"Investigadores del Colegio de Veterinarios de Ontario de la
Universidad de Guelph en Canadá han utilizado la tecnología de impresión
3D para reemplazar la mayoría del cráneo de una perra que sufre de
cáncer, informa e el centro educativo en su página web. Los científicos
esperan que el nuevo procedimiento marque un gran avance en la medicina
veterinaria, que incluso tiene perspectivas para los humanos.
De acuerdo con el informe, el tumor cerebral de una perra salchicha
de 9 años llamada 'Patches' creció hasta el tamaño de una naranja. Según
la dueña de la mascota, sin el tratamiento la enfermedad podría haber
sido fatal.
"La llamábamos nuestra pequeña unicornio porque tenía este bulto en
la cabeza, pero la habría matado", dijo su dueña, Danielle Dymeck, de
Willamsport, Pensilvania. "Es bastante sorprendente lo que hicieron por
mi niña".
Dymeck dijo que un pequeño golpe que Patches tenía en la cabeza
durante años comenzó a crecer agresivamente hace algunos meses. Su
veterinario la apuntó a la Universidad de Cornell, famosa por su
programa veterinario.
"Sentían que ella podría recuperarse de esto", dijo Dymeck. "Y formar
parte de la investigación sobre el cáncer fue algo muy importante para
mí: si pueden aprender algo de los animales para ayudar a los humanos,
eso es muy importante".
El nuevo método comenzó con una tomografía computarizada tomando una
imagen de la cabeza y el tumor de Patches, dijo la veterinaria Michelle
Oblak.
Utilizando varios programas de software diferentes en esa imagen,
Oblak y su equipo recortaron digitalmente las partes del cráneo del
perro afectadas por la enfermedad y el tumor. A continuación, indicaron
dónde cabría un reemplazo impreso en 3D y cómo se vería, con la
ubicación de los agujeros para tornillos para mantenerlo en su lugar.
Esos planes digitales se enviaron luego a ADEISS, una empresa de
impresión 3D de grado médico en Londres, Ontario, que fabricó una tapa
de titanio personalizada para parches.
Oblak también tuvo que crear una "guía de corte" para seguir durante la cirugía.
"Hay muy poco margen para el error", dijo. "Estamos hablando de menos de dos milímetros o de lo contrario la placa no cabría".
Todo el procedimiento involucró a varios cirujanos veterinarios,
ingenieros de software y un ingeniero industrial, dijo Oblak, pero las
cosas se movieron rápidamente.
Tomó dos horas mapear los planos y enviarlos a la impresora, y en dos semanas, el casquete de titanio estaba listo, dijo Oblak.
Debido al tumor, los veterinarios se vieron obligados a eliminar el
70% del cráneo del animal y reemplazarlo con una parte de titanio, hecha
mediante impresión 3D.
La cirugía de implantación duró unas cinco horas. Unos 30 minutos
después de despertar de la anestesia, 'Patches' pudo salir sola a la
calle.
Michelle Oblak, oncóloga veterinaria del Colegio de Veterinarios de
Ontario, ha señalado que cree que el procedimiento es el primero de este
tipo en América del Norte y un salto cualitativo en esta área.
"Al realizar estos procedimientos en nuestros pacientes animales,
podemos proporcionar información importante que se puede utilizar para
mostrar el valor y la seguridad de estos implantes para humanos", ha
afirmado Oblak." (Imprimalia, 26/09/18)
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