact?
Constituida como una cooperativa, pretende generar empleo no solo
para profesiones que diseñan mediante la tecnología (ingenieros e
informáticos) sino también para personas con menos titulación. El sector
de la impresión 3D requiere de un consumible: el filamento plástico.
Los principales fabricantes están en China, Estados Unidos, Países Bajos
y República Checa. Ante esta avalancha de más producción de plástico,
que causa graves problemas medioambientales (tres kilos de huella de
carbono como contaminación, por cada kilo de plástico fabricado), vamos a
ser pioneros en reciclar plástico del que se tira a la basura y
producir con él filamento.
En la primera fase, compraremos material
plástico a empresas de reciclado. En la segunda fase, tendremos nuestro
propio sistema de recogida selectiva (contenedores con sensores para
recoger los residuos en el momento más eficiente), y maquinaria de
reciclado para disponer de nuestra propia materia prima.
-¿Y la empresa puede ser competitiva y rentable?
Llevamos muchos meses trabajando en el proyecto y asesorándonos. En
la primera fase, que durará un año, se crearán cuatro puestos de
trabajo. En la segunda, cuando comencemos la recogida y reciclaje, el
plan es llegar a tener dieciséis trabajadores. Será una empresa con un
triple balance de beneficio: económico, medioambiental y social. Es
crucial en los inicios que los principales clientes del sector 3D nos
verifiquen y homologuen, nos pongan a prueba.
-¿Hay más iniciativas industriales en el Polígono Sur?
La excelente labor educativa en la zona por parte de profesores de
Primaria, Secundaria, Bachillerato y Formación Profesional, muy
implicados con sus alumnos y sus necesidades, ha de ser continuada por
empresarios que apuesten por actividades de este tipo y no limitarse
siempre al sector servicios. Y por empresas industriales que, durante
una fase inicial, compren parte de la producción de esas pymes cuando
están en la búsqueda de sus primeros clientes para asentar el negocio y
el empleo. Jóvenes con ingenio y talento hay de sobra en el Polígono
Sur.
En 3D Impact, con las impresoras que tendremos para hacer pruebas,
crearemos un vivero de jóvenes y fomentaremos que practiquen e inventen
como diseñadores industriales.
-¿Cómo ha asumido la nueva cultura del 'coworking'?
Estamos encantados. Mientras se pone a punto la nave, disponemos en
Los Remedios de sitio en RES (Espacio de Resiliencia Creativa), nos lo
ofreció Carlos Lora. La actividad profesional, industrial y empresarial
ya no puede ser como antes. Los sistemas de fabricación, y las propias
fábricas, van a cambiar totalmente. Hay que fomentar la unión de
'seniors' y 'juniors', enriquece mucho la calidad y viabilidad de los
proyectos.
Espíritu colaborativo para afrontar un mundo tan complejo y
competitivo sin querer abarcarlo todo en solitario, sino mediante
sinergias con personas de diversas edades, especialidades y
procedencias. Y para un mercado global, no en función de los
condicionantes locales." (Imprimalia, 27/05/2015)
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