El editor jefe de la mítica revista Wired ha inaugurado el ciclo de sesiones plenarias de la segunda edición del Foro Internacional de Contenidos Digitales (FICOD) (...)
Bajo el título El futuro de Internet: la economía Long tail, Anderson ha explicado cómo la era digital ha abierto las puertas a todos esos miles de consumidores que no se ven representados en los grandes éxitos (ya sean musicales, cinematográficos, literarios e incluso informativos): seguiremos teniendo blocbusters al estilo de Star Wars, El Código Da Vinci o los discos de NSYNC, pero se ha abierto un nuevo mercado, infinito, en el que los consumidores han tomado el mando y, si sumamos a todos esos pequeños grupos con necesidades muy específicas (la famosa Long tail), veremos que representan un público más numeroso y ávido de verlas satisfechas.
Para explicar este fenómeno, Anderson ha puesto un ejemplo real. Mientras una librería convencional ofrece 100.000 títulos al consumidor, Amazon le ofrece en Internet y esté donde esté 5.000.000. Lo mismo ocurre en el mercado musical, que no está en crisis, sino en plena transición: el 45% de las ventas en línea no están disponibles en tiendas.
La fragmentación del mercado y el abaratamiento del coste de distribución provoca que los grandes proveedores, ya sean de servicios o de productos, tengan que adaptarse a la nueva realidad. En una entrevista con ELPAÍS.com posterior a su conferencia, el editor jefe de Wired ha explicado que la multiplicación de medios y servicios no debe ser un problema para los grandes medios profesionales, precisamente porque la inmensa mayoría de los contenidos son generados por usuarios que no cobran nada por lo que hacen, tal y como ocurre con la Wikipedia, MySpace, Facebook, o los blogs.
Por lo tanto, el tan temido reparto del pastel publicitario quizá cuente con algunos comensales más, "pero tendría que haber dinero para todos". ¿Y de qué vive la gente que trabaja gratis para dotar de contenidos a esos nuevos formatos? "Pueden ser carpinteros o amas de casa; lo que les empuja a hacerlo es la pasión que sienten por un tema, el que sea, no la necesidad de monetizar su esfuerzo". Anderson pone el ejemplo de uno de los blogs más seguidos de su revista, Geek Dad.com, que recibe cerca de un millón de visitas al mes sin ningún afán de ganar dinero." (El País, 25/11/2008)
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