"Reemplazar
las vías del ferrocarril de la mano de la impresión 3D y la robótica.
Este es el proyecto en el que está trabajando Amey, empresa británica
de infraestructuras, filial de la española Ferrovial, para arreglar las
vías del Reino Unido.
Con la colaboración de la suiza ABB, han diseñado un sistema que
permitiría reemplazar parte de las vías in situ contando con equipos
robóticos y la impresión 3D, explican fuentes de la firma británica.
El proyecto en el que trabajan estas compañías incluye un sistema autoguiado dotado de tecnologías de vanguardia (desde la metrología para inspeccionar el estado actual del trazado, hasta la robótica para la sustitución de los elementos inservibles) que permitirá reducir los tiempos de reparación gracias a la automatización.
Una impresora 3D sería la encargada de producir en cada localización la pieza que fuera necesaria. Además, las partes desechadas podrían ser reutilizadas, con lo que no sólo se ahorra costes (unos 40 millones de libras), sino que aumenta la sostenibilidad del proceso.
De hecho, se estima que esta tecnología podría aumentar la eficiencia hasta en un 80% y se reduciría en un 40% el desperdicio de material, con lo que se disminuye la huella de carbono del ferrocarril.
Tras montar la nueva vía, se realizará un análisis NDT (test no destructivo, por sus siglas en inglés) para recopilar datos vitales del nuevo tramo, una información que será “crucial para su mantenimiento en el futuro”.
La robótica entra en juego para realizar las tareas más peligrosas del proceso de sustitución, con el objetivo de reducir “drásticamente” los accidentes y, además, se capacitará al personal para operar esta nueva tecnología, señalan fuentes de Amey." (Imprimalia, 14/11/19)
El proyecto en el que trabajan estas compañías incluye un sistema autoguiado dotado de tecnologías de vanguardia (desde la metrología para inspeccionar el estado actual del trazado, hasta la robótica para la sustitución de los elementos inservibles) que permitirá reducir los tiempos de reparación gracias a la automatización.
Una impresora 3D sería la encargada de producir en cada localización la pieza que fuera necesaria. Además, las partes desechadas podrían ser reutilizadas, con lo que no sólo se ahorra costes (unos 40 millones de libras), sino que aumenta la sostenibilidad del proceso.
De hecho, se estima que esta tecnología podría aumentar la eficiencia hasta en un 80% y se reduciría en un 40% el desperdicio de material, con lo que se disminuye la huella de carbono del ferrocarril.
Tras montar la nueva vía, se realizará un análisis NDT (test no destructivo, por sus siglas en inglés) para recopilar datos vitales del nuevo tramo, una información que será “crucial para su mantenimiento en el futuro”.
La robótica entra en juego para realizar las tareas más peligrosas del proceso de sustitución, con el objetivo de reducir “drásticamente” los accidentes y, además, se capacitará al personal para operar esta nueva tecnología, señalan fuentes de Amey." (Imprimalia, 14/11/19)
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