10/2/14

La administración española y sus malas prácticas de gestión informática

"Un ejemplo concreto de subordinación de la administración española, de la valenciana en este caso, a los intereses de las grandes empresas informáticas de software privatista, de acceso no libre, y de la torpe y mala gestión del dinero público. (...)

Se trata de un anuncio de la “Conselleria de Hacienda y Administración Pública por el que se publica la formalización del contrato administrativo mixto de suministro de actualización de versiones de productos Oracle y servicios de soporte básico”. (...)

Valor estimado del contrato: ¡más de 3 millones de euros! 3.137.026,13 € para ser exacto. Presupuesto base de licitación, el importe neto: 2.418.976,84 euros. El importe total es 2.926.961,98 euros. (...)

Fecha y firma: Valencia, 16 de enero de 2014. La Subsecretaria (P.D. firma 31 de mayo de 2012), Carmela Cots Soler. ID: A140002160-1 

¿Es así y no puede ser de otro modo? ¿Es “lo que hay” como se dice estúpidamente en ocasiones?

En absoluto. Unos comentarios del físico e informático badalonés, Óscar Torrente, profesor y coordinador de Informática del Instituto Puig Castellar de Santa Coloma de Gramenet (Barcelona): “No soy un especialista en el tema, pero estoy seguro que con PostgreSQL se puede hacer todo lo que se puede hacer con Oracle, y, además, gratis… 

O aunque no sea total la gratuidad, también pueden tener su departamento comercial de soporte técnico, pero, en cualquier caso, sería software libre”.

Prosigue el entregado profesor de informática: “El problema fundamental que veo, además de los típicos, los ya conocidos: estar esclavizado para siempre a un producto opaco, caro y deslocalizado, es la nula voluntad de fomentar la investigación de soluciones viables libres, existentes actualmente o no”.

Con más detalle señala algunos interrogantes: “Si PostgreSQL, por poner un ejemplo, no se adecua exactamente a las características exigidas, ¿no sería una buena, incluso una gran decisión estratégica, desarrollar una solución propia y, de este modo, no depender de nadie, y hacer además que esta solución estuviera ubicada en el ámbito del software libre para que todo el mundo que quisiera pudiera colaborar?”

Es obvio, prosigue el profesor Torrente, que inicialmente la apuesta sería tal vez un poco más cara (si bien, matiza, “no sería necesaria empezar desde cero… bastaría con modificar las cosas seleccionadas de un proyecto-base ya contrastado, ya testado”), pero a la larga, y este es el punto esencial, daría un “rendimiento impresionante”, además de fomentar, una de las tareas y finalidades de lo público en su vertiente formativa y educativa, el trabajo local de calidad y la mejora de la colaboración entre las administraciones. 

A medio plazo: mejor, con menor gasto y con mayor colaboración cooperativa.

¿Es alocado lo defendido por el profesor Torrente? ¿Imprudente? ¿Utópico? ¿No toca? ¿O, por el contrario, es realismo crítico del mejor, del más informado y con arista más democrática, participativa y ciudadana? 

¿Y no se trataba de ser realistas, críticos y participativos?"               (Salvador López Arnal, Rebelión, 10/02/2014)

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