La microbatería se imprime en 3D sobre las puas de un peine de oro. J.A.Lewis
"Investigadores estadounidenses han desarrollado una nueva tecnología que permite fabricar baterías microscópicas
capaces de alimentar toda clase de pequeños dispositivos. Para
construirlas han recurrido a la impresión tridimensional. Y han
conseguido resultados equivalentes a los de las pilas de iones de litio
comerciales, pero en el tamaño de un grano de arena.
«No solo hemos demostrado por primera vez que se puede
imprimir en 3D una batería», explicó Jennifer A. Lewis, responsable del
proyecto, «sino que lo hemos demostrado de la manera más rigurosa». Su
equipo cree que, gracias a su tecnología, se podrá dar energía a toda
clase de dispositivos minúsculos. Aparatos médicos, microdrones, o cámaras y micrófonos diminutos.
Fue construida con una
impresora especial con un inyector de 1 milímetro, y además de generar
energía es más pequeña que un grano de arena
Para crear estas baterías, los investigadores han
conseguido crear electrodos ultrafinos, muy pegados los unos a los
otros. Para eso han tenido que desarrollar unas ‘tintas’ de impresora
que se endureciesen al instante en contacto con el aire, y que
mantuviesen las propiedades electroquímicas necesarias.
Las microbaterías desarrolladas por estos investigadores se construyen a base de depositar dos variedades de ‘tinta’
–una crea el ánodo y otra el cátodo– sobre las púas de un peine
microscópico hecho de oro.
Esto permite crear una pila de electrodos muy
apretados entre sí, lo que a su vez habilita una mayor capacidad de
almacenamiento energético, y una menor pérdida de la carga acumulada.
Una vez se han depositado los elementos, estos se almacenan en un
pequeño recipiente que se llena de una solución electrolítica que
completa la batería.
«El rendimiento electroquímico de esta batería es comparable al de las comerciales en términos de carga y descarga, de ciclo de vida y de densidad energética. Simplemente somos capaces de hacerlo en una escala menor», aseguró Shen Dillon, coparticipante en la investigación.
«Los innovadores diseños de tintas de la microbatería de
Jennifer aumentan de manera significativa los usos prácticos de la
impresión en 3D», afirmó Donald Ingber, director de uno de los centros
donde se ha llevado a cabo esta investigación. «Y, además, abre un nuevo
campo de posibilidades para la miniaturización de todo tipo de
dispositivos, tanto médicos como no médicos». (El correo.com, 19/06/2013)
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