El movimiento de los 'makers' —hacedores o creadores, en inglés—, cada vez más popular en muchos países del mundo, también está presente en Rusia. En la feria Moscow Mini Maker participaron investigadores, inventores, estudiantes y representantes de empresas de Rusia, Holanda, EEUU, Japón, Argentina y España.
El movimiento 'maker' moderno se basa en el uso activo de la tecnología y
la impresión 3D. Con la ayuda de una impresora 3D, se puede fabricar
una prótesis médica, según un diseño disponible en internet, o hacer un
pastel en forma de un dibujo de niño e, incluso, montar un coche.
Entre los primeros en adoptar el enfoque tecnológico están los creadores de las prótesis médicas.
Uno de los proyectos rusos de producción de prótesis médicas, MaxBionic, asegura que, gracias a las nuevas tecnologías, es posible bajar considerablemente el coste de las partes postizas del cuerpo.
"El precio de las prótesis modernas oscila entre 15.000 y 300.000
dólares. Con ayuda de las nuevas tecnologías, tales como la impresión
3D, podemos reducir el costo hasta 1.000 dólares. ¡Esto es 10 veces más
barato, lo que significa que estos dispositivos pueden llegar a mucha
más gente!", enfatiza la página web de la empresa.
Además, otra compañía rusa, Motórika, asegura que las nuevas tecnologías permiten 'tunear' la prótesis para hacerla lo más práctica y cómoda posible.
"La prótesis puede disponer de unos dispositivos de acceso a internet
inalámbrico con la posibilidad de proyectar la imagen en una pantalla
flexible colocada en el brazo. La estructura de la prótesis permite
sustituir los dedos por las herramientas y ajustar la prótesis a
diferentes operaciones laborales. El color, la forma y el tamaño pueden
ser diseñados de acuerdo con los deseos del cliente", indica la web de
Motórika.
Parece que los 'makers' pueden fabricar solos casi cualquier objeto,
individualizándolo. Es un desafío a la producción masiva y a las grandes
corporaciones. En consecuencia, el movimiento se hizo popular en muchos
países, entre ellos, España.
Cecilia Tham, directora de MOB —Makers de Barcelona- y fundadora de
una cafetería digital popular en la capital de Cataluña —FabCafé—,
ideada y establecida por primera vez en Japón, comentó a Sputnik las
razones del éxito del movimiento de los 'makers'.
"Hay gente que ocupa una posición activa en la
vida. Ser activo forma base de cualquier negocio, así como el deseo de
arriesgarse y crear algo propio. Ese deseo de crear algo representa el
fundamento del 'movimiento maker'. La gente está dispuesta a invertir en
estas 'startups', porque ven perspectivas de futuro", explicó Cecilia.
A partir de 2017, en Rusia, la tecnología de las impresoras 3D se enseñará en las escuelas como una asignatura obligatoria." (Sputnik, 25/07/16)
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