"El mes de febrero viene cargado de dulzura, presentando el proyecto de Meydan Levy. La idea era crear cinco frutas impresas en 4D y comestibles, diseñadas a partir de una piel de celulosa impresa en 3D y llena de vitaminas y minerales. ¿Pero, por qué estamos hablando de cuatro dimensiones? Esto se debe a que las frutas cambian de forma una vez que salen de la impresora: la cuarta dimensión se activa bajo el efecto de un estímulo. Antes de eso, el fruto es seco, plano y ligero, lo que en particular prolongaría su vida útil y facilitaría su transporte.
La impresión 4D
está comenzando a ganar terreno, combinando las ventajas de la
fabricación aditiva y una dimensión de tiempo que es crucial en nuestros
procesos de consumo actuales. La tecnología hace posible crear piezas
que cambiarán su forma por efecto del calor, la humedad, una descarga,
etc. Es particularmente interesante para sectores donde la
personalización es clave, como en el campo de la medicina. Por supuesto,
también se puede usar para proyectos artísticos, como es el caso del
Neo Fruit.
El proceso de creación de las frutas impresas en 4D
Levy optó por la celulosa, un material orgánico,
para crear la estructura de su fruto. Explica que primero imprimió en 3D
una estructura plana, una especie de piel finalmente hecha de celulosa.
Esta estructura se enriquecería con fitoquímicos e integraría
microtubos para inyectar un líquido enriquecido con minerales y
vitaminas tras la impresión. Es a partir de ahí que la fruta se hincha y
toma todo su tamaño, color y sabor. Agregar el líquido después de la
impresión tiene una serie de ventajas, como una mejor optimización del
espacio de impresión, la capacidad de crear un objeto dinámico y
realista, y un embalaje y transporte más práctico.
En términos de sabor, Meydan Levy no quería
reproducir el sabor de la fruta real y trabajó durante mucho tiempo para
obtener un sabor agradable. Además agrega: “He desarrollado un
dispositivo que me permite extraer los aceites, sabores y olores de casi
todas las sustancias existentes, por lo que puedo experimentar
combinaciones diversas e interesantes. Desarrollé las texturas con la
ayuda de chefs expertos en cocina molecular e investigué las materias
primas comestibles disponibles para producir el color y la textura
apropiados para cada fruta".
Si observamos las frutas impresas en 4D, una de
ellas es una serie de pequeñas vainas unidas entre sí como moléculas.
Levy explica que se debe abrir y raspar el contenido como la hoja de una
alcachofa. Otra fruta recuerda el interior de una maracuyá pero
dividida en 3, todas mantenidas por una especie de esqueleto externo e
interno. Finalmente, otro recuerda a fresas pequeñas, unidas por una
especie de vaso sanguíneo. Puedes encontrar más información del proyecto
completo AQUÍ. " (Imprimalia, 11/02/20)
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